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De pasear turistas a un retiro en el campo: la nueva vida de los caballos que tiraban de carruajes en Málaga

Tres asociaciones se movilizan para adquirir y cuidar a 16 ejemplares cuyo destino más probable era el matadero o seguir trabajando en otras ciudades como Ronda y Sevilla

Nacho Sánchez

Guitarra tiene 26 años. Nació en 1999 y desde 2007 ha paseado a miles de turistas por la ciudad de Málaga. Tiraba de uno de los 25 coches de caballos que tenían licencia para la actividad en la capital malagueña. Desde que el ayuntamiento anunció la revocación de los permisos hace apenas unas semanas, su futuro y el del resto de animales era incierto: unos iban a seguir trabajando en otras ciudades y otros estaban destinados al matadero. Pero la movilización de tres asociaciones y el apoyo de numerosas personas ha salvado, de momento, a 16 de ellos, como Guitarra o sus compañeros Beyoncé, Piropo, Eduardo, Apache, Tana o Jaleo, que ya descansan en las instalaciones de la entidad A Better Life 4 Horses, ubicada a las afueras de la localidad de Cartaojal, en Antequera (Málaga, 41.619 personas) y dirigida por la danesa Signe Fröslee. “Algunos caballos han venido solo a disfrutar de la jubilación, pero con otros hay que trabajar mucho porque están traumatizados”, subraya.

El pasado 6 de octubre, el Ayuntamiento de Málaga anunció la revocación de las últimas 25 licencias de coches de caballos de la ciudad. Caducaban en 2035, pero los responsables municipales querían adelantar el final de la actividad para acabar con su presencia en las calles. “Damos este paso pensando en el bienestar de los animales y en la imagen que la ciudad ofrece al mundo”, dijo el alcalde, Francisco de la Torre (PP).

A cambio, como indemnización por el cese del servicio, los propietarios recibieron unos 125.000 euros por cada licencia. Todo parecía redondo y la decisión fue aplaudida por el propio Partido Animalista con el Medio Ambiente (Pacma). “La protección animal tiene que ser transversal y no asociarse a ninguna ideología que solo busque el oportunismo electoral a costa de los animales”, afirmaron en un comunicado.

Sin embargo, surgía una duda: ¿cuál sería el futuro de esos caballos? Es justo la pregunta que se hizo Signe Fröslee, que desde que leyó la noticia en los medios de comunicación intentó contactar con el consistorio malagueño o cualquier persona que le pudiera ayudar a resolver la cuestión. Finalmente, dio con Antonio Domínguez, presidente de los cocheros. Cuenta Fröslee que inicialmente fue reticente, pero que cuando le insistió en que querían comprar los caballos y que no publicarían los nombres de sus propietarios, vio con buenos ojos la iniciativa.

La danesa tiró de recursos propios y el apoyo de seguidores de la asociación para comprar cuatro equinos. Publicaron sus fotos en redes sociales y se viralizaron. De manera paralela, el equipo de la asociación Burrito y Caballo Libre, de Mijas, se estaba movilizando porque les habían avisado que dos de los animales habían sido ya vendidos para seguir trabajando en carruajes en Sevilla.

La presidenta, la francesa Anne Blitz, explica que empezó a mover distintas publicaciones en TikTok, Facebook o Instagram para encontrar patrocinadores y personas que quisieran dar sus aportaciones para comprar ellos los animales y evitar su destino laboral “porque la situación en Sevilla es incluso peor que en Málaga” afirma Blitz. Recabaron muchos apoyos y finalmente pudieron adquirir, entre todos, hasta doce caballos más por unos 18.000 euros.

“Ha sido un trabajo difícil, porque había que ir a diario a los establos de Málaga a negociar, luego hacer los transportes, vigilar todo”, cuenta quien trabajó para la Comisión Europea durante dos décadas y ahora, jubilada, vive en Mijas desde hace seis años. Blitz destaca también el papel de Concordia Márquez, de la asociación Todos los Caballos del Mundo, que consiguió negociar con los propietarios que ningún ejemplar acabara en el matadero.

Exámenes veterinarios

Tras la adquisición, todos han sido trasladados poco a poco hasta las instalaciones de A Better Life 4 Horses, en Antequera, localizadas desde el pasado mes de abril en un antiguo cortijo rodeado de olivos. 14 hectáreas con distintos edificios donde pasarán ahora el resto de su vida junto a otra treintena que la entidad había rescatado por iniciativa propia o a través de las actuaciones del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. “Allí van a estar muy bien”, sostiene Blitz.

Cada ejemplar ha sido recibido por un veterinario para conocer su estado. A simple vista todos estaban bien, pero los exámenes han dicho otra cosa. “Ninguno de ellos había visto a un dentista en su vida”, lamenta Fröslee, que destaca que otro tenía una fuerte infección de orina, otro está ciego de un ojo por un accidente, pero lo tiene mal curado y no lo puede cerrar, algunos no tenían herrajes y muchos de ellos sufren artritis. En el caso de Guitarra, además, sufría problemas en las articulaciones porque desde 2007 no había podido tumbarse, ya que su vida transcurría en las paradas de los carruajes o en las cuadras, tan estrechas que siempre debía mantenerse en pie.

Otros, sin embargo, venían en perfectas condiciones. “Ha habido un propietario que vino primero a ver las instalaciones, nos ha regalado comida, se interesó mucho y le tiene mucho cariño. En otros casos han puesto problemas, no querían ni dar su cabezada para el transporte, cuando eso vale unos pocos euros”, lamenta Fröslee. Señala que todos los casos han sido ya tratados y que algunos de los ejemplares más jóvenes “están traumatizados y son agresivos con las personas”, aunque trabajarán con ellos para cambiar la situación. La que no han podido modificar es la de los tres caballos que han pasado de trabajar en Málaga a seguir haciéndolo en Huelva y Sevilla.

Ahora, los equinos rescatados, cuidados por los miembros de la asociación con apoyo del voluntario, tienen por delante un futuro variado, siempre dentro de las instalaciones de la organización. Los más mayores pasarán ya el resto de su vida descansando, retirados y sin ningún tipo de labor, jubilados. Mientras, los jóvenes más tranquilos empezarán a forma parte de un proyecto con menores en situación vulnerable o con algún tipo de problema, que los podrán montar de manera gratuita.

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Sobre la firma

Nacho Sánchez
Colaborador de EL PAÍS en Málaga desde octubre de 2018. Antes trabajé en otros medios como el diario 'Málaga Hoy'. Soy licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga.
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