La Mesa del Parlament retira el veto a dos preguntas del PSC sobre la transexualidad

La Mesa del Parlament aceptó ayer finalmente tramitar dos preguntas sobre la transexualidad realizadas por el PSC al dudar sobre si eran pertinentes por ser ofensivas con las personas trans. La diputada socialista Gemma Lienas formuló una pregunta en alusión a por qué TV3 había autorizado un capítulo de X, la sèrie en la que los tres personajes de Les tres bessones abordan la identidad de género —la cadena acabó retirando el episodio a petición de la autora Roser Capdevila— y otra sobre el impacto de la llegada de presas trans entre la población reclusa femenina.

Las dos cuestiones quedaron paralizadas después de que la Mesa, de mayoría independentista —dos miembros de Junts, dos de ERC y la CUP frente a dos del PSC— considerara que podían vulnerar el reglamento de la Cámara que en el artículo 141.3 dice: “No pueden admitirse a trámite preguntas que contengan expresiones ofensivas para la dignidad de las personas o que subestimen sus derechos”.

Laia Estrada, diputada de la CUP, explicó hace una semana su rechazo a admitir ese tipo de preguntas tal y como estaban formuladas y pidió que se hicieran de una manera “no ofensiva ni discriminatoria”. “Preguntas de este tipo tienen un tic transfóbico y no distan mucha de la campaña Hazte oír del bus ultra que provocó el rechazo unánime de gran parte de sociedad por transfóbico”.

La pregunta de Lienas dice: “¿Cuál es la base científica de presentar la sexualidad humana disociando los órganos sexuales del sexo de las personas?”. La misma parlamentaria también demanda al Govern si ha evaluado “el impacto” para las mujeres presas que han tenido el traslado de las mujeres trans a las cárceles.

Lienas ya participó como ponente en la comisión sobre la reforma de la ley para erradicar la de violencia machista a petición del PSC. La cámara aprobó en diciembre modificar la norma que por primera vez incorporó y equiparó en el objeto de la ley a las mujeres, adolescentes y niñas transexuales.

La ley contempla que sean atendidas como cualquier mujer y sin necesidad de presentar un informe de disforia de género (trastorno de sexo) si sufren violencia machista. El PSC se opuso a esos cambios y su postura fue minoritaria. En el debate subyace la existencia de dos corrientes feministas muy enconadas: la que considera que solo es mujer quien nace con genitales femeninos o ya ha cambiado de sexo y la que tiene una visión más inclusiva y defiende el autodeterminismo de género que entiende que es mujer quien se sienta o se considere como tal.