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Todas las versiones de Mazón sobre lo que hizo en la tarde de la dana de Valencia

El ‘president’ se ha visto forzado a cambiar el relato sobre su almuerzo y sus llegadas a la sede del Consell y al Cecopi. Las últimas versiones continúan sin aclarar sus actos durante una hora clave

Mazon
Ángel Munárriz

A principios de enero, poco más de dos meses después de la dana que costó 229 muertos, Carlos Mazón (PP) dijo que ya le resultaba “un poco cansino” tener que dar explicaciones sobre sus movimientos de aquel día. Hoy, transcurrido casi un año desde la tragedia y cerca de 10 meses desde que el president de la Generalitat valenciana expresase su hartazgo, su espiral de cambios de versiones contradictorias y desmentidas por revelaciones externas no ha acabado. Y, pese a todo, su relato sigue incompleto. Queda un agujero entre poco después de las 18.45 y las 19.45 de aquel martes 29 de octubre de 2024.

La versión inicial: en el Palau desde las 17.00. La agenda oficial de Mazón había terminado a las 13.45. Ante las primeras dudas sobre su itinerario, su equipo empezó a difundir que en ningún momento el president había desatendido sus obligaciones porque a las 17.00 estaba en el Palau de la Generalitat, sede del Consell, pendiente del desarrollo de la reunión del Centro de Emergencias, el Cecopi, que empezó justo a esa hora. En realidad, como se sabe desde este domingo, más de una hora y media después de esas 17.00 en que se suponía que estaba en el Palau, Mazón estaba acompañando a una periodista, Maribel Vilaplana, al aparcamiento en el que esta tenía estacionado su coche tras una comida de casi cuatro horas. El hilo de imprecisiones, silencios y versiones posteriormente desmentidas acababa de empezar.

La ocultación de la comida con Vilaplana. La presión sobre Mazón para conocer qué había hecho desde el fin de su agenda oficial hasta su supuesta llegada al Palau no dejaba de crecer. Su equipo intentaba quitarle el foco afirmando que había tenido lugar un encuentro “privado”, sin relevancia pública y del que, por lo tanto, no hacía falta informar. El 7 de noviembre de 2024, Mazón contestó a EL PAÍS: “Estaba en una comida de trabajo, al lado del despacho”. El president se resistía a aclarar con quién había almorzado o durante cuánto tiempo.

Una comida irrelevante, porque estaba informado. Al día siguiente, 8 de noviembre, este periódico publicó que Mazón había estado comiendo con la periodista Maribel Vilaplana en el restaurante El Ventorro al menos hasta las 18.00. Se marchó “entre las seis y las seis media”, según el dueño del establecimiento. A esa hora, Utiel y varias poblaciones más ya estaban inundadas. Fuentes del Gobierno valenciano insistían en que era “irrelevante” dónde y con quién compartió la comida Mazón, porque había estado en todo momento “informado” de la evolución de la crisis por la gota fría.

Silencio ante el primer relato de Vilaplana. El 21 de noviembre del año pasado, a través de una fuente autorizada, Vilaplana rompe su silencio. Afirma que compartió mesa con Mazón en un reservado del restaurante El Ventorro de 15.00 a 17.45, en una comida con vino, pero sin gin-tonics, en la que el president le ofreció la dirección del canal público À Punt, que ella afirma que rechazó. La periodista sostiene que en ningún momento Mazón le transmitió la sensación de que estuviera “pasando algo”. Ni el president, ni su equipo corrigen la hora a la que, según Vilaplana, había terminado el encuentro: en torno a las 17.45. La periodista sostiene que le pidió a Mazón que no la mencionara cuando se dio cuenta de la magnitud de la catástrofe.

No hay factura porque fue una comida del PP. Ante las dudas que seguía suscitando la comida, crecía el interés de los medios y la oposición por la factura. Si en la comida, como señalaba la periodista, Mazón le había ofrecido la dirección de À Punt, no era una comida “privada”, como inicialmente dijo su equipo, sino que se había sentado a aquella mesa como presidente del Consell, así que debía haber una factura. Pero no era así, según alegó la Generalitat el 26 de diciembre del año pasado, porque lo hizo como presidente del PP, luego no era una comida oficial, lo cual justificaba que no se enviara la factura a las Cortes Valencianas, como le había pedido la oposición.

Silencio ante el segundo relato de Vilaplana. El 5 de septiembre de este año, Vilaplana cambia de versión en una carta en la que afirma que su comida con Mazón no terminó a las 17.45, sino entre las 18.30 y las 18.45. Ni Mazón ni su equipo objetaron tampoco esta versión, que seguía sin incluir el acompañamiento al aparcamiento conocido este domingo.

