
El último derecho de Ramón Bayés: burocracia, dolor y una despedida que no fue como él quería
El catedrático en Psicología Ramón Bayés, referente en cuidados paliativos y defensor del derecho a morir con dignidad, decidió acogerse a la eutanasia a los 94 años. Su vida había perdido sentido tras quedarse ciego, y optó por una muerte consciente, dentro de la ley. Sin embargo, lo que debía ser un camino sereno se convirtió en una experiencia marcada por la burocracia y los fallos del sistema sanitario.
- El procedimiento se prolongó más de tres meses, el doble del plazo legal.
- Desde el inicio hubo obstáculos: el primer médico que lo atendió era objetor de conciencia y ni siquiera inició el trámite.
- Sus allegados tuvieron que insistir, coordinar gestiones y presionar para que se respetara su voluntad.
A ello se sumó la falta de formación: la eutanasia exige tiempo, empatía y escucha, pero muchos médicos no están preparados para abordar la muerte ni el sufrimiento emocional.
Bayés no murió exactamente como hubiera querido. Aunque pudo ejercer su derecho, el proceso fue doloroso, lento y lleno de trabas. Su caso revela una pregunta incómoda: si alguien con su experiencia, apoyo y conocimiento vivió así el final, ¿qué pueden esperar quienes están solos o desinformados?.
©Foto: Laura Piñero