Cataluña mejora el reparto de los alumnos extranjeros, pero no el de los vulnerables
La Síndica de Greuges presenta su informe de seguimiento del Pacto contra la Segregación escolar, que contiene medidas como el cierre de escuelas para evitar la sobreoferta


Cataluña avanza en el reparto equitativo de alumnos extranjeros, pero no tanto en la distribución de alumnos en situación de vulnerabilidad (etiquetados como NESE B), donde la segregación no ha mejorado. Así lo refleja el último informe de seguimiento del Pacto contra la Segregación escolar, elaborado por la Síndica de Greuges y presentado este miércoles en el Parlament y que ha contado con la representación amplia de la comunidad educativa. “La segregación escolar es una grieta social”, ha resumido la consejera de Educación, Esther Niubó, quien ha defendido también la lucha contra las desigualdades. “No queremos escuelas de ricos y pobres ni trayectorias educativas según el código postal”, ha añadido.
El Pacto, firmado en marzo de 2019, consta de 30 medidas, de las cuales se han cumplido 14 (una más que el año pasado), mientras que el resto están en proceso. En la presentación del informe, la síndica Esther Giménez-Salinas ha hecho una lectura positiva, centrándose en el reparto de alumnos de nacionalidad extranjera. Según esta perspectiva, las estadísticas muestran cómo desde la entrada en vigor en el curso 2022-23 del decreto de admisiones (para repartir los alumnos vulnerables entre todos los centros) la presencia de estudiantes extranjeros ha empezado a equilibrarse lentamente en la red educativa: en la pública ha bajado del 21,8% ese curso al 21,3% el curso siguiente en primaria, aunque en la secundaria sube del 16,5% al 17,2%. En la concertada suben los porcentajes en todas las etapas: del 14,1% al 16,5% en primaria y 11,4% al 13,6% secundaria.
Pero si el foco se pone en los alumnos vulnerables ―lo son el 50% de los menores extranjeros―, el informe revela que los niveles de segregación escolar no se han reducido. De hecho, desde el curso 2018-19, el año en que se firmó el Pacto, el porcentaje de segregación de alumnos vulnerables no ha variado, sino que ha aumentado ligeramente. Tampoco se percibe un gran cambio desde el curso 2022-23, cuando entró en vigor el decreto de admisiones (para repartir a los alumnos vulnerables entre todos los centros), y los porcentajes se mantienen estables respecto al año siguiente. Sí se nota un descenso respecto al curso actual, pero en este caso se toma la cifra de inicio de curso, sin tener en cuenta el gran fenómeno que desbarata los planes antisegregación que es la matrícula viva o los alumnos que llegan a mitad del curso. “Los niveles de segregación del alumnado con necesidades educativas son más elevados que en el caso del alumnado extranjero”, concluye el informe.
Este hecho no es baladí, ya que este curso (y hasta el mes de mayo) se han incorporado unos 75.000 alumnos fuera de plazo, según las cifras aportadas por la consejera Esther Niubó hace un mes. En este sentido, el informe de la Síndica también refleja que el porcentaje de alumnado extranjero cada vez es mayor: ha pasado del 16% en 2018 a 19,8% el curso pasado en primaria y del 11,8% al 16% en la ESO. Este goteo constante de alumnos dificulta un reparto adecuado (muchas veces estos alumnos son colocados en centros ya segregados porque son los que disponen de plazas).
El informe admite que las estadísticas sobre el reparto de los alumnos vulnerables “hay que tratarlas con cautela”, también por el hecho de que hay una mayor detección de estas necesidades y por un aspecto esencial: el acceso a los datos. “La disponibilidad de datos estadísticos sobre la composición social de los centros todavía es muy limitada”, lamenta el informe.
La Síndica también realiza una serie de recomendaciones a la Generalitat, como mejorar la detección de alumnos vulnerables cuando acceden al sistema en Infantil3, aumentar las plazas de guardería para facilitar la escolarización de alumnos inmigrantes y con menos recursos o evitar la matrícula de alumnos fuera de plazo en las escuelas más segregadas. Asimismo, la institución pide mejorar la planificación y reprocha la decisión de Educación de cerrar líneas de escuelas de alta complejidad “porque ello tiene un efecto segregador, ya que las plazas se llenan con hermanos” y no permite que entren alumnos que no logran plaza en otros centros.
Cierre de escuelas
Uno de los elementos que fomenta la segregación escolar, coinciden los expertos, es tener una sobreoferta educativa. En este sentido, y en el contexto de descenso de natalidad, una de las medidas propuestas por la Síndica es el cierre de escuelas, ya sean centros públicos ubicados en barracones, concertados donde sobren plazas “o, si es necesario, centros de máxima complejidad altamente guetizados”, asegura el informe, ya que esta situación de elevada segregación “vulnera el derecho a la educación en igualdad de oportunidades”. Y avanzándose a polémicas y protestas de familias o docentes, la Síndica recuerda que la decisión “se enmarca dentro de las funciones de programación de la oferta” que tiene la Administración.
Las carencias de las ‘mochilas’ económicas
El informe también hace una crítica sobre el sistema de ayudas a la escolarización que reciben los alumnos vulnerables, conocidas como mochilas económicas. Según la institución, el modelo actual no garantiza la igualdad de oportunidades porque cubre costes diferentes en la escuela pública y en la concertada. Además, el sector de la concertada se queja de que el importe de la ayuda (988 euros) no cubre los gastos de escolarización y de que los pagos de la Generalitat llegan tarde. De hecho, la Síndica trabaja en actualizar el coste de la plaza escolar, que espera tener listo en julio o septiembre.
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