Judi Dench, Celia Imrie y Siân Phillips, las únicas mujeres admitidas en el Club Garrick un año después del cambio en sus normas
Tras 194 años de historia y numerosas controversias, este club privado londinense, formado por la élite de la sociedad británica, modificó su regla de exclusividad masculina en mayo de 2024. Sin embargo, este avance hacia la igualdad es más simbólico que práctico


Personalidades prominentes del teatro y del cine, políticos, jueces y abogados de alto rango, periodistas destacados e, incluso, Carlos III han pertenecido —y pertenecen— al exclusivo Club Garrick de Londres. Desde su fundación en 1831, el club, que no admite “aburridos terribles”, ha estado formado por la élite de la sociedad británica y ha aplicado una política estricta de “solo hombres” en su membresía. Sin embargo, después de numerosas controversias, en medio de una creciente presión y con una votación a favor del 60% de sus 1.500 miembros, se modificaron las reglas en mayo de 2024. A partir de ese momento, las mujeres podían unirse a una institución con 194 años de historia.
Ha transcurrido poco más de un año desde que el club derogase su ley de exclusividad masculina, pero en este tiempo solamente tres mujeres han pasado el filtro de aprobaciones y se han unido a sus filas: las intérpretes Judi Dench (York, 90 años), Siân Philips (Gwaun-Cae-Gurweny, 92 años) y Celia Imrie (Guildford, 72 años), tal y como recoge el diario británico The Times. Las dos primeras recibieron la admisión de trámite express durante la asamblea general anual del club celebrada el 1 de julio de 2024. Se desconoce la fecha exacta de la admisión de Imrie.
A pesar de que actualmente el Club Garrick solo tiene tres miembros femeninas, otras mujeres prominentes, que ocupaban —y ocupan— posiciones de liderazgo en el Reino Unido, están siendo consideradas como futuras damas del club. Destacan la catedrática emérita de Cambridge, premio Princesa de Asturias 2016 y divulgadora Mary Beard, la exministra de Interior del Reino Unido Amber Rudd, la presentadora de informativos Cathy Newman, la actriz Juliet Stevenson, la baronesa Ayesha Yousef Hazarika y la jueza jubilada del Tribunal de Apelaciones Elizabeth Gloster. Esta última declaró públicamente que le gustaría unirse por sus “hermosas pinturas”, ya que el club alberga la mayor colección de obras de arte teatral británica, incluyendo representaciones de John Gielgud y Maggie Smith.

En los últimos años, la norma del Club Garrick de admitir solo a hombres —las mujeres podían entrar como invitadas y acompañadas por un miembro— se convirtió en un blanco para los defensores de la igualdad. En febrero de 2024, Colin Brough, productor teatral retirado y miembro del club desde hacía más de 40 años, fue expulsado del mismo después de enviar una serie de emails a otros miembros en los que alegaba que las mujeres debían ser admitidas “de inmediato” y donde se quejaba de una dirección “a lo Putin” y llamaba a algunos de sus miembros “misóginos”. El actor Stephen Fry y Jonathan Sumption, exjuez de la Corte Suprema del Reino Unido, fueron otros dos afiliados que también estuvieron a favor de eliminar la exclusividad masculina.
El debate sobre si las mujeres podían o no ser miembros de pleno derecho del Club Garrick llevaba tiempo en marcha de puertas para dentro. Pero todo estalló públicamente el 18 de marzo de 2024 cuando The Guardian publicó, por primera vez en su historia, el listado de los miembros del emblemático club, que incluía a decenas de destacados abogados, directores de instituciones culturales, políticos, lores y actores como Brian Cox, Hugh Bonneville o Benedict Cumberbatch. Todos ellos hombres. La publicación de la lista provocó una oleada de indignación en el país porque entre la gran cantidad de figuras influyentes y poderosas pertenecientes al club no había ninguna femenina.

En mayo de 2024, con el cambio de su histórica norma, parecía que el Club Garrick entraba en una nueva época. Sin embargo, este avance hacia la igualdad está siendo más simbólico que práctico. La razón es que el complejo proceso de admisión puede llevar entre dos y cinco años. Otro factor a tener en cuenta es que, para aceptar a Dench, Phillips e Imrie, se esgrimió un viejo artículo de su libro de reglas que afirma: “El comité general podrá, a su discreción, elegir cuatro miembros cada año en consideración de su eminencia o distinción pública”. Además, según informa Financial Times, un grupo de miembros tradicionalistas del club, descritos como “intransigentes”, aún tienen influencia en el Club Garrick y permanecen “implacablemente en contra” de las mujeres miembros. “Es una muestra de su cultura y de que avanzan muy lentamente”, ha afirmado un miembro de la institución al medio británico.
El Garrick Club, situado en el barrio de West End, fue fundado en 1831 por un grupo de “caballeros literatos” bajo el patrocinio del hermano del rey Guillermo IV, el príncipe Augusto Federico, duque de Sussex, con la intención de convertirse en un lugar donde “los actores y los hombres refinados pudieran encontrarse en igualdad de condiciones”. Actores, dramaturgos, directores teatrales o mecenas comenzaron a juntarse y a compartir intereses artísticos y culturales, también con personalidades influyentes de otros ámbitos: “El club recibió su nombre en honor al actor del siglo XVIII David Garrick. Atraídos por la combinación de las tradiciones de la sociedad literaria del siglo XVIII con las ventajas de un restaurante y un club social bien gestionados, los primeros miembros del Garrick eran un grupo sofisticado y cosmopolita que incluía a 24 nobles del reino, así como a escritores, actores, músicos y editores”, explican en su web. Dentro del club, el espacio se divide en salas de billar, salas de lectura, comedores privados y comunitarios y un bar, donde “se pueden servir bebidas alcohólicas entre las 7 y la 1 de la mañana, pero entre las 7 y las 10 de la mañana solo en combinación con comida”, según el reglamento.

Todos los nuevos candidatos debían y deben ser propuestos por un miembro existente, siendo una máxima del club no incluir a gente soporífera: “Sería mejor excluir a 10 hombres irreprochables que admitir a un aburrido terrible”. Después, se necesita la firma de apoyo de al menos 30 miembros y que el candidato se presente ante varios comités. Luego se realiza una votación secreta sobre la membresía, que cuesta 1.600 libras al año (1.896 euros, al cambio actual).
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