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Bares de Barcelona buscan fórmulas para limitar el tiempo en sus terrazas

Algunos locales optan por restringir el uso del portátil para que los consumidores no hagan de las mesas un espacio de trabajo

Terraza del Caffè Perfetto en la Barceloneta, este jueves.

Cada vez más bares de Barcelona ponen en marcha medidas para evitar que algunos clientes abusen del tiempo que ocupan las mesas sin consumir. El caso más reciente: “Precio del café: 1,60 euros. Si estás más de treinta minutos: 2,50 euros”. Este cartel, pegado en las mesas de la terraza de un local de la plaza de la Barceloneta, ha desatado la polémica en las redes estos últimos días, ya que varios usuarios han tachado la medida de “ilegal y arbitraria”. Massimo, propietario del local, el Caffè Perfetto, resta importancia al asunto: “En un mes hemos cobrado este suplemento tres veces, es solo una forma de concienciar a los clientes para que no pasen tres horas en la terraza con un expreso mientras hay cola para sentarse”.

Massimo tomó esta decisión hace un mes a raíz de una confrontación entre unos clientes que llevaban varias horas en una mesa sin consumir y un grupo que llevaba tiempo esperando para sentarse, ante la falta de mesas libres: “Tuve que intervenir para calmar los ánimos, y como prefiero evitar conflictos, opté por la medida del cartel”, declara. En ese mismo momento señala una de las mesas de su terraza: “Aquella chica de allí lleva más de una hora sentada en la terraza, pero como hay otras mesas libres, no le cobraré de más”. La medida, aclara, es puramente “orientativa”.

En su opinión, el aviso ha sido bien recibido por la mayoría de su clientela. Mari, vecina del barrio marinero de la capital catalana y habitual del bar, observa la medida con buenos ojos: “Los vecinos del barrio estamos acostumbrados a tomar aquí el café y a veces nos tiramos más de una hora. Pero claro, si vemos que hay gente esperando y llevamos rato ocupando el espacio sin consumir, cedemos la mesa”. También, critica el revuelo generado en las redes: “Antes de opinar, es mejor venir aquí y ver cómo funciona en realidad esto”. Andreas Abraham, que acude a la Barceloneta muy a menudo, añade que la medida debe emplearse siempre “con sentido común”. Por otra parte, Marina, vecina de la zona, cree que poner un cartel “no es necesario”, y opina que lo mejor en estos casos es la comunicación “cara a cara” entre camareros y clientes.

Marcelo Rocha, trabajador del Fit Bar —que es otro de los locales que hay en la plaza donde se encuentra el Perfetto—, empatiza con la decisión de Massimo: “Veo natural cobrarle un suplemento de terraza a alguien que está muchas horas sentado sin consumir. Al final, nosotros necesitamos sacar beneficio para poder pagar las tasas, el alquiler y los proveedores”. El Gremio de Restauración de Barcelona no querido hacer declaraciones sobre este tipo de limitaciones. El Ayuntamiento, por su parte, ha asegurado que no tiene un registro de esta situación.

Mesas solo para comidas y cenas

Hay otros locales en Barcelona que también optan por poner limitaciones en las terrazas, como por ejemplo los bares Sol de Nit y Café del Sol, en la plaza del Sol, en Gràcia. En la entrada del primero de ellos se puede leer: “Las mesas de terraza son para el servicio de comidas (de 13:00 a 16:30) y cenas (de 20:00 a 23:30)”. En el Café del Sol, en cambio, se pueden ver cartelitos pequeños en las mesas con un mensaje similar. Axel Batista, trabajador de este establecimiento, explica que también informan previamente a los clientes sobre este horario.

Por otra parte, la tendencia prácticamente convertir los bares y cafeterías “en oficina” para trabajar con ordenador, ha provocado que algunos locales, pese a no tener terraza, pongan restricciones al uso de portátiles en su interior.

En el Bar la Camila, también en Gràcia, solo se permite trabajar con ordenador en la barra, pero no en las mesas: “No queremos que este espacio sea un coworking”, declara una camarera. En esta línea, la cafetería SlowMov ya hace años que prohibió el uso de ordenadores portátiles en su interior. Así se puede leer en un par de carteles que hay en la barra, escritos en catalán e inglés: “No traigas tu ordenador, gracias”. Alberto, encargado del local, afirma que con esta medida pretenden que el espacio sea un sitio para relajarse y no para estar trabajando: “No hacemos excepciones, pero ofrecemos a los clientes la posibilidad de reembolsarles el dinero si no se quieren quedar en la cafetería al ver que no podrán utilizar el ordenador”.

El debate se centra en la legalidad de estas medidas. La ordenanza de terrazas de la ciudad no establece restricciones respecto al uso de las terraza, solo limita su número y determina los horario.

Desde la Agencia Catalana de Consumo (ACC) aclaran que no hay ninguna normativa específica que regule este tipo de situaciones. Es por ello que, como norma general y según lo establecido en la Ley del Código de Consumo de Cataluña —que regula todo lo referente a los derechos de las personas consumidoras—, “los establecimientos tienen que informar a los consumidores previamente y de manera clara y accesible sobre las condiciones (precio completo de los productos o servicios, posibles limitaciones en el tiempo de estancia, etc.).

Las condiciones informadas, además, no pueden ser abusivas ni contravenir ninguno de los derechos que tienen reconocidos las personas consumidoras”. Tampoco constan denuncias por parte de consumidores con relación a esta práctica, concluye la información facilitada a este diario por la ACC.

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