Toma de huellas, registro de pertenencias... los primeros pasos de Ábalos y Koldo García en la cárcel
El protocolo penitenciario que se aplica a todos los reclusos a su llegada incluye entrevistas con técnicos del centro para determinar en qué módulo son ingresados

El exministro socialista José Luis Ábalos y el que fuera su asesor Koldo García ya están en el Centro Penitenciario Madrid V, situado en la localidad de Soto del Real, después de que el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente haya considerado que existe un riesgo “creciente” de fuga a medida que se acercaba la fecha de juicio en el que se enfrentarán a elevadas peticiones de penas de cárcel.
Tras su llegada al recinto a las 18.09 de este jueves a bordo de un furgón de la Guardia Civil, la dirección de la prisión ha activado el protocolo que se aplica a su llegada a todos los reclusos y que aparece detallado en el artículo 20 del Reglamento Penitenciario. Este determina que las primeras horas de ambos en la cárcel las pasen en una celda del llamado módulo de ingresos, un espacio destinado precisamente a las personas que acaban de entrar en la prisión y donde pueden permanecer un máximo de cinco días salvo que “por motivos de orden sanitario o para preservar su seguridad” se decida prolongar el plazo. En este caso, la prisión debería informar al juez de Vigilancia Penitenciaria. En la actualidad hay cerca de 1.300 reclusos en esta prisión con 30 años de antigüedad y que ocupa 65 hectáreas cerca de la sierra madrileña.
Una propuesta de módulo
Mientras están en el módulo de ingresos, Ábalos y Koldo García se someterán a los trámites habituales, que incluyen la toma de las huellas dactilares y el registro de sus pertenencias ―ambos ya acudieron al Tribunal Supremo con un pequeño equipaje con ropa―. De estas se les retirarán aquellas cuya tenencia en prisión esté prohibida, como por ejemplo los teléfonos móviles si los portaran. También se les hará entrega de productos higiénicos, de la ropa de cama y de los cubiertos. Posteriormente, y “a la mayor brevedad posible” según recoge el Reglamento Penitenciario, ambos serán examinados por el médico del centro. También serán entrevistados por el psicólogo, el jurista, el trabajador social y el educador “a fin de detectar las áreas carenciales y necesidades del interno”, según recoge la norma.
Estos profesionales penitenciarios se encargarán de emitir un informe con la propuesta sobre el módulo dentro de la prisión en el que deben ser ingresados o, incluso, si ven más aconsejable su traslado a otro centro, algo poco probable en este caso, señalan las fuentes penitenciarias consultadas. Dadas las características de Ábalos y Cerdán y los delitos de los que está acusados ―la Fiscalía Anticorrupción les atribuye organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación―, lo previsible es que se les recluya inicialmente en un módulo de los considerados poco conflictivos de la cárcel.
Entre estos están los que ocupan los denominados presos primarios, que son aquellos que, como ellos, entran por primera vez en una cárcel; el número 10, destinado a presos bien adaptados al régimen penitenciario y que no generan problemas (en él estuvo ingresado en su día el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán) o que cursan estudios universitarios a través de la UNED; o el número 12, que se conoce como “de respeto”, destinado a acoger a reclusos de buen comportamiento que aceptan cumplir unas normas de convivencia. En este último estuvieron, por ejemplo, los líderes independentistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart antes de su traslado a una prisión de Cataluña.
El Reglamento Penitenciario señala que con este informe, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario ―órgano colegiado de la prisión del que además del equipo técnico forman parte el director y el subdirector de tratamiento, entre otros― “valorará aspectos tales como ocupación laboral, formación cultural y profesional o medidas de ayuda, a fin de elaborar el modelo individualizado de intervención” para cada uno de ellos.
La cárcel de Soto del Real es considerada la prisión de los famosos por los numerosos personajes públicos que han pasado por sus celdas, de aproximadamente 10 metros cuadrados cada una. Además de Díaz Ferrán, Sànchez y Cuixart, entre sus muros han estado el extesorero del PP Luis Bárcenas, otros condenados por el caso Gürtel como el exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega y el ex alto cargo de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo; el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y siete de los condenados por las tarjetas black, entre ellos el que fuera vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato; y el exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, puesto en libertad provisional el pasado 19 de noviembre tras casi cinco meses en prisión provisional.
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