Kevin Spacey asegura que está sin casa, “viviendo en hoteles y Airbnb”, siete años después de las acusaciones de agresión sexual que acabaron con su carrera
Quien fuera uno de los actores más cotizados de Hollywood, señalado desde 2017 por más de 30 hombres por conductas inapropiadas, confiesa en una entrevista estar en una situación límite: “Los gastos han sido astronómicos y he tenido pocos ingresos”, ha asegurado


Las acusaciones de agresión sexual que persiguen al actor Kevin Spacey (Nueva Jersey, 66 años) desde 2017, y por los que nunca ha sido condenado, siguen pasándole factura. Si el año pasado el protagonista de American Beauty rompió a llorar contando en una entrevista sus penurias económicas, derivadas de una deuda millonaria contraída tras años de juicios y defensas contra los más de 30 hombres que le acusaban de conductas inapropiadas, ahora Spacey ha revelado que su situación es límite, sin casa y todavía cancelado por la industria de Hollywood. Así se lo ha contado al periódico inglés The Telegraph.
“No puedo pagar las facturas que debo”, dijo el actor entre lágrimas en junio de 2024 en el programa Piers Morgan Uncensored. Preguntado por el conocido periodista británico que da nombre al show dónde vivía en aquel momento, el protagonista de House of Cards respondió: “Bueno, es gracioso que hagas esa pregunta porque esta semana el lugar donde he estado viviendo en Baltimore está siendo embargado”. La ciudad de Baltimore, en Maryland (EE UU), era considerada por Spacey como su hogar desde el año 2012 ―cuando empezó a rodar el exitoso drama presidencial, hasta que fue despedido en 2017 por las acusaciones de delitos sexuales―, y la propiedad a la que se refería era su lugar de residencia desde 2016. “Mi casa se vende en una subasta. Así que tengo que volver a Baltimore y guardar todas mis cosas. Por tanto, la respuesta a esa pregunta es que no estoy muy seguro de dónde voy a vivir ahora”, continúo contándole a Morgan.
Desde entonces, la situación no ha mejorado para el intérprete. Se podría decir que incluso ha empeorado, a la luz de las nuevas revelaciones en la entrevista con The Telegraph, publicada el 19 de noviembre. “Vivo en hoteles, vivo en Airbnb, voy donde hay trabajo. Literalmente no tengo hogar”, ha explicado el ganador de dos premios Oscar (como secundario en Sospechosos habituales, de 1996, y como protagonista de American Beauty, del año 2000). “Los gastos de los últimos siete años han sido astronómicos. He tenido muy pocos ingresos y muchos gastos”, ha asegurado, refiriéndose de nuevo a la situación legal que ha marcado su vida. En la conversación con el periódico, que gira en torno a su situación económica —“no es genial”, ha confesado—, Spacey guarda espacio para el optimismo: “De una forma extraña, siento que he vuelto al punto de partida, que es ir allí donde hay trabajo. Todo está guardado en un trastero [sus pertenencias] y espero que, si las cosas siguen mejorando, en algún momento pueda decidir dónde quiero volver a establecerme”, ha contado.
La entrevista ha tenido lugar durante uno de los espectáculos musicales del actor. En concreto, en un club nocturno de Chipre, donde los asistentes han pagado entre 250 y 1.200 euros (incluye un encuentro exclusivo con el artista) por escucharle entonar una selección de clásicos del cancionero americano, como Bridge over Troubled Water, de Simon & Garfunkel. Esa es su vida profesional ahora mismo, aún cancelado por un Hollywood que le da la espalda desde que saltaron a la luz las primeras acusaciones de agresión sexual, incluso aunque nunca haya sido condenado en ninguna de las denuncias que han llegado a juicio. Sin ir muy lejos, el pasado mes de mayo el mundo del cine le dejó solo cuando recogió en Cannes el premio de una fundación. “Es agradable estar de vuelta”, dijo en la alfombra roja del festival, donde no hubo ni un nombre conocido, ni una estrella a su lado y donde, además, se refirió a la caza de brujas de los años cincuenta en Hollywood, en la que aseguró encontrar bastante paralelismo con su caso.
Ahora, al periódico británico le ha contado que hay otros agentes de la industria, cineastas noveles y talentos emergentes, interesados en su trabajo. La realidad es que, en los últimos tres años, Spacey ha hecho seis películas, entre ellas una titulada Holiguards, un thriller de acción dirigido por él mismo.
Aunque admite errores, probablemente todos relacionados con no haber hecho pública su homosexualidad hasta verse acorralado, sigue defendiéndose: “¿Creo que a los medios les interesaba crear un villano en lugar de la verdad? Sí“, ha llegado a decir en la entrevista desde el club nocturno de Chipre. El actor asegura que no ha llegado a la bancarrota, y ahora le toca al tiempo decidir si valió la pena pelear en los juicios. En julio de 2023, un tribunal de Londres le declaró inocente de nueve delitos sexuales contra cuatro hombres. Antes, en el año 2022, un jurado de Nueva York le exculpó en una causa civil por abuso sexual al actor y protagonista de musicales Anthony Rapp, quien le reclamaba una indemnización de 40 millones de dólares por daños tras afirmar que Spacey le había provocado lesiones a los 14 años, cuando se le puso encima para intentar forzarlo a tener sexo.
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