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Se frustra el traslado del primer menor desde Canarias: es mayor de edad

El joven migrante, náufrago de un pesquero en llamas, iba a Extremadura este miércoles. El caso revela la complejidad de un proceso que debe completarse en solo 15 días

María Martín

El primer menor migrante que iba a ser trasladado de Canarias a la Península ya no viajará a Extremadura como estaba planeado. A solo unas horas de comprarle el billete, los resultados de la prueba de determinación de la edad a la que se somete a los jóvenes migrantes han determinado que el chico tiene más de 19 años. Llegará probablemente a la Península, pero lo hará en el circuito que siguen los adultos migrantes. Y así se frustra el primer traslado de un menor desde las islas, el hito que persiguen desde hace casi dos años tanto el presidente canario, Fernando Clavijo, como el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. El caso, según fuentes que participan en este proceso de reubicación, expone las debilidades del procedimiento. “Es un desastre. Es imposible hacer esto bien en 15 días naturales [el plazo que impone la ley para los recién llegados]”, lamentan.

El chico marroquí llamado para ser el primero de miles en viajar a otra comunidad autónoma ante la saturación de los recursos de acogida de las islas tenía una historia singular. El joven llegó a las costas del pueblo de Órzola, al norte de Lanzarote, el pasado 9 de septiembre, en un pesquero en llamas junto a otros cuatro supervivientes. El atunero, con bandera de Marruecos, encalló, se incendió y se partió en dos a pocos metros de la orilla. Y los vecinos, testigos de continuas desgracias migratorias, se lanzaron al mar para rescatarlos. Entre los cinco supervivientes de la odisea, descalzos, deshidratados y desorientados, destacaba este chaval con aspecto de adolescente. Dijo que acababa de cumplir 17 años.

El joven se convertía así en el primer menor que desembarcaba en las islas desde que entraba en vigor la reforma legal que obliga a la reubicación de menores migrantes. Era un caso simbólico. Aunque en Ceuta y Melilla ya se habían iniciado varios expedientes de chavales recién llegados, él iba a ser el primero de Canarias, el lugar que ha simbolizado las dificultades de acogida de las comunidades de llegada, la comunidad desde la que se ha empujado con más fuerza el cambio de modelo.

Desde que se modificó este verano, la ley de extranjería marca dos velocidades para reubicar menores extranjeros. Una más lenta, que da un año para redistribuir niños que ya se encuentran acogidos y otra exprés que obliga al traslado de los recién llegados en solo 15 días naturales. Con la llegada de este marroquí se activó este segundo procedimiento y según los criterios de reparto ―que tiene en cuenta la renta, población o el esfuerzo de acogida― se determinó de forma aleatoria que su destino sería Extremadura. La comunidad, gobernada por el PP, presentó varias alegaciones, entre ellas, que el chico, una vez en el centro de acogida, había dicho que tenía 20 años, según fuentes conocedoras del expediente.

Tal y como está planteada la ley, esta discrepancia no es motivo suficiente para anular un traslado porque se trata de derivar a presuntos menores, sin necesidad de que se certifique su minoría de edad. Esta fue una de las batallas de los populares, pero a petición del Gobierno de Canarias, liderado por Coalición Canaria y el propio PP, el procedimiento no exige pruebas. Tampoco el plazo de 15 días naturales, otra de las reclamaciones canarias, da mucho margen para hacerlas. Pero ante las dudas plasmadas en el expediente, se sometió a este chico a una radiografía de muñeca y mandíbula y a una entrevista con un forense, que acabó concluyendo que tenía más de 19 años.

“Este caso abre grietas predecibles. Y es que hay dos problemas en el real decreto: que no nos garantiza que reubicamos menores y la imposición de un plazo de 15 días naturales que es imposible de cumplir teniendo en cuenta todos los actores que intervienen [de la Delegación de Gobierno a la fiscalía, pasando por la comunidad de destino]”, lamenta una fuente conocedora del caso.

A pesar del intento fallido, el proceso arranca muy lentamente en Ceuta y Melilla. Desde que se decretó la contingencia migratoria en las islas y las dos ciudades autónomas, hace justo un mes, ha salido solo un menor por el procedimiento exprés. Lo hizo desde Ceuta a Andalucía. Encima de la mesa hay ahora mismo unos 140 pendientes de los traslados exprés y casi 300 para iniciar la reubicación ordinaria. Según el Ministerio de Política Territorial, están en marcha 24 derivaciones rápidas ya firmadas, de las que una veintena son de menores de Ceuta, que destaca por su agilidad para formalizar los expedientes. Ante todos esos traslados previstos a siete comunidades distintas, incluida Cataluña, las comunidades del PP han presentado 70 alegaciones.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.
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