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“Solo para personas que pidan comida a domicilio”: por qué esta cocina se ha convertido en la más polémica del año

Este diseño amateur reabre el eterno dilema sobre si lo estético puede anteponerse a la función en las estancias de un hogar

Diseño cocina realizado por Guy Michaely y Dima Markovs para su apartamento de Berlín
Victoria Zárate

“Esta es una recopilación de decisiones de diseño terribles”. “¡Seguro que es un diseño muy amigable con las cucarachas, arañas, lagartijas y otros insectos!”. “Es una gran cocina para las personas que solo piden comida a domicilio”. “¿Es una broma?”. Estos son solo algunos de los miles de comentarios perniciosos que acumula desde hace unos meses esta cocina viral en la cuenta de Instagram The Berlin Chapters. Detrás de su polémico diseño no se encuentra un estudio de interiorismo ni una firma de arquitectos; sino la pasión de dos diseñadores gráficos por las reformas que decidieron construir ellos mismos la cocina de sus sueños en su apartamento de Berlín.

A las feroces críticas que sigue generando este proyecto amateur se suman también casi 50.000 likes que alaban su diseño limpio, exento de ornamentación y con gran ligereza visual. Se trata de un ejemplo contrario al mantra de “la forma sigue a la función” de Louis Sullivan, figura clave de la Escuela de Arquitectura de Chicago, que adoptó el movimiento moderno como propio por el que cualquier proyecto arquitectónico debía ser simple y funcional. Nadie cuestiona lo primero en el diseño de esta cocina, ¿pero funcional?

En la leyenda del proyecto que recoge la red social, sus creadores Guy Michaely y Dima Markovs relatan cómo construyeron el espacio desde cero, con la férrea intención de que no pareciera una cocina convencional. A primera vista lo consiguen: con un diseño en bloque, carece de elementos superfluos y otros estructurales, como módulos superiores, estanterías o incluso una campana de extracción, y la madera se prolonga sin obstáculos por toda la estancia. Generar un estante trasero, oculto tras la encimera, para mantener el desorden diario de la cocina; o los paneles frontales individuales, que esconden varios cajones con el objetivo de no romper la veta continua de la madera, son algunos de los rasgos definitorios de esta cocina. Unidos a un borde frontal elevado, que busca simular la encimera eliminando los tiradores, o un mínimo zócalo para dar unos centímetros de más al espacio de almacenamiento.

La creación de un estante trasero, oculto tras la encimera, para mantener el desorden diario de la cocina es uno de las grandes dilemas de esta cocina.

Unas de las dudas generalizadas que asaltan en los comentarios es el de su limpieza. “Cajones llenos de restos, encimera difícil de limpiar hasta el borde, suciedad en un hueco detrás de los armarios y, si cocinas con aceite, buena suerte sin la campana… Se ve impresionante, pero hay una razón por la que no se ven ideas como esta”. “¿Cómo funciona cuando limpias la encimera? ¿No acaban todas las migas en los cajones?”. Los diseñadores, que responden de forma religiosa a cada uno de los comentarios, enzarzándose incluso en alguna pelea virtual, defienden su diseño a capa y espalda como un ejemplo de pulcritud.

Contar con un fregadero bajo la encimera y juntas impermeables, evitar derramar grandes cantidades de líquido y limpiar al instante con un paño las pequeñas gotas que se generen son medidas, según los dueños, suficientes para mantenerla limpia a diario. “Es curioso cómo la gente cree que puede culpar al diseño del desorden y la suciedad. He visto muchos diseños tradicionales que aún así terminan pareciendo una guarida”, sentencian en Instagram. “Llevamos un año y medio así bien y seguimos contando ”, respondieron al fotógrafo y editor de la revista Apartamento, Nacho Alegre, ante su consejo de colocar una campana lo antes posible. “No es una cocina para cocinar”, espeta el creativo.

¿A favor o en contra de los paneles frontales individuales? Aportan continuidad a la veta de madera, pero pueden parecer poco prácticos al abrir los cajones.

Para los diseñadores, este aluvión de críticas son fruto de suposiciones, falta de comprensión de cómo funciona un diseño poco convencional en la vida diaria o, a veces, simplemente descaro. “En realidad, nuestra cocina no es más frágil que la mayoría. Hemos visto muchas cocinas convencionales envejecer rápidamente. Tras casi dos años de uso diario, la nuestra muestra algo de pátina, pero sin daños importantes. La clave está en si se está desgastando excesivamente rápido y la respuesta es no”, aclaran por correo electrónico a ICON Design.

