Ir al contenido
_
_
_
_

Viajes y experiencias que ayudan a la conservación

El crecimiento y la consolidación del sector ecoturístico en España no están exentos de necesidades, como más promoción y digitalización

Avistamiento de aves marinas a bordo del 'Chasula', en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).
Jordi Pastor

Escoger destinos emergentes con menor carga turística y más sostenibles; realizar visitas a lo largo del año, favoreciendo la desestacionalización, o inclinarse por escapadas breves y planes locales que completen la experiencia viajera. Tres de las 10 preferencias que guiarán al turista español en 2025 (según Hosteltur) apuntan hacia un sector que sigue cogiendo vuelo desde la pandemia, el ecoturismo. Más señales: el Instituto de Turismo de España (Turespaña) ha escogido Cáceres, “destino de naturaleza e interior”, como sede de su próxima convención anual —del 7 al 9 de octubre—, dedicada al turismo experiencial, y ese mismo mes —del 22 al 24— Barcelona acogerá el Global Ecotourism Forum, encuentro internacional que prevé reunir a unos 1.000 participantes (entre presenciales y conectados) para “dar un paso más allá”, explica Marc Vilahur, director general de Políticas Ambientals y Medio Natural de la Generalitat de Cataluña, “y ayudar a hacer una reflexión sobre cómo podemos hacer, en la medida de lo posible, que el turismo en Cataluña sea el más sostenible posible”.

La cita se orienta hacia los desafíos que afronta “el ecoturismo que queremos en la próxima década”, apunta Marianela Camacho, directora de comunicación de Global Ecotourism Network (GEM), organización que ha participado en la configuración del programa, y que junto a EuroParcs o la International Ecotourism Society estarán presentes en Barcelona. Desde el reto que supone la crisis climática y sus eventos extremos, “y todo el tema de la compensación de carbono”, desgrana Camacho, hasta hablar de ecoturismo universal, planteando un “diseño universal de experiencia para incluirnos a todos”; determinar “cuál es el papel del ecoturismo en la regeneración de la naturaleza”, o abordar la adaptación a la innovación y la tecnología, “importantes en los nuevos escenarios para desarrollar experiencia en las comunidades locales”.

Alto valor añadido

Que Cataluña y España sean escenario de este encuentro global —“el primero se celebró hace 20 años” recuerda Vilahur—, no es casualidad. Si la primera es “la región con más certificaciones de la Carta Europea de Turismo Sostenible”, destaca el responsable de la Generalitat, las cifras del Observatorio de Ecoturismo en España 2024 (único informe existente) arrojan un positivo crecimiento moderado que apuntala la consolidación del sector. No solo porque la facturación media de las más de 400 empresas participantes en el estudio haya aumentado un 2,4% respecto a 2023, sino por el “altísimo valor añadido” que aporta la actividad, subraya Amanda Guzmán, gerente de la Asociación de Ecoturismo en España (AEE), responsable del dosier. “Por la calidad del empleo [seis fijos y tres eventuales de promedio en, generalmente, microempresas que fijan población en el medio rural], por cómo contribuye a la conservación [el 77,3% realiza acciones directas que ayudan a preservar la biodiversidad]”, y, resalta Guzmán, por su aportación a la igualdad: el 54,7% de los puestos fijos y el 52,6% de los eventuales están ocupados por mujeres.

Observación ornitológica en la zona de Cangas de Onís (Asturias) durante una experiencia de ecoturismo científico sobre la reintroducción del quebrantahuesos en Picos de Europa.

Glenn Jampol, presidente de GEN, recuerda desde Costa Rica a través de videoconferencia que España es el segundo país del mundo en recepción de viajeros extranjeros y el líder europeo en biodiversidad —aporta 2.113 espacios protegidos a la Red Natura 2000 que suman 288.935 kilómetros cuadrados, el 27,3% del territorio nacional—, y que el reto para nuestro país estriba en “cómo manejamos ese [volumen de] turismo con la posibilidad de ofrecer esa biodiversidad como una atracción específica y fuerte”.

Aunque ambos expertos rehúyen la aspiración a un boom ecoturístico —“nunca sería compatible con la conservación de la naturaleza; no sería bueno en ningún caso”, sentencia Guzmán—, sí coinciden en que hay que asegurar su correcto desarrollo. Empezando por diferenciarlo del turismo sostenible u otras experiencias en la naturaleza. El turismo activo comparte escenario con el ecoturismo, “un espacio natural, normalmente bien conservado”, aclara Guzmán, “y puede ser sostenible si se hace bien, pero cuando vas a correr la naturaleza, no vas a conocer esa naturaleza”, diferencia. La experiencia ecoturista debe sensibilizar, dar a “conocer los valores naturales y culturales del territorio”. Y añade otra condición clave: “debe tener un impacto positivo, contribuir a la conservación de ese entorno y su biodiversidad, y apoyar el desarrollo socioeconómico de la gente que vive en ese territorio”.

