TV3, eufóricas campanadas

Las campanadas de TV3 fueron eufóricas y poco más. Los presentadores realizaron su trabajo sin estridencias, en un tono casero, no de grandes ocasiones. Fueron Miki Núñez, uno de los conductores de Eufòria, y Mariona Escoda, la ganadora. Pero no fueron los únicos relacionados con ese programa. Invitaron a todos los concursantes finalistas a manifestar sus deseos de fin de año, uno por uno. Se hizo largo. Cuando recordaron algunas noticias del año evitaron expresamente, y lo subrayaron, hablar de política de acuerdo a los nuevos aires de la casa. Eso sí, hablaron mucho de TV3. Además de los habituales planos dedicados a las marcas patrocinadoras, la publicidad de antes y después de las campanadas se comió unos minutos del espectáculo que el Ayuntamiento de Barcelona ofreció desde el paseo de Maria Cristina. Un tributo a la hermandad planetaria, todos hemos dado la misma vuelta al Sol, con la imagen de máscaras de diferentes culturas dibujadas en el cielo por 200 drones. Las campanadas se dieron sin accidentes. Todo acabó con unos minutos de pirotecnia. Es curioso, pero lo más visual y televisivo de este tipo de convocatorias siguen siendo las fuentes de Buïgas. Lo más diferente y acertado de estos últimos momentos fue la banda sonora que acompañaba a los fuegos artificiales, lejos de los popurris habituales.

Pero si en TV3 hubo una dosis de endogamia, en 8TV no hicieron otra cosa que hablar de ellos, como si tuvieran muchas cosas que decir. Su gente participó, con más voluntad que acierto, en un juego donde debían cantar una canción. Un jurado, con Joel Joan llevando la voz cantante, debía elegir la mejor. Se supone que era para reír, pero resultó una larga previa de música mal cantada y, la mayoría, haciendo playback con la canción pregrabada. Pilar Rahola tuvo un altísimo respeto al tema elegido (Ay Mamá, de Rigoberta Bandini). Lo recitó, con brío, sin intentar cantarlo, con voz y música en directo. En la elección de canciones hubo una alta cuota de temas en castellano. Este hecho irritó a Joel Joan que lo criticó más de una vez. Lo que ocurre es que no sé decir en qué idioma lo hacía porque empleaba expresiones como locu o temassu. Luego salieron él y Ares Teixidó en la cama en pijama contemplando momentos tensos, emotivos o supuestamente divertidos de la programación del canal. Inenarrable, por decirlo finamente.

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