Llegada al Cecopi en torno a las 19.30. La comida no solo es importante por el posible descuido de las tareas de Mazón durante sus más de tres horas de duración, sino también porque afecta a sus actos posteriores. Los dos horarios del almuerzo ofrecidos por Vilaplana hacían imposible que el president hubiera estado a las 17.00 en el Palau, pero también aumentaban el interés por la hora a la que había llegado al Cecopi, el órgano que coordinaba la emergencia y que se encontraba reunido desde las 17.00 en el Centro de L’Eliana, a unos 20 kilómetros de la sede del Consell. Desde el primer momento, el equipo de Mazón trasladó que el president de la Generalitat llegó al centro de emergencias en torno a las 19.30 y él mismo aseguró que se trasladó al Cecopi a partir de las 19.00. El 7 de febrero, dijo que había llegado “a media tarde”.

Llegada al Cecopi a las 20.28. Llegar al Cecopi pasadas las 19.00 ya era llegar tarde. El propio Mazón había tenido que excusarse en el tráfico. “No fue fácil el viaje. El mal tiempo, como es normal en estas situaciones, produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto”, dijo en Las Cortes el 15 de noviembre de 2024. Pero, en realidad, había llegado aún más tarde. El 26 de febrero de este año, Mazón reconoció que había llegado a las 20.28, 17 minutos después de la activación del sistema Es-Alert, un mensaje masivo a los móviles de la población afectada que, como relataron varios alcaldes, fue difundido cuando ya tenían “el agua al cuello”. Su llegada a esa hora era algo que Mazón no podía ocultar porque había sido grabado por una cámara a la hora de su entrada. El president defendió que ni había mentido ni había cambiado de versión: “Evidentemente, las 20.28 son después de las 19.30, es un hecho fáctico”.

El acompañamiento al aparcamiento. Desmontado ya que estuviera trabajando en el Palau desde las 17.00, también que llegara al Cecopi en torno a las 19.30, el entorno del president admitió este domingo que el encuentro con Vilaplana con el que empezó su tarde no terminó en la puerta del restaurante El Ventorro, desde donde según las versiones oficiales se desplazó directamente al Palau para mantenerse al tanto de la gestión de la emergencia. Con la dana desatada, Mazón aún tuvo tiempo de acompañar a la periodista hasta un aparcamiento cercano al restaurante. Es algo que ella, que tiene que declarar como testigo ante la juez que instruye el caso el lunes que viene con obligación legal de decir la verdad, no contó ni en su primera ni en su segunda versión, y que tampoco Mazón había dicho nunca. Según esta nueva información, desvelada por Levante EMV, Mazón la acompañó en torno a las 18.45.

Sin explicación sobre una hora clave. Pese a las resistencias de Mazón, el puzle se va completando. Pero aún faltan piezas. Después de todos los cambios de versión, todavía hay una hora oscura sobre la que no despeja las incógnitas. Según ha asegurado un testigo a este periódico y corroboran dos fuentes conocedoras de los hechos, el president llegó al Palau de la Generalitat en torno a las 19.45 o un poco después. Su estancia fue fugaz, de apenas unos minutos, porque sobre las 20.00 se marchó al Cecopi, al que llegó a las 20.28. Pero, ¿qué pasó antes de las 19.45? La Generalitat ha negado que pasara por su casa del Ensanche, situada a unos 10 minutos de El Ventorro y del aparcamiento. Según la última versión, se despidió de Vilaplana en el aparcamiento en torno a las 18.45, y caminando hasta el Palau hay unos 10 minutos o poco más. Es decir, hay casi una hora —hasta las 19.45— de la que falta explicación. Y no es un lapso cualquiera. En ese intervalo de tiempo murieron 80 personas, según el análisis del sumario elaborado por este periódico. E incluye 37 minutos (desde las 18.57 a las 19.34) en los que Mazón no llamó a nadie, como constata su propio listado telefónico entregado a la comisión de la dana de las Cortes Valencianas.

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Sobre la firma

Ángel Munárriz
Ángel Munárriz (Cortes de la Frontera, Málaga, 1980) es periodista de la sección de Nacional de EL PAÍS. Empezó su trayectoria en El Correo de Andalucía y ha pasado por medios como Público e Infolibre, donde fue director de investigación. Colabora en el programa Hora 25, de la SER, y es autor de 'Iglesia SA', un ensayo sobre dinero y poder.
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