Buenas prácticas

Lograrlo exige buenas prácticas a todos los actores involucrados. “En 1985, contábamos con unos 200.000 turistas [extranjeros] en Costa Rica; ahora tenemos entre tres y cuatro millones, y el 90% de todos los hoteles del país tiene menos de 40 habitaciones”, desvela Jampol. “Son datos para entender que el negocio es bastante saludable con la idea de, no solamente crear un negocio para la comunidad a partir de buenas prácticas, sino de mantener también un equilibrio entre el planeta y el crecimiento financiero”, asegura. Además de las diversas certificaciones que garantizan esas buenas prácticas —como la Carta Europea de Turismo Sostenible en Espacios Naturales Protegidos (CETS)—, el ecoturismo deber perseguir la desestacionalización, reclama Amanda Guzmán; para que las microempresas que lo ofrecen sean rentables, “es importante que haya actividad todo el año”. Hay buenas señales: el 64% de las que participaron en el observatorio llevan operando más de 10 años, y el 46,3% ha observado un aumento significativo de clientes fuera de temporada alta, sobre todo en otoño. Una segunda clave es la distribución de este turismo para que no sea masivo; “que se dé en todo el territorio”, menciona Guzmán.

Entre los aspectos a mejorar reclama una mayor promoción del producto ecoturístico (a través del próximo Plan Estratégico de Marketing de Turespaña), “pero con garantías”, reclama Guzmán, avalando “que hacemos las cosas bien”. El segundo hándicap es la digitalización: aunque el 96,6% de las empresas del observatorio tiene web, solo el 45% utiliza un motor de reservas.

Mientras se mejoran dichas carencias, la AEE proporciona consejos básicos para que los usuarios identifiquen (y contraten) verdaderas experiencias ecoturistas. Escoger espacios naturales protegidos para viajar y empresas “legales” con algún tipo de certificación, implantadas en el territorio y con algún distintivo o declaración de su compromiso con la zona; consumir y comprar producto local, y sobre todo contratar experiencias guiadas, que proporcionen ese componente de sensibilización hacia el entorno que distingue al auténtico ecoturismo. “No se conserva lo que no se conoce y lo que no se ama, concluye Amanda Guzmán.

Planes de ecoturismo certificado en España

Vuelo en globo sobre en el parque natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa (Girona).

La recientemente presentada Reserva Ecoturista de la España Verde, un extenso corredor ecoturístico que abarca cuatro comunidades autónomas (Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi), 330 empresas y 55 agentes locales, ofrece 118 experiencias certificadas a lo largo de todo el frente cantábrico. Escogemos una de ellas, junto a cuatro planes más de turismo comprometido con los parajes que los acojen, recomendados y avalados por la Asociación de Ecoturismo en España.

Como científicos. La posibilidad de participar en la recuperación de una especie en peligro es posible en Benia de Onís (Asturias). Junto a técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, se asiste al seguimiento individualizado de ejemplares mediante localizador GPS, se desvelan detalles sobre su reintroducción en Picos de Europa no expuestos al público, y después se acude al Mirador de la Reina, en los Lagos de Covadonga, para contemplarlos en vuelo.

Charranes a babor. A bordo del Chasula, un histórico pesquero de Arousa, el reto es capturar con los prismáticos, desde Cambados al cañón de Vigo (y vuelta), especies más o menos comunes de avifauna marina como el charrán patinegro, alcatraces, o una pardela capirotada. Un guía ornitológico provee información sobre los avistamientos durante toda la singladura, entre los que no se descartan delfines saltarines o el soplo de alguna ballena.  

Vivac pirenaico. Esta propuesta montañera para toda la familia, siempre acompañados de un guía profesional titulado, arranca en Escalona, en plena comarca del Sobrarbe, con una aproximación en 4x4 para pasar dos días (y una noche) en zonas de media y alta montaña. Senderismo rodeados de los paisajes del Pirineo oscense, avistamiento de sarrios y buitres leonados, contemplar de un amanecer en altura y, como colofón, una excursión interpretada por el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido para conocer su fauna, flora y geología.

Vuelo en globo. Toca madrugar mucho y que el viento esté de buenas, pero el esfuerzo tiene recompensa: una perspectiva aérea de 360º del paisaje de cráteres extintos cubiertos de vegetación verde que despliega el parque natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa (Girona); no hay vista mejor posible, ni más serena. La travesía, que despega junto al volcán Croscat, incluye un brindis con cava rosado a bordo, que acompaña a una deliciosa coca de chicharrones, típico postre local.

Atracón estelar. Luces fuera y constelaciones dentro en el observatorio Polaris (Barajas, Navarredonda de Gredos, Ávila). En un ambiente acogedor y privado (máximo 12 personas), toca zambullirse en el cielo nocturno de la Sierra de Gredos, declarada Reserva Starlight por su calidad. Con la interpretación de un guía acreditado, la potencia de un telescopio Celestrón CPC 800, un chocolate casero (en meses fríos) y un láser verde, se disfruta una completa sesión de aprendizaje sobre el firmamento para todos los públicos. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jordi Pastor
Redactor de la sección Extras especializado en medio ambiente y naturaleza, antes trabajó en el suplemento El Viajero. Inició su labor profesional en 'Desnivel', editorial referente en información sobre montaña y escalada. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y culminó sus estudios en la Universidade de Coimbra.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_