Los bosques catalanes resucitan tras la sequía y afrontan un verano prematuro
La Generalitat alerta de que la combinación de los árboles muertos que no han conseguido rebrotar y el crecimiento de la vegetación tras las lluvias primaverales puede complicar el riesgo de incendio este verano, que se espera cálido


La vista desde el refugio de montaña Ulldeter, cerca del nacimiento del río Ter, en el extremo oriental del Pirineo catalán, alumbra un paisaje verde que se pierde en el horizonte. La ola de calor deshiela la nieve que todavía resiste y alimenta un río que baja con fuerza. La transformación del marrón al verde se extiende alrededor de su curso, de más de 200 kilómetros, hasta su desembocadura en l’Estartit (Girona). De norte a sur Cataluña ha rebrotado y es algo también muy visible desde la propia Barcelona, donde la imagen de la sierra de Collserola es completamente distinta a la de 2023, cuando las secas cicatrices de la peor sequía del siglo en Cataluña descoloraron muchas zonas del parque natural.
“Hemos visto encinas que estaban completamente marrones y que ahora están completamente verdes. O robles y determinados pinos que han tenido muy poca agua durante muchos años y han resistido. Hemos tenido unas condiciones muy duras, pero la vida ha tirado hacia delante. Nos interesa mucho estudiar este límite. Ha sido una lección del que nos vendrá”, explica la ambientóloga del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) Mireia Banqué.
En 2023, el peor año de la crisis hídrica, los bosques en Cataluña afectados por la sequía batieron un récord, con un registro de 66.482 hectáreas afectadas, seis veces la ciudad de Barcelona, según el informe de Deboscat, un proyecto de Creaf para disponer de una radiografía precisa del estado de la salud forestal catalana en el que colabora el Cuerpo de Agentes Rurales. Banqué explica que, a falta de publicar el informe de 2024, más de la mitad de estas hectáreas mejoraron gracias a las lluvias primaverales y estivales de ese año. La gran recuperación, en cualquier caso, ha llegado este 2025, cuando un frente de precipitaciones trajo el mes de marzo más lluvioso en lo que llevamos de siglo.

Con todo, la resurrección verde de la pasada primavera no ha logrado revivir algunos de los cementerios de pinos de las zonas donde el agua llegó demasiado tarde, como en el Garraf (Barcelona). “Hay bosques que no están como si no hubiera pasado nada”, enfatiza la experta. “Lo que estamos viendo y es muy interesante [para estudiar] es que [en determinadas zonas] algunas especies de pinos que hasta ahora creíamos que eran muy resistentes, como el pino blanco, no han logrado rebrotar”, explica la ambientóloga, que también añade que ha habido ejemplares de encinas y robles que tampoco han logrado rebrotar.
El episodio extremo también hizo especial mella en los bosques donde abunda el pino rojo, muy frecuente en el centro y norte de Europa, y que como explica Banqué, está viendo reducida su frontera de expansión en la Península Ibérica. “Lo que está ocurriendo es que ya no encuentra en nuestro territorio una zona de confort. No ha habido una mortalidad masiva, pero sí que ha habido afectaciones en comarcas como El Berguedà (Barcelona), Osona (Barcelona) o el Moianès (Barcelona). Esto irá a más, porque los episodios de más calor y sequía serán más recurrentes. Progresivamente irá desapareciendo y puede ser que suba de cota, más al norte”, dice.
La peor sequía desde que existen registros vació los embalses, secó los bosques y dejo deberes pendientes ante las futuras y recurrentes episodios que irremediablemente traerá el cambio climático. “Ahora sería el momento para la buena gestión forestal. Tenemos bosques muy densos, hay que reducir la competencia, hacer una tala selectiva para sacar masa forestal y lograr una mayor resiliencia”, concluye Banqué.
La paradoja de las lluvias: un combustible para incendios
La Generalitat de Cataluña prevé que la campaña forestal de este año, que se inició este junio, pueda ser “intensa” a partir de la segunda quincena de julio tras una llegada prematura del calor intenso. El Govern celebra que las lluvias de esta primavera han supuesto una “importante mejora en el estado de los bosques” y que por esta razón la campaña se iniciará “desde un buen punto de partida”. Sin embargo, alerta de que en la provincia de Barcelona, Girona y el norte de Lleida la sequía ha dejado un “nombre importante de hectáreas de árboles muertos” que ya no se recuperarán. Y esto, combinado al gran crecimiento del bajo bosque que creció en primavera por la gran cantidad de agua caída (y que ya se está secando), dejará un combustible que puede complicar el riesgo de incendio este verano, que además se espera cálido.
Los incendios forestales en Cataluña han tenido una tendencia a la baja en los últimos años, según se desprende de las estadísticas de los Bomberos de la Generalitat. “Si se comparan los datos de la actual década con la anterior, se produce una mejora importante, pasando de 600 incendios de media a 500″, recoge el dossier sobre la campaña forestal presentado a principios de mes por la consejería de Interior. Durante esta campaña se dispondrá de 2.930 bomberos profesionales (133 más que el pasado año) y de 1.577 bomberos voluntarios (266 más que en 2024).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
