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CRISIS DIPLOMÁTICA

El Pentágono niega haber acordado con China la devolución del avión espía

Pekín decía haber aceptado la propuesta de que las piezas del aparato, que continúa retenido en una base militar, fueran enviadas por barco.- El desmentido de EE UU levanta sospechas sobre las relaciones bilaterales entre ambos países

Zhu Bangzao, portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, había dicho en rueda de prensa que Pekín "está de acuerdo con la propuesta norteamericana de desguazar el avión y enviarlo por barco a Estados Unidos".

Pero Quigley ha desmentido que Washington hubiera presentado siquiera una propuesta formal para desmantelar el avión y llevarse las piezas, ya que los daños que sufrió en la colisión le impiden volar con seguridad.

Y ha añadido que EE UU no tiene una explicación al anuncio hecho en China. "Hemos comprobado y vuelto a comprobar durante toda la mañana, y simplemente no hay un acuerdo sobre la metodología en que se retirará el avión", ha afirmado Quigley.

Éste ha agregado que el Pentágono sigue prefiriendo reparar el avión para que pueda dejar suelo chino por sus propios medios y no tener que desguazarlo, aunque reconoció que se estudian "otras opciones", ya que lo que EE UU no quiere es dejarlo allí.

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Gráfico animado:: El choque del avión 'espía'

Comunicado oficial

Horas antes China declaraba que devolvería a Estados Unidos el avión de reconocimiento electrónico EP-3, y aclaraba que sólo lo devolvería desguazado en piezas que viajarían por barco, según anunciaron fuentes oficiales.

"China está dispuesta a devolver a Estados Unidos el avión. Sólo quedan algunos aspectos técnicos que resolver", declaraba Zhu Bangzao, portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, en una rueda de prensa.

Hasta ahora, China se había negado a autorizar el retorno del EP-3 a Estados Unidos "de la misma forma en que llegó", es decir, volando, pero no quiso confirmar si esa negativa implicaba también la no devolución del aparato.

El hecho de que el Pentágono esperara varias horas para desmentir la existencia del acuerdo varias horas después de que China lo anunciara ha levantado interrogantes acerca del estado de las negociaciones bilaterales.

El portavoz, quien no ha querido entrar en los detalles o el estado de las conversaciones, se ha limitado a decir que "vamos a continuar discutiendo hasta que logremos una solución".

Casi dos meses de accidentadas relaciones

Tras el choque, ocurrido en el espacio aéreo internacional pero sobre aguas de la zona económica especial china, el caza cayó en picado y tanto el avión como el piloto, Wang Wei, desaparecieron en el Mar de la China Septentrional.

El EP-3 realizó un aterrizaje de emergencia en Hainan, la base más cercana al lugar del accidente, donde sus 24 tripulantes fueron sacados del avión y retenidos en un hotel castrense durante once días.

Mientras tanto, indiferentes a la petición norteamericana de que el avión fuera tratado como territorio estadounidense, expertos militares chinos investigaron a fondo el aparato espía, valorado en 80 millones de dólares y considerado una "joya en inteligencia".

La retención de los tripulantes, a quienes la opinión pública estadounidense calificó de "rehenes", desató una fuerte crisis diplomática, que sólo pudo relajarse cuando el presidente George W. Bush expresó su "profundo pesar" por el accidente y la pérdida de la vida del piloto chino.

La liberación de la tripulación no supuso, sin embargo, el fin del conflicto, ya que Pekín se aferra al avión espía norteamericano para tratar de forzar el fin de los vuelos de reconocimiento electrónico estadounidenses, cuya frecuencia se ha intensificado en los últimos años, según China.

Estados Unidos, sin embargo, defiende la legalidad de estas operaciones de espionaje porque se realizan desde el espacio aéreo internacional, y se niega a negociar con China la frecuencia, las rutas o las distancias que mantendrán los aviones frente a la costa china por entender que los vuelos espía forman parte de la "estrategia global" de Estados Unidos para mantener la paz y estabilidad en todo el mundo.

El incidente del avión espía es sólo uno de los muchos frentes abiertos entre China y EEUU, cuyas tensas relaciones han empeorado en los últimos meses a raíz del creciente apoyo norteamericano a Taiwán, su defensa del Tíbet y las críticas a China por la situación de los derechos humanos.

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