Yogur helado casero con melocotón
Un postre que se prepara rápido, con pocos ingredientes, sin pasar calor y puedes tunear con chocolate, frutos secos o galleta
A quienes disfruten de hacer tartas y postres en verano se les corta un poco la diversión. ¿Quién en su sano juicio querría encender el horno o pasar largos minutos delante de un fuego? A muy pocos, probablemente. Pero la cocina dulce también tiene su lado frío y aquí somos testigos: una tarta sin horno de queso, chocolate blanco y frambuesas, un banana split 100% casero o una tarta de galletas, queso batido y fruta, entre otros, forman parte de nuestro repertorio pastelero sin sofocos. A él añadimos ahora este yogur helado con melocotón.
Lo llamamos yogur helado y no helado de yogur porque la textura que se logra no es tan cremosa y suave para catalogarlo como tal. Aún así, teniendo en cuenta el poquísimo esfuerzo que conlleva y la enorme facilidad de no tener que recurrir a una heladera, es un postre más que digno. Otra de sus ventajas es que puedes prepararlo con otras frutas como nectarina, albaricoques, fresas, moras o frambuesas, e incluso con melocotón en lata si pillas esta receta fuera de temporada. Para darle un extra de gracia puedes añadir chocolate –en chips o picado–, galleta troceada –tipo Digestive, por ejemplo– o unas avellanas apenas picadas.
Dificultad: Con una batidora eléctrica, mínima
Ingredientes
Para 8 personas
- 500 g de yogur griego sin azúcar
- 3 melocotones amarillos
- 200 ml de nata para montar
- 200 g de leche condensada
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Instrucciones
Pelar y deshuesar los melocotones. Triturar dos de ellos con la turmix o robot de cocina hasta tener un puré. Cortar el otro en daditos.
En un bol batir la nata con una batidora eléctrica de varillas hasta que tome algo de consistencia (no debe llegar a montar).
Añadir el yogur y la leche condensada y seguir batiendo hasta que aumente su volumen y se sienta algo aireada.
Añadir la esencia de vainilla y el puré de melocotón. Batir hasta que luzca homogeneo.
Verter la mezcla en un molde cuadrado o rectangular de bordes altos o repartirla en vasitos individuales.
Repartir por encima el melocotón cortado en daditos. Cubrir con papel film y llevar al congelador por un mínimo de seis horas.
Retirar del congelador entre 10 y 15 minutos antes de servir para que se ablande un poco.
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