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Así es Ada Lluch, la ‘influencer’ catalana de extrema derecha que habló a una multitud en Londres

Expareja de un estratega conservador en EE UU que le permitió coincidir con Trump, a sus 25 años acaba de representar a España en la masiva manifestación contra la inmigración

Ángel Munárriz
Ada Lluch junto a Donald Trump, en una foto de 2024 publicada por la 'influencer' catalana en su su cuenta de Instagram.

“¡Por favor, hombres, protegednos!”. Es el ruego que dirige a la multitud Ada Lluch, una joven de Tortosa (Tarragona) de 25 años que el sábado se convirtió en representante de España en la masiva manifestación de la extrema derecha nacionalista en las calles de Londres, con unos 110.000 asistentes. Activista de las causas antiwoke y contra el Islam, defensora de que la dictadura franquista era preferible a la actual democracia, Lluch dio en el acto del sábado el salto a una posición de gran visibilidad política. Hasta entonces, su repercusión se debía sobre todo a las redes sociales, donde como tantos otros influencers en su órbita ideológica ofrece abundante testimonio de unas convicciones alineadas con las que mantiene Donald Trump en Estados Unidos, donde residió entre 2023 y 2024, y Santiago Abascal en España. No obstante, hay algo que distingue a Lluch de la mayoría de sus pares españoles: ella sí ha coincidido con Trump y se ha fotografiado al menos dos veces con él, según aparece en sus cuentas en redes sociales.

Su acceso al líder republicano se lo facilitó su expareja, Joey Mannarino, que se identifica como comentarista y estratega político que trabaja con candidatos conservadores en Estados Unidos y que, según ha contado ella misma, la sacó de la ideología woke, es decir, la propia de la izquierda defensora de la diversidad. “[Mannarino] está muy conectado en la política y, a través de su trabajo con varias campañas, fuimos invitados a diferentes eventos” en los que coincidió con Trump, explica Lluch, que declinó mantener una conversación pero sí respondió por escrito a unas preguntas de EL PAÍS.

El mensaje de Lluch en Londres, que duró algo menos de ocho minutos, se ajustó al guion de la cita, una gigantesca exhibición de sentimiento antiinmigración: las naciones europeas —sostuvo ante el gentío, que la ovacionó en varias ocasiones—, Occidente en su conjunto, España en el caso que ella mejor conoce, están perdiendo su identidad, su seguridad, su estilo de vida, todo ello como resultado de la inmigración irregular. Especial peligro corren, insistió Lluch, las mujeres y los niños. Ese es el cogollo de su discurso.

“¿No estáis cansados de despertar todos los días con la noticia de otra mujer o niño inocente que ha sido violado, agredido o incluso asesinado?”, preguntó, antes de dirigirse a “los hombres” —en calidad de “hija, hermana y, si Dios quiere, un día madre”— para pedirles que protejan a las mujeres.

La oportunidad de tomar la palabra en Londres surgió a iniciativa de la propia Lluch. “Contacté con Tommy [Robinson, organizador de la manifestación] cuando me enteré del evento, preguntándole si habría españoles participando y diciéndole que sería un honor representar a nuestro país”, explica. Vox difundió este martes en X un mensaje destacando que la voz de Abascal también se escuchó en la manifestación. Fue en un vídeo en español de algo más de tres minutos emitido durante el acto.

Con la manifestación, el activista Robinson demostró una enorme capacidad de convocatoria tras su paso por la cárcel, donde entró en octubre del año pasado y permaneció hasta mayo por ignorar una orden judicial que le prohibía repetir falsas acusaciones sobre un refugiado sirio. “Cada nación necesita un millón de personas como Tommy Robinson en Reino Unido, Santiago Abascal en España y Donald Trump en América”, afirmó Lluch desde el escenario, donde también dedicó palabras de elogio a Elon Musk, dueño de la plataforma X —que participó por videoconferencia—, y al recientemente asesinado Charlie Kirk.

No obstante, el grueso de su mensaje, en inglés con acento español, fue contra un “establishment político” que, reiteró, ha propiciado un aluvión migratorio. “Nuestras naciones han sido completamente invadidas y el terror ya se ha desatado”, afirmó, rebelándose contra un futuro en el que teme que sus hijas tengan que “usar burka”. Lluch, que afirmó que decir todo esto no la hace “racista” sino “patriota”, añadió que mientras los gobiernos subvencionan a los inmigrantes para que tengan hasta cinco hijos, las mujeres europeas apenas tienen descendencia, lo cual está provocando un “gran reemplazo demográfico”, expresión que acerca este discurso a la teoría de la conspiración del Gran Reemplazo, con origen en Francia y que ha permeado en Vox. “Necesitamos empezar a tener más bebes ya”, exclamó, antes de despedirse con un “gracias, Dios os bendiga y Dios salve a Occidente”.

De universitaria “woke” a trumpista

En X, antes Twitter, donde suma más de 370.000 seguidores, Lluch se presenta en inglés así: “Solo una chica con sentido común. Nacida y criada en España”. Desde el sábado, ha compartido numerosas publicaciones sobre su intervención en Londres, que le ha valido menciones en crónicas de un evento con repercusión internacional. Le han dedicado comentarios elogiosos voces del conservadurismo en Estados Unidos como el propio Joey Mannarino, que es su expareja, Lavern Spicer o Ann Vandersteel, todos ellos con cientos de miles de seguidores en las redes sociales.

