Ir al contenido
_
_
_
_

Génova minimiza el crecimiento de Vox: “Quien tiene que preocuparse es la izquierda”

El PP niega inquietud pese a su caída en las encuestas, pero despliega una estrategia de máxima tensión contra Sánchez

Elsa García de Blas
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (c), interviene junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d), y el alcalde de Arganda del Rey, Alberto Escribano (i), este viernes, en Arganda del Rey.

La dirección del PP sostiene que no le preocupa el fuerte crecimiento de Vox en las encuestas con el que arranca el curso político. Génova niega inquietud a pesar de que la extrema derecha se ha catapultado a su mejor resultado desde las últimas elecciones generales, hasta una estimación de voto del 17,4%, según el barómetro de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. La subida de Vox tiene un impacto directo en el PP, que baja a su peor registro desde el 23-J (30,7%) y reduce su distancia con el PSOE (27,7%), pero los populares defienden que la situación está lejos de angustiarles porque hay un dato que contrarresta cualquier temor. Que el bloque de la derecha, según la media de sondeos publicados en los últimos días, suma hasta 200 escaños (32 más que la mayoría absoluta). “Con estas cifras, quien tiene que preocuparse es la izquierda”, contraponen en la cúpula del PP, minimizando los riesgos de la tendencia al alza de los ultras, de la que sí depende la intención de Alberto Núñez Feijóo de gobernar en solitario.

Hace tiempo que en Génova asumieron que el PP conforma un bloque con el partido de Santiago Abascal, con el que se resignan a entenderse. El liderazgo del bloque conservador, aunque sea contando con los ultras, es la principal ventaja con la que Feijóo afronta el arranque del curso. El líder del PP se agarra a que Vox está “en los entornos de lo que sacó en 2019″, arguyó este lunes en Telecinco, aunque en el sondeo de 40dB. ha escalado ya más de dos puntos de intención de voto desde aquel resultado, en el que no superó más que en unas décimas el 15%. “En la media de las encuestas”, reflexionó Feijóo, “el PP está en los entornos de 141-150 escaños, y Vox en los entornos de 50. El PSOE, en cambio, está en el peor resultado desde hace año”.

Pero de la parte del pastel que logre Vox en el espectro conservador depende qué tipo de Gobierno podría presidir Feijóo si llega a La Moncloa. El líder del PP se ha comprometido en el último congreso del PP del pasado julio a gobernar en solitario, pero a nadie se le escapa en el partido que eso solo será posible si los ultras no logran un gran resultado en las urnas. “Nuestra alternativa es ganar las elecciones de forma clara y gobernar en solitario”, volvió a defender Feijóo este lunes, y lanzó un dardo a los ultras. “Confiar la gestión de un país a partidos que no han gobernado nunca es muy arriesgado”, razonó, atacando por el flanco de inexperiencia a los de Abascal.

Vox sí ha gobernado ya en cinco gobiernos autonómicos con el PP, que abandonó en el verano del año pasado. Algunas voces populares creen que habría que aprovechar precisamente esa salida unilateral de la extrema derecha de sus Gobiernos conjuntos para atacarles por ese gesto de irresponsabilidad: “¿Si no quieren gobernar, para qué se presentan?”

De momento, la tesis en Génova es no entrar al choque con Vox, pero sí pelear sus banderas, como la de la mano dura contra la inmigración. Y elevar todo lo posible el volumen de su discurso político, desplegando una estrategia de máxima tensión con el Gobierno con la que tratan de achicarle el espacio mediático a los de Abascal.

Se ha visto en las últimas semanas. Con el acto solemne de apertura del año judicial, Feijóo se ha sumado a la táctica del plante de Isabel Díaz Ayuso, que tantos recelos internos provocó, sin embargo, cuando la líder madrileña abandonó la última Conferencia de Presidentes por el uso del catalán. El líder del PP ha asumido, además, en un mensaje en su cuenta de Instagram este domingo, el lema político de “Me gusta la fruta”, que también popularizó el PP de Ayuso como eufemismo para llamar “hijo de puta” a Pedro Sánchez.

El principal ariete de esa estrategia de embarre a la que Feijóo no solía descender es su principal escudero, Miguel Tellado. El secretario general animó en un acto del partido en Navarra este sábado a “empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un Gobierno que nunca debió haber existido en nuestro país”. El presidente socialista vio en esa frase “una apelación encubierta a la violencia”.

Los populares aprietan el pistón, pero no quieren ser responsabilizados por el ambiente de crispación con el que arranca el curso político. La ex número dos y ahora vicesecretaria general, Cuca Gamarra, justificó este lunes a su sucesor en el cargo con la tesis de que “cavar la fosa” del Gobierno era solo “una metáfora”. Y argumentó que el “Me gusta la fruta” de Feijóo había que interpretarlo en su literalidad. “Si no podemos decir en España que nos gusta la fruta, tenemos un problema con el sector primario, con la cantidad de fruta que consumimos”, dijo. El PP se queja de que Sánchez exagera y se victimiza, aunque Gamarra también percutió al presidente este lunes pidiéndole explicaciones por los negocios de saunas de su suegro, ya fallecido.

“Con Pedro Sánchez, la moderación no cotiza al alza”, defienden en Génova, donde siguen detectando un estado de “cabreo” generalizado que atribuyen al Gobierno progresista y que propulsa a los ultras. Los populares confían en que el arranque de la actividad parlamentaria cambie la dinámica que ha primado este verano, porque Feijóo se hará más visible con los cara a cara contra Sánchez en el Congreso cada semana. El PP lleva a ebullición la temperatura política y confía en sobrellevar así la corriente de fondo que propulsa a las extremas derechas en Occidente y la sensación de desgaste del bipartisimo que algunos sectores del PP alertan que han provocado las crisis del último año, desde la dana, pasando por los currículums falseados de los políticos a los incendios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_