Adriana Lastra insta al PSOE a llevar a la fiscalía las denuncias contra Salazar al ser “violencia contra las mujeres”

La federación socialista de Asturias (FSA), con un enorme peso orgánico e institucional, apremia a Ferraz a llevar a la Fiscalía las denuncias contra Francisco Salazar, uno de los hombres fuertes de los que Pedro Sánchez se rodeó en La Moncloa y en la cúpula del partido. Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE entre 2017 y 2022 y actual número dos de su federación y delegada del Gobierno en el Principado, ha instado a llevar al caso a la fiscalía ante lo que considera un claro ejemplo de “violencia contra las mujeres”, como ya pidió la secretaria de Igualdad asturiana en la reunión convocada de urgencia anoche por la responsable estatal, Pilar Bernabé. La dirección del PSOE no logró apaciguar la indignación que se ha expandido por el partido por la inacción en la gestión de la crisis. Las dos afiliadas registraron sus denuncian en el canal interno del PSOE hace cinco meses y hasta esta semana nadie de la Oficina Antiacoso creada por la formación se puso en contacto con ellas. Sus denuncias incluso desaparecieron de la plataforma habilitada por el PSOE, según adelantó eldiario.es.

“Nosotros hemos sido muy muy claros y contundentes desde el primer momento y lo dijimos en el comité federal de julio y también en la reunión que se celebró ayer. Mi partido siempre ha defendido la independencia, la seguridad y la libertad de las mujeres. Lo hemos hecho muchas veces en solitario, pero nosotros construimos toda la arquitectura legislativa que protege y ampara a las mujeres de este país ante situaciones terribles, como son estas que estamos conociendo. Una de las cosas que más nos costó trasladar a la sociedad es que la violencia contra las mujeres no es una cuestión del ámbito privado, es un delito público. Y, por lo tanto, lo que nosotros le trasladamos ayer a la organización, a la comisión ejecutiva federal, es que en el momento en que acaben los trabajos, que entiendo que están recopilando información, los trabajos de ese comité anticoso, lo que hay que hacer es de manera inmediata, y entendiendo que estamos hablando de violencia contra las mujeres, ponerlo en conocimiento de fiscalía”, ha afirmado Lastra.

La representante de la federación socialista asturiana (FSA) en la reunión de la sectorial de Igualdad, Natalia González, intervino para pedir que se enviara toda la información a la fiscalía al entender que los casos denunciados se tratan de violencia de género y podría haber indicios de delito. La dirección de la federación de Asturias que lidera Adrián Barbón desde 2017 se reunió el martes y concluyó que el PSOE debería dar el paso de acudir al ministerio público ante la gravedad del contenido de las denuncias.

Lastra fue la primera dirigente con galones del PSOE que, a las puertas de Ferraz, se pronunció públicamente antes del último comité federal, el pasado 5 de julio, en contra del nombramiento de Salazar como adjunto de organización del PSOE. “Yo entiendo, y así lo hemos hablado los miembros del comité federal de Asturias, que no [puede ocupar el cargo]”, desenfundó tras conocerse unas acusaciones de acoso contra uno de los más estrechos colaboradores de Pedro Sánchez. A los pocos minutos, y ante una presión creciente, el partido informó que Salazar había solicitado “ser apartado de sus funciones actuales” en la ejecutiva federal. El comunicado del PSOE añadía que no le constaban “denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados”. “Una persona que a la que se le está acusando de violencia contra las mujeres, evidentemente, no puede formar parte de la estructura del partido, y lo que hay que hacer es ser contundente y tomar medidas. En ese momento se hizo. No entró en la comisión ejecutiva y se activó el protocolo antiacoso. Esperemos que cuanto antes acaben los trabajos de ese comité antiacoso, y que esto acabe, evidentemente, en fiscalía”, ha reiterado Lastra.

El último comité federal del PSOE fue convocado para remodelar la dirección federal tras la crisis que desató la presunta implicación de Santos Cerdán una trama corrupta con José Luis Ábalos y Koldo García. El ex secretario de Organización ingresó en prisión cinco días antes de ese comité federal, en el que fue designada en su lugar Rebeca Torró. Dirigentes de las direcciones de varias federaciones creen que la demora en la reacción del PSOE se debe a “la cercanía” de Torró y los dos adjuntos en Organización, Anabel Mateos y Borja Cabezón, con Salazar, del que consideran que habría sido el secretario de Organización “en la sombra” en caso de que no se hubieran trascendido las acusaciones de acoso contra él.

La delegada del Gobierno en el Principado y actual vicesecretaria general de la FSA recalcó en su intervención a puerta cerrada en el comité federal las trabas que en el mismo PSOE se encuentran las dirigentes de un partido que se declara feminista en sus estatutos y que tiene en las mujeres a su principal electorado. “El poder sigue teniendo rostro masculino. Y quienes intentamos deshacer esa silueta tan marcada, tan hostil, tan excluyente, no lo tenemos fácil”, afirmó Lastra, que incidió “en lo que significa caminar en dirección contraria a unas estructuras de poder que, demasiadas veces, solo reconocen como válido lo que se parece a ellas”. “En nuestro partido, tener poder y tener un cargo no van siempre de la mano”, sentenció.

Lastra dimitió como número dos del PSOE el 18 de julio de 2022, cinco meses después de una conversación que García grabó con Cerdán en la que la política asturiana era consideraba una amenaza a la presunta trama. “Adriana es su mayor enemiga, se lo quiere cargar sí o sí”, advertía García a Cerdán hablando de Ábalos en uno de los audios recopilados por la Unidad Central Operativa (UCO). “Adriana va a por ti”, abundó el ex hombre de confianza de los dos últimos secretarios de Organización del PSOE. Lastra explicó que su dimisión fue por razones personales. En ese momento estaba embarazada y estuvo a punto de perder el bebé por la tensión de “una operación de acoso y derribo” que atribuyó a Cerdán y que en su momento pensó que era “por machismo”.