La del sábado fue, explica Lluch en uno de sus mensajes en X, “la primera vez” en su vida que habló “delante de gente”. “Pero cuando surgió esta oportunidad supe que tenía que representar a España”, se enorgullece en X. En otro tuit, afirma que ha leído comentarios señalando que su falda durante el discurso era “demasiado corta”, ante lo que defiende que fue una elección “deliberada” para subrayar la libertad a la que no quiere renunciar frente a los que quieren imponer “el burka” y para homenajear a las defensoras de la minifalda en los años 60.

Algunos de sus mensajes parecen pensados para generar polémica, algo siempre bien recompensado por X, que tiene como dueño a su admirado Elon Musk, del que afirma que “nadie se preocupa más por la humanidad que él”. En un tuit que ha logrado más de 318.000 visualizaciones, Lluch afirma: “No soy lesbiana, así que no puedo salir con chicos liberales. Solo quería dejarlo claro”. En otro mensaje de este mes, sostiene: “Cada vez que veo a una mujer saliendo con un hombre progresista, asumo que es lesbiana”.

Lluch se presenta como una mujer deseosa de tener hijos. En un mensaje de mayo, explica que se ha separado de su marido, con el que vivía en Estados Unidos, porque este no deseaba tener un “ejército de hijos” y ella sí. “Quiero tener hijos y los quiero lo antes posible. No puedo empezar a tener un ejército de bebés a los 31 años”, detalla en ese mensaje, en el que responde —según explica— a quienes le dicen que dejó a su marido para buscar la fama en las redes sociales. “Si el hombre con el que quiero formar una familia me dijera ‘borra tu cuenta de X y cuida de nuestra familia’, lo haría inmediatamente”, expone en dicho mensaje.

En otros tuits, llama al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, “narcisista psicópata”, tilda de “retrasado” al actor Javier Bardem por posar con el puño en alto y un pañuelo palestino y se muestra —esto fue en diciembre de 2024— abiertamente defensora del régimen dictatorial de Franco: “España era mejor con Francisco Franco Bahamonde. Y cada persona que vivió bajo su liderazgo está de acuerdo con ello”.

Sus opiniones no siempre han estado tan a la derecha. Como ella misma ha contado, en la universidad —estudió tres años de Medicina en la Autónoma de Barcelona— era “woke”. No obstante, eso acabó cuando Mannarino le hizo “entender cómo funciona la vida”. Ahora es una entusiasta del trumpismo.

Ante una pregunta sobre su ideología, contesta que no acepta “ninguna etiqueta”. “Están llenas de connotaciones y la gente prejuzgará. Solo quiero un lugar [que] mis futuros hijos puedan llamar hogar sin tener que someterse a ninguna ideología que les diga que son ciudadanos de segunda en su propio país”, asevera en respuesta por escrito.

Intención de unirse a Vox

Aunque también lanza proclamas políticas en Instagram, donde tiene más de 36.000 seguidores, allí tiene rotulada su cuenta como “salud/belleza”. Y predominan los posados, similares en su mayoría a los que publicarían otros jóvenes de su edad. En su mayoría, no todos. Porque esta cuenta también tiene fotos en las que aparece con pesos pesados de la política.

En dos de las instantáneas, las más sobresalientes, publicadas en abril de 2023 y en enero de este año —aunque esta es del año anterior, explica ella—, Lluch aparece junto a Trump. En ambas, el líder republicano aparece mostrando una amplísima sonrisa y elevando el pulgar de su mano derecha hacia arriba.

Según ha explicado ella misma, Trump es la razón por la que su marido le pidió matrimonio. ¿Por qué? Tal y como recogió el medio NDTV, en el primer encuentro que mantuvieron los tres, el líder republicano le dijo al que era su novio al enterarse de que no estaban casados: “Te vas a deprimir mucho si no te casas con ella”.

También ha publicado fotos junto al exalcalde republicano de Nueva York Rudolph Giuliani y junto a Santiago Abascal, en este caso en abril de 2024 en Budapest durante una cumbre conservadora. “Me invitan a muchos eventos diferentes por estar activa en política. Intento asistir siempre a lo que puedo”, explica sobre su presencia en la capital de Hungría.

Separada de Mannarino, con el que dice que conserva una buena amistad, ahora vive en Europa “la mayor parte del año”, afirma. Aún no ha decidido donde establecerse.

¿Tiene planes de entrar en política? “Sería un honor involucrarme en política, pero mi primera prioridad es formar una familia y ser una madre presente. Creo que esa es mi vocación principal. Solo me dedicaría completamente a la política si sintiera que realmente podría marcar una diferencia. Considero inaceptable el estado actual de Europa; si pudiera hacer algo para cambiarlo, aprovecharía la oportunidad de inmediato… por mis futuros hijos", responde Lluch, “gran simpatizante” pero no militante de Vox. “Probablemente me gustaría unirme a Vox pronto. Como no vivo en España a tiempo completo, aún no lo he hecho”, afirma.

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Sobre la firma

Ángel Munárriz
Ángel Munárriz (Cortes de la Frontera, Málaga, 1980) es periodista de la sección de Nacional de EL PAÍS. Empezó su trayectoria en El Correo de Andalucía y ha pasado por medios como Público e Infolibre, donde fue director de investigación. Colabora en el programa Hora 25, de la SER, y es autor de 'Iglesia SA', un ensayo sobre dinero y poder.
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