La policía detiene a un niño de 12 años en Granada con un arma, balas y droga en una mochila
Los agentes encuentran en una calle a un menor que tenía el encargo de llevar un revólver, marihuana y numerosa munición


Las mafias de la droga de Granada comienzan a tirar de recursos poco habituales. Tan raros, que la policía, que ha visto de todo por la zona, se ha sentido perpleja en una de sus últimas intervenciones. Un niño de apenas 12 años caminaba hace unos días sobre las 11 de la noche con una mochila y una bolsa de rafia por una calle del polígono Almanjáyar de la capital granadina, una zona especialmente peligrosa y en la que el narcotráfico se desenvuelve con soltura. Al ver a la policía, el menor se sintió nervioso, cambió la dirección de su marcha y aceleró el paso. Los agentes comprobaron que miraba hacia atrás, hacia ellos, más de lo normal. Ante ello, se acercaron y le dieron el alto. En la mochila y en la bolsa había un revolver, numerosos cartuchos de varios calibres, marihuana y algunas cosas más. La propina por llevar todo eso de un sitio a otro sitio, según ha informado la Policía Nacional que les dijo el chico, era de 20 euros.
Quien hizo el encargo se cubrió las espaldas para que el niño no los delatara llegado el caso y las instrucciones para el transporte no eran especialmente concretas, no eran a una vivienda con planta y puerta exacta. Cuando la policía lo paró, el niño explicó que debía llevar los dos macutos “a una calle de la zona del ferial de la ciudad, frente a un establecimiento concreto donde alguien se acercaría a recoger los bultos”, según ha podido saber este diario. Los agentes investigan, aun sin éxito, quién o quiénes eran los destinatarios. El niño explicó que no sabía lo que estaba trasladando.
El menor, por su edad, es inimputable, así que ya está en su casa, junto a su madre. Los agentes llamaron a su madre que fue a recoger al menor. Esta, según ha informado la policía, no tiene antecedentes y parecía no tener conocimiento ni relación alguna con el encargo, así que, una vez ambos en comisaría, madre e hijo quedaron en libertad, aunque la investigación sigue abierta.
El contenido de la mochila sorprendió a los policías: un revolver con las cachas color nácar de calibre 38, un calcetín anudado con 37 cartuchos, otro calcetín de rayas con 9 cartuchos y una bolsa de plástico transparente con 35 cartuchos más. Afortunadamente, la pistola no estaba cargada. La bolsa de rafia transportaba material menos peligroso: un par de zapatillas, algunos libros y fármacos, un teléfono móvil y una bolsa de plástico con una sustancia que resultó ser cogollos de marihuana con un peso aproximado de 50 gramos.
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