Tres planes para despedirse de Madrid: una cena con vistas al campo del Bernabéu, unas copas en un nuevo club y la mejor tarta de queso

El otoño ha llegado oficialmente a Madrid. El cambio de estación es también para muchos un cambio de temporada. Algunos se van, otros llegan y, entre medias, algunos simplemente buscan algo nuevo en su rutina. Este Madrid te enreda va dedicado a los primeros, a quienes buscan vivir esas experiencias que siempre dijeron que querían hacer pero no hicieron porque no les dio tiempo a enredarse, a quienes quieren abandonar la ciudad con un recuerdo bonito.

En busca de dejar Madrid inmortalizada en la memoria para querer volver siempre a la que por un tiempo fue su casa, qué mejor que disfrutar de vinos y buena comida. Aquí van, por tanto, tres planes para impresionar con noches que ojalá nunca acabaran en compañía de ese que ya es madrileño por adopción y que tal vez no vaya a estar aquí para ver caer las hojas del Retiro, pero que merece lo mejor que esta ciudad tiene para ofrecer.

KŌ by 99 Sushi Bar: una izakaya en las alturas

En la planta 10 del renovado Bernabéu, donde el cielo parece estar más cerca y Madrid se extiende como una promesa, los hermanos Fernando y Pedro León han creado algo más que un restaurante. “Teníamos claro que queríamos formar parte de este proyecto icónico. No es un 99 Sushi Bar más, es otra cosa”, comentan.

KŌ by 99 Sushi Bar (Calle del Padre Damián, 3) es una izakaya contemporánea con alma nocturna, cocina japonesa de altísimo nivel y un bar que ya figura entre los más codiciados espacios y cuenta con DJ los fines de semana y una terraza que quita el aliento con vistas al campo del Bernabéu.

Pero si hay algo que lo distingue es esa sala privada para nueve personas con arte contemporáneo y botón para llamar al camarero. “Queríamos crear un espacio donde el lujo fuese íntimo”. Abren todos los días, y en días de partido, 140 VIPs viven allí su propio hospitality blanco. “Aunque vengas sin camiseta blanca, aquí te vas a sentir en casa”. Madrid tiene un nuevo mirador con espíritu nipón y corazón castizo. “Probar un tartar de toro tan delicioso en lo más alto del Bernabéu es algo que no voy a olvidar seguro”, asegura Santiago Forero. No hay otro sitio igual en donde despedirse de la ciudad.

Chitón, el restaurante que baja el volumen y sube el nivel

En una ciudad donde la oferta gastronómica no deja de multiplicarse, algunos siguen apostando por lo esencial: un buen plato, una sala bonita y un servicio que no interrumpe pero acompaña. CHITÓN (Calle Bárbara de Braganza, 9) abrió hace apenas unos meses con una idea clara: que cada visita merezca la pena. Lo hace desde un local de dos niveles en pleno barrio de Justicia: restaurante arriba, club abajo.

El primero propone una carta sencilla y cuidada, diseñada por Miguel Vidal, y un espacio ideado por De la Villa Studio donde no sobra nada. El segundo, con más de cien referencias de bebidas y DJ rotatorios, se activa a partir de las 22.30 de miércoles a sábado, y funciona hasta las 4.30.

“Sabíamos que Madrid necesitaba algo así”, explican sus creadores. De martes a sábado, el restaurante abre sin pausa entre la comida y la cena. El club, más selectivo, tiene noches con más movimiento —viernes y sábados— y otras algo más accesibles. En el lugar se recomienda pedir el solomillo con las patatas con caviar.

CHITÓN también dialoga con lo que lo rodea. Está cerca del María Guerrero, del Arqueológico, de Salesas. El plan ideal, según sus impulsores, es llegar después de una tarde cultural o una caminata por Serrano. El precio medio ronda los 50 euros. Aquí solo hay ganas de quedarse un poco más para no tener que decir adiós.

Luna & Wanda abre en Las Salesas: más que tartas, una experiencia boutique

La tarta de queso más famosa de Madrid, esa que nació en un horno doméstico en pleno confinamiento, acaba de estrenar su tercer local en Las Salesas en la calle Belén a la altura del número dos. “Queríamos formar parte de un barrio que respira diseño, moda y creatividad”, cuenta Sergio Arjona, el fundador de Luna & Wanda. “Es la mejor tarta de queso que me he comido en mi vida”, asegura José Muñoz afuera de su nuevo local con la cuchara todavía en la boca.

El nuevo espacio, diseñado por Right Design Agency, es luminoso, versátil y elegante, con tonos crema y una atmósfera que invita a quedarse. Son 160 metros distribuidos en dos plantas, pensados no solo como punto de venta, sino también como lugar de encuentro. “Queremos que sea un sitio donde pasen cosas más allá del café y la tarta”, explica Arjona. A partir de octubre, habrá catas de tartas con vino, colaboraciones con marcas afines y eventos a pequeña escala.

La receta de Luna & Wanda sigue siendo secreta, pero no hace falta saberla para entender su éxito: cremosidad perfecta, base de galleta María de las de toda la vida y ese punto tostado que es pura adicción. “No queríamos complicarnos con toppings ni florituras. Solo sabor, textura y verdad”, cuentan.

Entre sus siete variedades destacan La Original, La Pistacchio (con auténtico pistacho siciliano) y La Asustada, con base de Oreo. En 2024 ya han vendido más de 100.000 tartas.

Desde Ferraz a Ponzano, y ahora en Belén 2, Luna & Wanda se ha convertido en un fenómeno. “Seguimos siendo una marca pequeña, pero con ambición boutique”. Y sí: es un gran regalo de despedida para quedarse siempre con ganas de más.