Crear un espacio que conectara las dos alas de su largo apartamento fue el cometido de esta cocina, inspirada en los muebles de líneas depuradas de mitad de siglo como los aparadores de salón. “De ahí surgió la idea de crear un mueble independiente con huecos a su alrededor”. Con una planificación dilatada en el tiempo, la construcción real tomó tres semanas de trabajo que desarrollaron después de su jornada laboral. La elección de los materiales siguió la misma filosofía de todo el proyecto que relatan en sus reels: evitar el típico aspecto de cocina de siempre. Para ello optaron por una paleta monocromática tanto para la encimera como para los frentes, con armarios bajos a medida de MDF negro que reforzaran esa sensación de mueble. “Combinado con los bordes elevados alrededor de la encimera crea una experiencia única a la hora de usarla, difícil de describir con palabras”.

¿Se puede vivir en una cocina sin campana? Depende de si la usas, claro...

Para Ana Arana y Enrique Ventosa, fundadores del estudio de arquitectura Plutarco, antes de opinar sobre este diseño habría que entender qué uso le van a dar sus dueños. “No todo el mundo utiliza las cocinas de la misma manera. En este caso se ve claramente que no son personas que vayan a cocinar muchísimo, como sucede en países del Norte de Europa o Estados Unidos, donde son más de comidas frías que no implican fritos o cocciones tan elaboradas como la nuestra o la mediterránea en general. Esto hace que no necesiten una encimera muy resistente o –como en este caso– sin bordes, que acumulan la suciedad”, explica Ventosa.

Para los creadores del prototipo de cocina Gali de 2020 y experiencias privadas que aúnan gastronomía y diseño por Madrid, este orden estético casi enfermizo está cada vez más solicitado en sus proyectos. “Esta demanda de limpieza visual que implica, por ejemplo, poner una puerta única para varios cajones, es cada vez más común entre los clientes, porque suelen ser cocinas que se comunican con el salón. En estos casos podemos entender que la estética prime sobre la función (aunque resulta mucho más práctico abrir cada cajón por separado), porque al ser un lugar de paso que conecta con otros espacios queda muy a la vista”.

Uno de los diseños de cocinas de Plutarco, con puertas en bloque pero apertura en tirador de uñero, lo que deja la encimera libre de suciedad.

No obstante, defienden siempre que prime la funcionalidad en la balanza, antes de considerar una cocina como un mueble en sí. “Las separaciones a priori que muestra esta cocina pueden resultar un foco de suciedad, aunque si cabe un aspirador o un cepillo para limpiarlas fácilmente tampoco creo que sea un problema tan grande. Veo más complicado que esté tan poco elevada sobre el suelo, porque ahí sí que se puede acumular mucho polvo y ácaros. Esto se puede resolver haciendo un pequeño rodapié”, concluye el interiorista.

Para la empresa española de cocinas DOCA, el diseño y la ergonomía deben convivir en equilibrio, aunque surjan propuestas que prioricen lo visual en esa constante evolución de tendencias que vive el sector. “Una cocina no solo debe ser bonita, sino también funcional, cómoda y duradera”, explica Karen Falcó, responsable del departamento de diseño de la firma. Para la experta, el diseño moderno de esta cocina cumple una intención estética pero resulta poco funcional (e incluso antihigiénica) para el uso diario. “Nuestra propuesta sería incorporar una encimera con fondo más amplio, que permita la colocación de una estantería de fondo reducido donde organizar los accesorios de forma ordenada y limpia. Además, optaríamos por puertas correderas o de guillotina, que permitan ocultar los objetos manteniendo una estética limpia y cuidada”.

La propuesta de cocina en bloque de DOCA, en madera de caoba brillo, un material que aporta profundidad y sofisticación con una su superficie pulida realza las vetas naturales.

Eliminar los tiradores, otra gran tendencia en las cocinas modernas, aporta un diseño limpio y elegante, según la experta, pero siempre que no sacrifiquen comodidad como en este caso. “Nunca hacemos que las puertas sobresalgan más que la encimera, ya que esto entorpece su uso. Proponemos en su lugar una gola horizontal en la parte superior de los muebles bajos, en acabado a juego con el frente, lo que permite una apertura cómoda y una encimera que puedas utilizar plenamente”.

Al igual que señalan en Plutarco, la ausencia de zócalo no es lo más acertado, ya que puede resultar incómodo y este tipo de puertas obliga al usuario a apartarse para permitir la apertura. “Si queremos ese tipo de frentes mejor aplicarlos a muebles de poco uso, y siempre como una opción estética secundaria”. En conclusión, este diseño plantea el eterno dilema de si debe prevalecer antes la función o la forma, o si todos los diseños modernos y bonitos, si no resultan prácticos, dejan al instante de ser habitables. Guy Michaely y Dima Markovs responden con altivez en sus comentarios: “No pasa nada, el buen estilo no es para todos”.

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Sobre la firma

Victoria Zárate
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 2016. Coordinó la web de Tentaciones y su sección de moda y estilo de vida hasta su cierre en 2018. Ahora colabora en Icon, Icon Design, S Moda y El Viajero. Trabajó en Glamour, Forbes y Tendencias y ha escrito en CN Traveler, AD, Harper's Bazaar, V Magazine (USA) o The New York Times T Magazine Spain.
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