10 de diciembre de 2011

Texturas iridiscentes, formas que se ciñen a la cintura y maquillaje exagerado, con mucho brillo.

Sus artesanos usan las mismas técnicas que hace 240 años. El resultado: piezas únicas y personalizadas que elevan el vidrio a la categoría de lujo cotidiano.

Su armario está lleno de disfraces con los que hace reír a los niños de la Fundación Aladina. Quizá por eso, en el día a día, prefiere pasar desapercibido con un «look normalito».

Los hombres ya suman el 9% de las operaciones estéticas en Estados Unidos. Las más demandadas: la blefaroplastia y la liposucción abdominal.

Desde Londres, esta coleccionista italiana es el cheque en blanco que firma la supervivencia de más de un joven artista.

Estar con el «guapo subido» suele ir acompañado de un estado anímico positivo.

Mientras unas firmas juegan a esconder sus símbolos, otras los exhiben sin pudor… y viceversa.