Punto final a una ruptura que tenía en vilo a la industria de la moda: Natalie Massenet y Erik Torstensson retiran sus demandas cruzadas por estafa, uso de drogas e infidelidades
La fundadora de la web de compras de lujo Net-a-Porter y el fundador de la marca Frame han renunciado a las duras acusaciones presentadas en unas denuncias que habrían terminado en un millonario juicio. Ella le recriminaba buscarla por su dinero y él, ser una mala madre


Nada menos que 95 millones de dólares (unos 82 millones de euros) estaban en juego. Era la cantidad que Natalie Massenet, la superestrella estadounidense de la moda y fundadora de la web de compras de lujo Net-a-Porter (prácticamente una visionaria de lo que sería vender lujo online, sin tocarlo), le pedía a su pareja, Erik Torstensson, en una demanda civil interpuesta en Los Ángeles el pasado 20 de agosto, aunque se habían separado en el mes de mayo, tras 14 años de relación (nunca se casaron). Ella acusaba a su expareja de estafarle esa cantidad de dinero durante su tiempo juntos y de haberla utilizado por su dinero y sus contactos en el mundo de la moda para luego dejarla “sin un centavo”. Por su parte, Torstensson, un director creativo sueco que fundó la marca denim Frame y que fue socio de Massenet además de pareja, contraatacaba con una demanda ante la Corte Suprema de Nueva York en la que, según pudo saber The New York Times, la acusaba de ser una mala madre y reclamaba la custodia de su hijo en común, Jet, de siete años.
La disputa legal entre una de las parejas más relevantes de la industria de la moda no tardó en trasladarse a titulares y en ser el tema de conversación de quienes les conocen, los mismos que se sentirán aliviados ahora que las demandas de ambas partes han sido retiradas. Según el comunicado de los representantes de ambos, enviado en exclusiva al medio estadounidense Page Six: “Las partes están complacidas de que se haya retirado todo el desafortunado litigio entre ellas”.
En la demanda interpuesta por Massenet, ella alegaba incumplimiento de contrato, fraude y engaño intencional, además de preclusión promisoria [garantiza el cumplimiento de una promesa aunque no haya un contrato formal] y angustia emocional. La de Torstensson, sustentada en el derecho familiar, afirmaba que la empresaria había usado su poder para “ejercer control sobre él” y la acusaba de “consumir drogas regularmente” y, en ocasiones, “ponerse violenta” con él. Todo en aras de demostrar que no merecía la custodia de Jet, el niño que tuvieron por vientre de alquiler en 2017.
No hay detalles de por qué y cómo ambas partes han estado de acuerdo en pasar página tras acusaciones de tanta gravedad, pero probablemente un juicio habría arrastrado con ellos su reputación y los negocios que les unieron durante años. Como Imaginary Ventures, la empresa de capital de riesgo especializada en tecnología que ella cofundó tras dejar Net-a-Porter y que tiene 1.500 millones de dólares invertidos en varias empresas, además de la mencionada firma Frame y Skims, la marca multimillonaria de Kim Kardashian en la que tanto Torstensson como Imaginary han invertido dinero.

La reputación de la hoy expareja, a la que separan 14 años de edad [ella tiene 60 y él, 46], ya había empezado a sufrir mucho antes de la retirada de las denuncias entrecruzadas. En su empeño por desacreditarla como madre de su hijo en común —Massenet tiene otras dos hijas de un matrimonio anterior—, él ha dicho de ella que bebía mucho y que, bajo la influencia del alcohol, llegó a agredirle físicamente, además le ha reprochado un carácter frío y vengativo y una supuesta capacidad para controlarle. Ella, prácticamente, le ha acusado de ser un estafador emocional. En su demanda, la primera de las dos que se interpuso y en la que, a diferencia de Torstensson, sí aportaba pruebas de su testimonio, dijo que este contrataba prostitutas con regularidad, añadiendo mensajes de texto supuestamente enviados entre él y una mujer anónima que le envió selfis en lencería.
Aunque el motivo principal de la demanda de Massenet era destapar a Torstensson como una especie de Casanova que solo se fijó en su dinero y vio una oportunidad para seducirla mientras se separaba de su primer esposo. Según Massenet, su plan era establecer una relación de negocios con ella, convertirla en romántica y usar su red de contactos y finanzas para sus propios fines. También hay acusaciones en ambas direcciones sobre el consumo de drogas: él dice que ella sufrió una sobredosis de MDMA en el Festival de Glastonbury y ella que él había llegado admitir su alcoholismo y adicción a las drogas. Sobre esto último, también aportó supuestos mensajes entre el creativo y un traficante.

Massenet, nacida en Los Ángeles, se crio en París y a los 11 años se mudó a California, aunque luego viviría en Londres con quien fue su marido, el banquero de inversiones francés Arnaud Massenet. Torstensson creció en una granja en Suecia, donde pasó su juventud recorriendo el país como bailarín de swing de competición para, con 23 años, recalar en Londres y cofundar su propia agencia, Saturday Group, con la que logró clientes como Louis Vuitton, Balenciaga y Chanel. En 2010, Massenet vendió Net-a-Porter en una operación valorada en unos 525 millones de dólares y, al año siguiente, con unas ganancias millonarias, se divorció.
En 2009, un año antes de esa venta clave para ella, Massenet y Torstensson se conocieron en Londres. Entonces ella había dejado atrás sus días como editora en WWD y Tatler y negociaba grandes acuerdos en Net-a-Porter con firmas de lujo como Jimmy Choo, Alexander McQueen y Chloé. Él le propuso crear una versión masculina de su marca con el nombre Mr. Porter y ella aceptó. En 2011, se separaron de sus parejas y ese mismo año se reveló su relación. En 2020 se mudaron a Nueva York, donde sus fiestas con la élite de la moda siguieron siendo tan sonadas como las que antes habían organizado en la campiña inglesa.
Ya no queda nada de esos tiempos y de la entrevista de Torstensson con The New York Times en 2023, en la que elogiaba a Massenet refiriéndose a ella como “la reina de todo” y describiéndola como “la persona más inteligente del mundo. Y la más amable”.
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