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Interceptado con 3 toneladas de cocaína un barco ‘fantasma’ que surtía a narcolanchas en alta mar

El remolcador de bandera camerunesa ‘Sky White’ era buscado desde hace más de un año por las policías de varios países

El remolcador de bandera camerunesa 'Sky White', interceptado en alta mar por la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera cuando transportaba tres toneladas de cocaína, en una imagen facilitada por el instituto armado.
Óscar López-Fonseca

El remolcador de bandera camerunesa Sky White era desde hace tiempo para las fuerzas de seguridad de varios países lo más parecido a un barco fantasma. Se conocía su existencia al menos desde comienzos de 2024 y también que cruzaba una y otra vez el océano Atlántico para recoger grandes alijos de cocaína en Sudamérica o el Caribe que transportaba luego hacia Europa, pero no conseguían localizarlo. Finalmente, el misterio se despejó el pasado viernes 8 de agosto, cuando una operación conjunta de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera permitió interceptarlo en aguas internacionales, a 900 millas náuticas al oeste de las islas Canarias, según ha informado este miércoles el instituto armado. En su interior ocultaba tres toneladas de cocaína repartidas en 80 fardos que supuestamente tenían como destino el archipiélago español. Sus cinco tripulantes ―cuatro originarios de Bangladesh y uno de Venezuela, este último supuestamente embarcado por los proveedores del estupefaciente como responsable de la carga― han sido detenidos acusados de un delito de tráfico de drogas.

El Sky White es un remolcador de 22 metros de eslora y estado herrumbroso con graves deficiencias de seguridad para navegar que llevaba apareciendo en las investigaciones contra el narcotráfico de algunos países desde hace tiempo. De hecho, la Dirección Nacional de Inteligencia e Investigaciones Aduaneras francesa (DNRED, en sus siglas en francés) lo había incluido en una investigación conjunta que llevaba con las autoridades de Marruecos sobre un grupo criminal que supuestamente utilizaba el puerto de Dajla (la antigua Villa Cisneros), en el Sáhara Occidental, como base de operaciones. Sus pesquisas apuntaban a que el remolcador atracaba en sus muelles como punto de partida para realizar cada año hasta tres viajes en los que cruzaba el Atlántico para cargar sus bodegas con varias toneladas de cocaína que tenían como destino final el continente europeo.

Los fardos con cocaína interceptados a bordo del remolcador de bandera camerunesa 'Sky White', en una imagen facilitada por la Guardia Civil.

En paralelo, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria investigaban a la misma embarcación desde comienzos del año pasado tras constatar que presuntamente estaba siendo utilizada como embarcación nodriza, es decir, encargada de traer hasta un punto en alta mar los alijos procedentes del otro lado del Atlántico para traspasarlos a embarcaciones neumáticas de alta velocidad (ENAV, conocidas popularmente como narcolanchas) para que estas los llevasen hasta las costas españolas. Según detallan fuentes cercanas a la investigación, el cargamento ahora interceptado había sido recogido posiblemente cerca de las costas de Surinam ―una localización estratégica entre Venezuela y Brasil― e iba destinado a una organización de narcotraficantes del sur de la Península. En estas pesquisas también han colaborado la Agencia Nacional del Crimen británica (NCA, en sus siglas en inglés), la Policía Judiciaria portuguesa y la Agencia Antidroga de EE UU (Drug Enforcement Administration-DEA), en cuyas investigación también había aparecido en alguna ocasión el Sky White.

Según detallan las fuentes consultadas, la dificultad para localizar el narco barco radicaba en que no seguía nunca la misma ruta, tocaba muy pocas veces puerto y, mientras navegaba, siempre tenía desconectados los sistemas de geolocalización “No seguía un patrón fijo tanto para recoger la droga como para entregarla”, añaden, que explican que tienen constancia de que a veces recibía la cocaína en alta mar y otras mas cerca de la costa atlántica de Sudamérica o el Caribe. Tampoco el punto de destino era siempre el mismo. Unas se dirigía a Canarias ―como en este último viaje― y otras, al sur de la Península. “El barco no pertenecía a ningún grupo de narcotraficantes, simplemente ofrecía sus servicios a los proveedores para realizar el transporte”, aclaran. Cuando finalmente el Sky White fue localizado en alta mar, un buque de la Armada salió a interceptarlo. A bordo viajaban efectivos de la Unidad Especial de Intervención (UEI, unidad de élite especializada en asaltos en situaciones de riesgo) de la Guardia Civil para abordar el barco.

Las últimas actuaciones de las policías europeas y latinoamericanas contra el narcotráfico han revelado las nuevas tendencias en el flujo de cocaína hacia Europa y el papel que en el mismo juega precisamente la ruta atlántica marítima. En concreto, se ha constatado que los narcos han modificado su estrategia, con cambios tanto en los puertos habituales de salida y en las rutas, como en los métodos de ocultación para que los alijos que envían ―que suelen ser de menor cantidad dada la saturación que hay en el mercado europeo― tengan mayores posibilidades de burlar las vigilancia policial. En concreto, se han empezado a utilizar puertos del cono sur sudamericano, del arco andino y de países no habituales de Centroamérica. A su vez, las organizaciones están utilizando países costeros del África occidental (Costa de Marfil, Sierra Leona, Guinea Bissau o Ghana) como punto intermedio. En sus puertos, las organizaciones introducen en contenedores que van hacia Europa cargamentos de cocaína.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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