Kim Kardashian lanza una línea de tangas de vello púbico de colores falso y las reacciones dividen internet

“¿Quién dijo que la alfombra tiene que hacer juego con las cortinas?”. Con esta frase, casi en un código solo para iniciadas, la influencer y empresaria estadounidense Kim Kardashian, que en el año 2023 ya deslumbró al mundo con un sujetador que marca los pezones, ha vuelto a volar por los aires las mentes de la industria textil. La nueva propuesta de su marca Skims, ya disponible para compra, es una braga tanga que simula el vello púbico y que se vende en una variada gama de colores. Y se están agotando en la web de la marca.

Faux Hair Micro String Thong, el nombre del invento, es otro producto más de la exitosa marca de Kardashian, que empezó vendiendo ropa interior femenina —con sus famosas fajas— y que ha seguido innovando y ampliándose, como hizo el pasado mes de febrero con su colaboración con la marca deportiva Nike, que dio lugar a la línea para mujeres NikeSkims.

Acompañadas de las fotos que ilustran la campaña de esta nueva prenda en el perfil de la marca en Instagram, donde se ha desplegado una ingeniosa campaña de marketing, las palabras “alfombra” y “cortina” dejan de estar en clave: un carrusel de imágenes muestra a varias modelos encima de unas peanas —a modo de maniquíes de tienda—, con una clara estética setentera que se entiende como una parodia y con un elemento que, por omisión, llama rápidamente la atención: son los nuevos tangas de Skims pixelados. Si aún quedaban dudas, la “alfombra” es el vello púbico natural y la “cortina” la braga que venden. El juego que propone Kardashian es combinar ambas, haciendo más raro que nunca el refrán “para gustos, los colores”.

Fue el pasado martes 14 de octubre cuando la empresaria dio a conocer Faux Hair Micro String Thong, lanzándola en la página web de Skims como “una mezcla de cabello sintético rizado y liso en doce variaciones de tonos diferentes”. En Instagram la campaña, en la que en esta ocasión no aparece Kardashian, se desplegaba con un vídeo en el que las modelos setenteras aparecen en una especie de casposo concurso de la época —también en tono paródico—, en el que un presentador va presentándolas antes de que ellas, una por una, se levanten la falda y enseñen su “cortina” pixelada. El anuncio va acompañado del siguiente texto: “El arbusto definitivo. Con nuestra nueva y audaz braga de pelo falso, tu alfombra puede ser del color que quieras que sea”. Skims promociona el producto, que se vende a 42 euros, como su “braga más atrevida hasta el momento”.

Pero casi lo más atrevido de este lanzamiento ha sido la reacción de los usuarios en redes sociales que, entre la estupefacción, el sarcasmo y la indignación, celebran que esta prenda de ropa interior haya acabado con décadas de esclavitud estética de mujeres depilándose. “Años de láser y aquí estamos”, dice una de las usuarias de Instagram, mientras otra denuncia: “Kimberly, necesitamos reabastecer todo lo básico, no esto”. También hay quien celebra la campaña publicitaria: “¿Quién forma el equipo de marketing? Estoy obsesionada, sigan superándose”. Y quien apuesta por la conspiración: “Creo que esto es una broma para probar que somos ovejas y compraremos cualquier cosa ridícula”.

La broma que no es broma ha llegado incluso a Reddit, donde una página se pregunta “¿Qué demonios ha lanzado Skims?“. En ella, los comentarios se suceden. Algunos recuerdan el producto con el que la influencer se sumó al movimiento #freethenipple, un sujetador moldeado para que se marque la forma de los pezones: “Creo que los sujetadores para pezones tienen un propósito real para las mujeres que han tenido cáncer de mama, pero no veo el atractivo de los pubis falsos”. La mayoría sigue intentando entender si las bragas de Skims que simulan vello púbico son una genialidad o una falta de respeto. Entre los expertos en moda, el debate es aún más serio. Como apunta un reciente editorial de la revista Marie Claire en Estados Unidos: “Se podría argumentar que esto es el colmo del absurdo en internet: la forma más ridícula del capitalismo, donde incluso el vello falso para nuestros genitales se monetiza”.

En paralelo a su lanzamiento, Kim Kardashian sigue con otros proyectos, como su próxima aparición en la nueva serie de Ryan Murphy, Alls’s Fair, que ella misma promocionó hace unos días en su perfil de Instagram —con 354 millones de seguidores—, y en la que será una de las actrices de un reparto que incluye a Sarah Paulson o Glenn Close.