Casi 30 menores entran a nado a Ceuta en un fin de semana de temporal
Una mujer llega a la costa tras cruzar a nado desde Marruecos con su hijo de seis años


La presión migratoria continúa en Ceuta, también después del verano. 29 menores migrantes han llegado a nado a la ciudad autónoma desde la localidad marroquí de Fnideq (antigua Castillejos) en el último fin de semana, según datos del Gobierno ceutí, encargado de la tutela de los menores migrantes no acompañados. Aunque quienes se lanzan al mar suelen ser hombres jóvenes, y también lo intentan cada vez más chicas a punto de cumplir la mayoría de edad, este domingo se han registrado imágenes muy poco frecuentes, como la de una mujer y su hijo de seis años saliendo por una playa, muy cerca de la frontera de El Tarajal.
Los nadadores saben que con oleaje y mal tiempo es “más complicado” que las autoridades marroquíes salgan a interceptarles por su lado de la frontera, explican varias fuentes del instituto armado. “Es normal ver a los chicos por las tardes, en Castillejos, viendo cómo está el mar”, señala uno de los agentes consultados. El temporal de levante que comenzó el pasado viernes multiplicó el trabajo de los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil encargados de rescatar y contener la llegada de personas que se echan al mar para llegar a territorio español. En las playas se desplegaron agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), unidades especializadas en el restablecimiento del orden público, que normalmente suelen estar en la zona del vallado fronterizo. “Los intentos son continuos, pero con el tiempo normal es más controlable. Este lunes ya ha bajado”, valoran fuentes de este cuerpo policial.

Estos migrantes llegan de un país que estos días ha registrado numerosas protestas de la llamada generación Z -en los que se incluyen los nacidos entre 1995 y 2010- y que se han subido a la ola de manifestaciones de jóvenes en países emergentes contra la desigualdad económica y la corrupción en el poder. Sin embargo, dos fuentes consultadas aseguran que no han notado aumento en los intentos de pase desde que se comenzaron a producir estas críticas.

“Poco se puede decir, es lo mismo de todos los días, pero con un incremento de pases”, resume otro agente destinado en la ciudad autónoma. Las asociaciones profesionales de Guardia Civil vienen denunciando el desgaste de los agentes españoles que contienen los intentos de entrada a España y la falta de medios adecuados para hacer estos rescates.
En lo que va de año y hasta el 30 de septiembre han llegado a Ceuta 2.644 inmigrantes por vía terrestre, un 26% más que el año anterior. Con casi 20 kilómetros cuadrados de extensión y 83.000 habitantes, la frontera sur de Europa ya viene de un año, el 2024, en el que este tipo de entradas, en las que se incluyen los pases a nado, crecieron un 137% y pusieron a prueba la capacidad de resistencia de los agentes y las Administraciones que les atienden.
La ciudad autónoma, con capacidad oficial para atender a 27 menores no acompañados, cuida actualmente de unos 550 chicos. El Gobierno de Juan Jesús Vivas fue, junto con el de Melilla, de los primeros del PP que pidió a finales de agosto la declaración de contingencia migratoria para reubicar a sus menores migrantes. Desde que esta medida se puso en marcha, a final de septiembre, han dejado la ciudad aproximadamente 20 de ellos. Los traslados se hacen de forma “casi individualizada”, según fuentes del Gobierno ceutí.

Los migrantes solicitantes de asilo acuden al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Con capacidad para 512 personas, estas instalaciones se encuentran al doble de su capacidad. Hace un mes, la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, reconoció que se estaba “dando celeridad” a los traslados a la península.
Las condiciones meteorológicas que buscan los jóvenes nadadores, como la niebla o el oleaje, son las que más riesgo suponen para ellos, ya que es más fácil que se desorienten y fallezcan por puro cansancio, ahogados o por hipotermia. Hasta el pasado viernes se habían rescatado 36 cadáveres de migrantes localizados en las aguas de la ciudad autónoma. El último cuerpo fue el de un joven de 23 años nacido en Argelia y que recuperaron los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) a unos 200 metros de la playa de la Ribera, cerca de la frontera de El Tarajal.
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