Lluís Pasqual señala al independentismo por su marcha del Lliure

Lluís Pasqual reconoció ayer que el independentismo jugó un papel en su marcha del Lliure hace dos años y que la política se mezcló con “el falso feminismo” y tensiones internas del teatro creando “una bola” que le arrastró a dejar la dirección del colectivo.

Pasqual hizo estas declaraciones en una entrevista en el programa El suplement de Catalunya Ràdio en el que paso revista a los acontecimientos que le llevaron a dimitir en septiembre de 2018 tras las acusaciones de malos tratos por parte de la actriz Andrea Ros. Respecto a esa acusación de maltrato laboral, Pasqual afirmó: “Yo no he maltratado nunca a nadie”. Y recordó que 800 personas de todos los ámbitos del mundo del teatro salieron en su defensa en un manifiesto. “Yo le exigí comportamiento profesional a una actriz cuando me dijo que lo que yo le pedía que hiciera en un ensayo lo haría otro día”. El director aseguró que nunca se ha “pasado de la raya” con los actores y achacó la denuncia al “falso feminismo”, que definió como el que utiliza el feminismo para imponer unas ideas. Afirmó que las feministas que lo acusaron “se demostró que no existían, las 300 personas que firmaban un texto en mi contra en realidad eran tres”. Se calificó a sí mismo de feminista.

Dijo haberse marchado “harto de la política catalana”, y a la pregunta directa del entrevistador de si lo echó el independentismo, respondió que el asunto “se politizó” y que cree que se juntaron muchas cosas, entre ellas “la mezcla de independentismo y del falso feminismo”.

Dijo que está a favor del derecho a decidir y a un referéndum acordado y que como demócrata respetará las decisiones de la mayoría. Aseguró que no es independentista aunque podría llegar a serlo, “pero con estos, no; no con Jordi Pujol y sus sucesores”. Apuntó que ha sido siempre “anticonvergente" y "no sé por qué debería cambiar ahora”. Al decirle el entrevistador que el independentismo va más allá de unas siglas, contestó: “pero las llevan ellos”. Comentó que el independentismo tiene derecho a subir a los escenarios “y yo los programé en el Lliure, al igual que en el teatro se vendían lazos amarillos y nunca lo prohibí”.