Operación Festivos en Barcelona: Tú, todo, todos

Por la tele llega una consigna nueva: Tu, tot, tothom [Tú, todo, todos]. Al final del espot veo que se refiere a la Operación Festivos, al permiso municipal barcelonés de finales de febrero que abrió el camino a la apertura de comercios en el radio turístico de la ciudad hasta el 15 de septiembre. Tú, todo, todos. Leo después que se trata de un poema que Joana Brabo publicó en Instagram hace diez años y se hizo viral. Los medios hablan de poetas mediáticos, etiqueta que confieso desconocía; por suerte nunca se acaba de aprender. Redes sociales, comercio, turismo. Bueno, así van las cosas también en esto. Aunque lo más interesante para mí es el porqué del asunto y sus maneras.

No me refiero a los modos de esta poesía mediática, que no dejan de ser un indicio más de la ampliación del comercio hasta ahora llamado sector editorial, una expansión autogestionada a través de las redes que habrá de ser evaluada tarde o temprano en el suyo, de comercio y, así, valorar de paso de qué hablamos cuando hablamos de mundo editorial. Me refiero más bien a las razones del Ayuntamiento para escoger el poema como lema de la Operación Festivos. Lo gracioso es que no ha utilizado el poema entero, llamado fonético, y mira que es corto: está formado por cuatro únicas palabras. Son las ya citadas y otra más, tothora [siempre], que el consistorio ha preferido evitar. Al menos de momento. Igual la resguarda para cuando los comercios del área turística estén abiertos tothora, en todo momento.

Habría podido pasar por la zona cero del turismo pero mi paseo matinal de los domingos me llevó a la siempre bella exposición de rosas en lo alto de la Diagonal, en el parque Cervantes. Al salir, casi un desierto de movilidad urbana, a no ser que te lleves tu coche o tu bici o uses el metro cuando llegue: sin buses municipales (dos como mucho en una hora) ni tampoco taxis, que tal vez estarían en la Operación Festivos. Y eso que en el mes de las rosas está lleno de personas casi siempre mayores. Pero a lo que iba.

El porqué de la Operación Festivos está claro, según el consistorio y algunos expertos: reactivar la economía. Pero su precio cuenta poco.

Barrios que quieren domingos en calma, que ya bastante turísticos son el resto de la semana. Contratos laborales, hemos sabido ahora, que desde hace unos siete años son de lunes a domingo (no los días seguidos, sino que no puedes negarte a un turno de domingo). Una medida que se dice optativa para los trabajadores pero que es obligada. Sindicatos que juran que van a supervisar estos turnos y no dicen cómo. Una propuesta que ambiciona llenar las tiendas cuando aún sigue la pandemia.

De momento los medios callan sobre el éxito del primer domingo, que al parecer fue justito. Tu, tot, tothom. A ver si nos van a reñir si no somos tothom.

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