El Círculo de Economía arremete contra “el aislamiento y el centralismo”

Ni la crisis del coronavirus ha servido para aflojar las tensiones entre los gobiernos de Pedro Sánchez y Quim Torra. Adicto a los equilibrios, el Círculo de Economía ha lanzado este jueves advertencias a los dos ejecutivos, a los que ha reclamado “política en mayúsculas” para superar el golpe de la crisis sanitaria. El foro empresarial barcelonés ha lanzado una de sus periódicas notas de opinión, en las que obvia la apelación a las clásicas reformas estructurales y reclama al Gobierno central que ponga fin “a la deriva centralizadora que sufre desde hace décadas” y al autonómico a abandonar “las luchas internas y poner en marcha una política económica dialogante, realista y previsible”, tras acusarle de “seguir cautiva de una paráLisis política”. “Tanto el aislamiento como el centralismo alimentan un marco mental que no sirve para el presente”, señala.

El problema que le ve el Círculo a sus demandas es que, en ambos casos, esas peticiones ya habían sido realizadas sin éxito. La primera en 2001; la segunda en intervenciones que se han mantenido durante los últimos años. Ahora ve en los efectos económicos y sociales de la pandemia un buen momento para ponerlas de nuevo sobre la mesa. “La economía española no se encuentra en la mejor posición para poder hacer frente a la crisis. En parte, porque la deuda pública es muy elevada y, por tanto, la capacidad de reacción es limitada”, reza el documento, que también lamenta que en los últimos seis años, superada ya la Gran Recesión, no se ha aprovechado para reducir la deuda pública que escaló hasta el 100% del PIB durante la pasada crisis.

El lobby empresarial presidido por Javier Faus reclama una transformación económica. Pero esa recomendación también va acompañada de lo que, según su junta directiva, no tiene que volver a ocurrir: “No pasa por una mayor concentración territorial y corporativa”, sino por “una economía más diversificada, descentralizada”. Es la forma con la que busca el argumento para aprovechar “quizás la última oportunidad” para mejorar la productividad del país. “España no se puede permitir acentuar la deriva centralizadora que sufre desde hace décadas”, que el informe centra en “infraestructuras y diferentes tratos fiscales dentro del territorio español, con consecuencias políticas y económicas para el conjunto de España”.

El Círculo de Economía hace referencia al inacabado Corredor Mediterránea y se pregunta qué hubiera sucedido en España si estuviera funcionando desde hace 20 años, conectando toda la economía del litoral mediterráneo.

Hasta ahí dirige su discurso en dirección a Madrid, para redirigirlo a Barcelona. “Durante los últimos años Cataluña ha perdido tiempo y ambición”, afirma, en una clara alusión al procés, sin mencionarlo. Recuerda que su renta per capita ha credido por debajo de la de Madrid y la de la media española, que su competitividad económica igualmente ha retrocedido. Señala causas “múltiples y complejas” pero reclama “reaccionar” con el foco puesto en la reconstrucción económica y social.

Para ello, afirma, es necesario “colaborar y cooperar” y menciona “especialmente el [Gobierno] español, y cooperar con las empresas”. Asegura que todavía hay tiempo y reclama al “Govern que salga de las próximas elecciones al Parlament que priorice la recuperación social y económica desde una perspectiva a medio y largo plazo” y “consensos amplios”.