
Cinco décadas, dos reyes y una institución en transformación: así explican la monarquía quienes mejor la conocen
España cumple 50 años de monarquía parlamentaria y el aniversario llega con reflexión interna. Cuatro exjefes de la Casa del Rey —Fernando Almansa, Alberto Aza, Rafael Spottorno y Camilo Villarino— repasan para EL PAÍS las luces y sombras de la institución desde Juan Carlos I hasta Felipe VI.
La monarquía como puente tras el franquismo. Almansa y Aza coinciden en que fue la vía más viable para pasar de la dictadura a una democracia estable. El Rey adoptó un papel simbólico y neutral mientras el poder recaía en el Ejecutivo, lo que permitió una transición ordenada.
¿Qué marcó el reinado de Juan Carlos I? Destacan su carácter abierto, empático y pragmático, capaz de generar enorme popularidad y alimentar un juancarlismo que, según Aza, eclipsó a la institución.
¿Cuándo comenzaron los problemas? A partir de la década de 2010, los escándalos personales —regalos millonarios, infidelidades, la cacería de Botsuana— coincidieron con una España hundida en la recesión.
- El Caso Nóos y las investigaciones sobre sus cuentas aceleraron el desplome reputacional del monarca.
- Para Spottorno, la abdicación fue “lo menos malo” que podía hacerse para preservar la Corona.
¿En qué se diferencia Felipe VI? Almansa y Villarino subrayan que afronta una España más fragmentada y polarizada. Su estilo, más contenido y orientado a la ejemplaridad, contrasta con la energía expansiva de su padre.
¿Y el futuro? Los cuatro coinciden en que la monarquía solo sobrevivirá si demuestra utilidad y una conducta irreprochable. La prioridad, dicen, es que nadie pueda sentirse avergonzado de su jefe del Estado.
©Foto: Carlos Rosillo