Mustafá era en realidad su primo muerto: la familia que falseó la identidad de un niño para sacarlo del infierno de Gaza hacia España
La OMS asegura que es un caso “único y aislado que refleja las terribles condiciones en la Franja”


Sentada en el suelo, rodeada de niños y junto a su hermano, Samar enseña la documentación de su hijo, Mustafá. Es un bebé gazatí de 11 meses, que desde el 31 de julio está a salvo de la guerra en España. Samar se lo dio a su sobrino con un plan delicado: que lo hiciese pasar por el hijo de este, con una enfermedad coronaria grave, que había sido elegido para ser tratado en un hospital en España. El bebé murió en marzo, meses antes de que partiese el avión, pero ambas familias acordaron que usarían la documentación para salvar a otro niño. “Se lo entregué a mi sobrino, Abdallah, para que lo acogiera, lo criara y lo mantuviera vivo”, cuenta Samar en un vídeo para descargar a su pariente de cualquier responsabilidad, y que consta en la causa judicial abierta en España por la suplantación. “El asedio nos mata: mis hijos tienen hambre […]. Nuestro destino es la muerte”, lamenta la mujer, de 29 años, que pide que la ayuden a reunirse con su hijo.
Abdallah, su mujer y Mustafá partieron de Gaza y aterrizaron en España, a través de Jordania, en la última de las operaciones coordinadas por la OMS para evacuar de la Franja a personas por motivos sanitarios. Los niños viajan acompañados de sus familias. En Europa, España ha liderado la acogida de enfermos, principalmente niños, y ha participado hasta el momento en cuatro derivaciones sanitarias. En el vuelo de Mustafá viajaban en total 13 niños y niñas, con 45 familiares: seis padecían cardiopatías congénitas, cinco con enfermedades oncológicas, y dos con cuadros de traumatología o cirugía plástica. Al día siguiente de su llegada, la OMS comunicó al Ministerio de Sanidad “sus sospechas” sobre la suplantación, según detalla un portavoz del ministerio a preguntas de EL PAÍS. Mustafá, que a finales de octubre cumplirá un año, fue trasladado al hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Allí los médicos detectaron que sufría problemas estomacales, pero no la enfermedad coronaria que constaba en su documentación, confirman fuentes del centro médico. Al poco, fue dado de alta, en buen estado de salud.
El descubrimiento fue comunicado también al Ministerio del Interior, que gestiona la documentación de los recién llegados como solicitantes de asilo, y obligó a la apertura de una causa judicial por la situación irregular del menor de edad. La gestión de la tutela derivó también en la apertura de un proceso de acogida, en el que Mustafá pasó unos días bajo la guarda de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAiA), hasta que fue entregado de nuevo a sus parientes. El juzgado de instrucción 25 de Barcelona mantiene todavía abierta la investigación, por lo que la oenegé Accem, que gestiona la acogida de Abdallah, su mujer y Mustafá, a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social, y Migraciones, ha declinado hablar con este diario. Prefieren esperar al desenlace de la causa, que según todas las fuentes consultadas acabará archivada.
La derivación de enfermos en la Franja de Gaza al extranjero es un delicado proceso, coordinado por la OMS. Empieza cuando un médico especialista que atiende al paciente considera que su cuadro clínico obliga a ser tratado fuera del país. El enfermo rellena un formulario en el servicio de atención al paciente del hospital donde se visita, y son las autoridades sanitarias quienes revisan el caso, deciden la prioridad y aprueban la evacuación. La lista de las personas seleccionadas se comparte entonces con la OMS, que comprueba que la documentación médica esté completa, y la envía a posibles países anfitriones. Cuando todo está listo, se envía a las autoridades israelís para la autorización de salida, y se coordina la salida con los pacientes y los países que los recibirán. Desde el inicio de la guerra, la OMS ha coordinado la evacuación de más de 7.700 personas. “Este es un incidente único y aislado que refleja las terribles condiciones en Gaza, donde padres y familias se ven obligados a tomar decisiones desgarradoras para sobrevivir”, asegura una portavoz de la organización, que explica que supieron de la alteración porque un familiar de Mustafá avisó a las autoridades sanitarias en Gaza.
El Ministerio de Sanidad admite, sin embargo, que en la última operación del pasado 31 de julio ocurrió otra irregularidad. En este caso, una familia suplantó a su hija muerta por otro de sus hijos, que también falleció en marzo. De nuevo, las comprobaciones médicas revelaron que el menor que atendieron en un hospital de Navarra no padecía las patologías del registrado en la operación. Pero en ese caso, al viajar con sus padres, no hubo problemas con la gestión de la tutela. Sanidad recuerda que las comprobaciones sobre el terreno, que asegura que lleva a cabo la OMS, se hacen en “condiciones muy complejas”. “No existe ningún hospital en Gaza que esté plenamente operativo, de los 26 hospitales, solo 18 continúan parcialmente operativos”, añaden, sobre la situación terriblemente precaria en la zona en guerra, donde los “sistemas administrativos apenas funcionan”. Si el niño muere en el hospital, el centro registra el fallecimiento, pero si lo hace fuera, depende de la propia familia.
“Nos acostamos con hambre y nos levantamos con hambre”, describe Samar en el vídeo enviado a su sobrino Abdallah, que asegura que hace todo lo posible por sus cinco hijos. Ella y su familia se han desplazado de Bani Suhelia a Jan Yunis, donde sigue con su hermano, y explica que no sabe si su marido “está vivo o muerto”. Mientras habla, le coloca bien el chupete a su hija pequeña. “Tiene un año y 10 meses y no puedo darle comida, ni bebida, ni ropa, ni pañales”, detalla, sobre su situación. “Cada día veo la muerte. Nos levantamos sin agua potable ni electricidad”, explica, y lamenta que la poca comida que tienen la consigue su hermano, que va a las “cocinas solidarias”, pero está “en mal estado”. Y acaba con una petición de auxilio: “Ruego a las organizaciones en España que nos reúnan con nuestro hijo y nos salven de esta situación”.
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