Las angustiosas llamadas de los ancianos fallecidos en la dana: “Estoy subida al sofá, pero el agua sigue entrando”
Las conversaciones del servicio de teleasistencia revelan el pavor y la impotencia de los mayores que perdieron la vida durante la riada de 2024 en Valencia


La última conversación de Lorenza G. con el operario del servicio de teleasistencia de la Generalitat Valenciana que le atendió durante la peor catástrofe natural del siglo –la dana que dejó 229 muertos en Valencia el 29 de octubre de 2024- revela un cóctel de pavor e impotencia. Las rabiosas aguas arrasaron la vida de esta octogenaria que residía en un bajo en Picanya (11.876 habitantes) a cinco metros del barranco del Poyo, génesis de la tragedia. La transcripción de su grabación ha sido incorporada al sumario de la jueza de Catarroja (Valencia) que instruye la riada, Nuria Ruiz Tobarra. La magistrada abrió en septiembre una línea de investigación sobre cómo fallecieron 37 usuarios del servicio de teleasistencia de la Generalitat y la Diputación de Valencia durante la tromba.
Operario: Lorenza, ¿me escucha?
Usuaria: Sí.
O: Vale, Lorenza, cariño, está todo saturado, ¿tiene algún vecino?
U: (…) Entra con mucha fuerza.
O: Súbase, súbase a lo más alto posible. No en el sofá, en una mesa.
U: Estoy subida en el sofá, pero el agua está entrando.
O: Intente ir del sofá a la mesa y suba a la mesa. Sigo pidiendo ayuda, ¿vale?
U: Vale, por favor, rápido.
O: Sí, cariño, no se preocupe, sigo pidiendo ayuda.
U: Vale, ay.
Cuando Lorenza intenta retomar el contacto con el operador, que previamente ha tratado de avisar al 112 –la centralita telefónica de emergencias- y a la Policía Local, se topa con una grabación:
-Lamentablemente, el sistema no puede procesar su solicitud de servicio en este momento. Por favor, cuelgue e intente llamar de nuevo más tarde. Gracias.
La nonagenaria que vivía sola en una planta baja
La siguiente secuencia se desarrolla en Utiel (11.703 habitantes), donde el desbordamiento del río Magro causó un reguero de destrucción a partir de las 14.00 horas del día de la dana. El telefonista alerta a los bomberos y al 112 de que la casa de Anunciación, de 90 años y que reside sola con una perrita en una planta baja, se ha convertido en una ratonera. Solo han podido hablar con su hija.
Ante la dificultad de auxiliar a la anciana, con la que no pueen hablar, la operadora reporta a su hija los movimientos in extremis para tratar de rescatar la vida de la víctima.
Operadora: Hola, Francisca, soy Tere, de Teleasistencia Avanzada de la Generalitat Valenciana. Te recuerdo que la conversación puede ser grabada, ¿no te han llamado ni nada?
Hija: He vuelto a llamar al 112 porque no sabía nada. Dicen que me llaman.
O: Yo he contactado con la policía local de ahí y estaban … Y lo tenían la patrulla y eso. O sea, que gestionado estaba. Porque el 112 está súper saturado con estas cosas. Entonces, he decidido hablar directamente con la policía local y me ha dicho que ellos no tenían allí nada, pero todo lo que les había llegado estaba trasladado a las patrullas y estaban en ello.
H: Claro, pero…
O: Lo que pasa que no perdían el tiempo en… ¿y qué te han dicho en el 112?
H: Nada, que me iban a llamar. Todavía no me han llamado. Pero he hablado con una vecina de enfrente y dice que estaba entrando el agua por las ventanas, que no podían pasar la calle. Para pasar. O sea que mi madre está dentro. Entonces con 90 años y si tiene la casa medio llena de agua, no sé cómo estará ya. Por eso me urgía.
O: Claro, pero en cuanto lo hemos dicho, ellos intentarán por todos los medios acceder a los más vulnerables. Es lo lógico. A ver Francisca…
H: No lo sé, no lo sé porque esto está muy mal, y yo me temo lo peor. Me temo lo peor
O: Toquemos madera, no…eh… lo malo
H: Ya, pero si ella no se puede mover, y estaba entrando el agua
O: Ya, lo sé, lo sé. yo lo he avisado, ellos… Les he dado todos los datos para que lo tuvieran y lo tienen que saber, la policía y los que estén ahí donde están las personas que necesitan más ayuda, que son a las primeras que van, se supone. Vamos, no me asustes.
Las conversaciones del servicio de teleasistencia de Lorenza y Anunciación se han incorporado a las pesquisas tras una petición de la acusación popular que ejerce en la causa la asociación Acció Cultural del País Valencià (ACPV) y después de que este diario divulgara que la dana causó 37 muertes entre las personas conectadas a este dispositivo durante la tromba.
El dato de que la inundación de 2024 dejó 37 fallecidos –el 16% del total- dependientes conectados a teleasistencia de la Generalitat se conoció tras una respuesta de la vicepresidenta primera de la Generalitat, Susana Camarero, al grupo socialista en Les Corts el pasado septiembre. La dirigente, mano derecha del presidente en funciones, Carlos Mazón, ya se situó en el epicentro de la controversia por su gestión de la tragedia después que se conociera que abandonó el Cecopi –el organismo de la Generalitat que coordinó la crisis- cuando arreciaba lo peor de la catástrofe para asistir a una entrega de premios.
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