
El tratado global contra el plástico ha vuelto a fracasar (y esto puede afectarte más de lo que crees)
Tras dos años y medio de negociaciones y seis rondas de conversaciones entre casi 200 países, el esperado tratado global contra la contaminación por plástico sigue sin ver la luz.
¿Qué ha pasado? La última cumbre en Ginebra, celebrada bajo el paraguas de la ONU, ha terminado sin acuerdo. Las divisiones entre Estados —y los intereses económicos que frenan la acción ambiental— han vuelto a bloquear un pacto que se considera urgente.
¿Cuál era el objetivo del tratado? Crear un marco legal vinculante que regule todo el ciclo de vida del plástico: desde su producción hasta su reciclaje.
El gran escollo: el principal punto de fricción es la posibilidad de restringir la producción de plástico.
- Unos 80 países, incluida la Unión Europea, lo ven esencial; pero otros —como Arabia Saudí y otras naciones petroleras— lo rechazan tajantemente.
¿Qué tiene que ver el petróleo con el plástico? Mucho.
- El plástico, derivado del petróleo, es una vía de escape para las economías fósiles ante la caída del consumo de crudo por la transición energética.
- Por eso, limitar su producción amenaza su modelo económico.
Las cifras que alarman: según la OCDE, si no se toman medidas urgentes, la producción mundial de plástico aumentará un 70% en las próximas dos décadas.
- En 2040, solo el 6% procederá de materiales reciclados, y la contaminación por plásticos mal gestionados crecerá un 50%.
©Foto: Peter Dazeley (Getty Images)