Ecuador de la legislatura de Mazón: presupuestos gracias a Vox, protestas en la calle y un futuro incierto

Carlos Mazón fue el primero en llegar a un acuerdo con Vox para gobernar tras las últimas elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023. Dos años después, el presidente de la Generalitat y del PP valenciano es también el primero (y de momento, único) en pactar de nuevo con la ultraderecha para aprobar unos presupuestos autonómicos para este año. “Es un día muy importante y hay que agradecer la actitud de Vox, que ha estado a la altura”, reiteró ayer el jefe del Consell, que gobierna en minoría.

Un día muy importante porque son los “presupuestos de la reconstrucción” de la provincia arrasada por la dana que se llevó la vida de 228 personas, insistió, y porque se ha acogido a las cuentas como si fueran una tabla de salvación política, al menos de manera temporal. Alberto Núñez Feijóo, presidente nacional del PP, dio su apoyo a estas negociaciones (y no a las del pacto por la Generalitat, que se cerraron rápidamente y considera que lastraron sus resultados en las generales al movilizar a la izquierda), insufló algo de aliento a Mazón y le sirve también para cargar contra el presidente socialista Pedro Sánchez por prorrogar de nuevo sus cuentas.

El futuro político de Mazón, no obstante, sigue pendiente de un hilo por su gestión y ausencia en las horas clave de las riadas del 29 de octubre. El propio Feijóo evitó el lunes confirmar su continuidad con un ya se hablará “en el momento oportuno” y se centró en la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, que ascienden a 32.291 millones de euros, un 8,6% más que en el ejercicio anterior, e incorporan 2.364 millones de euros para la reconstrucción.

Para ello, el PP ha abrazado parte del ideario ultra de Vox aprobando medidas como reagrupar a menores migrantes no acompañados, restaurar algunos vestigios franquistas, recortar notablemente los fondos a los sindicatos y la patronal, asfixiar económicamente a la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) por defender las tesis universitarias respecto al valenciano o eliminar las alusiones al cambio climático o a la violencia de género.

El PP (40 diputados) y Vox (13) impusieron su mayoría al sumar 53, por 46 de la oposición (PSPV-PSOE, 31, y Compromís, 15) en el debate de los presupuestos que se comprimió ayer en una sola sesión por primera vez en decenios. Tras la votación, la bancada de los populares y de Vox se levantó como un resorte y arrancó a aplaudir mientras en la de la oposición pedían al unísono la dimisión del president y esgrimían carteles con el lema “Mazón dimissió” y “Volem votar”. Mazón y el portavoz de Vox, José María Llanos, se felicitaron en el centro del hemiciclo.

Con el proceder habitual en Les Corts, la votación habría coincidido este jueves, 29 de mayo, con los siete meses de la dana, la séptima manifestación contra Mazón por su gestión y la primera huelga general convocada por unos sindicatos (Intersindical, mayoritario en la enseñanza; CGT; CNT y COS) por el mismo motivo. Las protestas no cesan en la calle. Ayer ya hubo en las puertas del parlamento, mientras dentro la oposición, incidían en que los presupuestos “del odio” “no van a salvar a Mazón”.

El partido liderado por Santiago Abascal ha pactado en Valencia lo que no ha hecho de momento en Aragón, Baleares, Murcia o Castilla-León, comunidades en las que el PP también gobierna en minoría y precisa sus votos por sacar adelante sus cuentas (en Cantabria, cuentan con el respaldo del PRG de Miguel Ángel Revilla). Mazón se jactó ayer de ello.

Vox juega sus cartas y mantiene así a un presidente en situación de gran debilidad, al que antes de la dana las encuestas sonreían, si bien reitera que el argumento principal para apoyar los presupuestos es “la necesaria reconstrucción” de los 78 pueblos afectados por la dana, en palabras del portavoz parlamentario, José María Llanos. Abascal repitió hace una semana que no había recibido llamadas del PP para intentar pactar el relevo del presidente de la Generalitat por un diputado autonómico del grupo popular, una operación para la que es imprescindible contar con los votos de Vox.

Algunas fuentes apuntan que ese diputado popular podría ser Juanfran Pérez Llorca, portavoz del PP en Les Corts, hombre de confianza de Mazón y el único cargo autonómico en el comité organizador del próximo congreso nacional de los populares en su condición de secretario general del partido. Pérez Llorca niega la mayor y ayer mismo repitió que cree que Mazón “acabará la legislatura” y que si alguien tiene que dimitir es “Sánchez”, por no aprobar sus presupuestos.

Cálculos políticos

Preguntado sobre su futuro ante de asistir ya por la tarde al pleno, Mazón respondió que no está para “reflexiones” sobre su persona” ni para “cálculos políticos”. Él está “por la reconstrucción”, dijo, y en este sentido anunció que el vicepresidente segundo, el militar Francisco José Gan Pampols, presentará el plan de actuación a principios de junio. Defendió los presupuestos que van a “consolidar el cambio” iniciado hace dos años y acaban con “el infierno fiscal” gracias a una “nueva bajada de la presión fiscal” y que, pese a ello, se va a “recaudar más”. El pasado año ya se recaudó un 7,8% más, apuntó el president, sin mencionar que el incremento se debió al tirón del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Actos Jurídicos, que grava principalmente la actividad inmobiliaria. Mazón se dejó llevar por la hipérbole y dijo literalmente que la Generalitat ha aprobado “80.000 ayudas frente a cero del Gobierno”.

La ministra de Ciencia y secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, afirmó que los presupuestos son “el pago en especie” que le hace el PP a Vox para mantener a Mazón “en el sillón de president”. “Es muy triste, pero somos la primera comunidad autónoma en este país donde gobierna Vox”, señaló en el patio de Les Corts. Avisó que a la derecha le salen los números dentro del parlamento valenciano, pero no en la calle. Y citó la encuesta publicada este miércoles por el diario Levante EMV en la que 8 de cada 10 valencianos considera que Mazón “debería de estar ya dimitido”.

Media hora antes del debate, Compromís desplegó una pancarta donde podía leerse “Mazón, dimissió” en el jardín del Parlamento. Joan Baldoví, portavoz de Compromís, manifestó: “El PP y Vox ganarán muchas votaciones, probablemente todas, pero eso no responderá a la mayoría social que hay en la calle que considera que Mazón tiene que dimitir”. Añadió que las cuentas “son las del odio al valenciano, a las víctimas de la memoria histórica, a la concordia, al diálogo social, a los servicios públicos, a la diferencia, a todo”.