La confianza a Cerdán, el asidero de la oposición contra Sánchez
No ha habido tregua para Sánchez desde que formó gobierno en 2023 y sus socios parlamentarios creen que no tendrá un minuto de respiro


A mayores delitos de Santos Cerdán, indiciariamente y en fase de instrucción, mayores responsabilidades políticas recaen sobre Pedro Sánchez. Esta es la motivación suprema de la oposición, que no permitirá que las eluda. Sus socios aguardan expectantes y con aprensión la evolución de las revelaciones.
La naturaleza de los presuntos delitos del exsecretario de Organización son de extraordinaria gravedad ¿Tanto como para entrar en prisión ante el riesgo de fuga o destrucción de pruebas? Así lo ha determinado el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, para quien el político navarro tuvo un papel preeminente en la supuesta trama corrupta. Por ella Pedro Sánchez es desde este lunes el objetivo que batir de la oposición. “Siempre lo fue, pero con el ingreso en prisión de Cerdán, mucho más”. Esta es la percepción de numerosos interlocutores socialistas.
No ha habido tregua para Sánchez desde que formó gobierno en 2023 y sus socios parlamentarios creen que no tendrá un minuto de respiro. Su cercanía a Cerdán va a ser utilizada en su contra todos los días y a todas horas.
“Habla con Santos”. Esta era la respuesta natural a cualquier pregunta sobre cualquier cuestión interna del PSOE en todos y cada uno de los territorios del partido. Había que hablar con Cerdán si el asunto era de importancia media o alta. Desde 2017 empezó a atesorar influencia por decisión del secretario de organización, José Luis Ábalos, que simultaneaba su cargo con el Ministerio de Transportes hasta que en 2021 fue despojado de ambas funciones por Pedro Sánchez. El partido quedó en manos del político navarro. Y Sánchez estaba tranquilo.
Su compañero Ábalos, que tanto lo apoyó y trabajó en las primarias, le había fallado por su conducta personal. Nada trascendió sobre actuaciones de corrupción económica. Desde el círculo más estrecho de Pedro Sánchez se insiste en que el presidente nunca tuvo pruebas de amaños, mordidas y actuaciones delictivas. Sí sobre su vida privada. Por esa razón le quitó posibilidad de gasto y dispendio tanto en el partido como en el Gobierno. Cuando los primeros audios demostraron la presunta corrupción, vio en Santos Cerdán el pilar para que el edificio no se derrumbara. El presidente no tuvo ninguna duda sobre la honradez de Cerdán para estar en la primera línea de las negociaciones más delicadas. La falta de pruebas de las acusaciones de Víctor de Aldama contra Santos Cerdán y otros ministros, junto al ahínco con el que Cerdán lo negaba, todo tranquilizaron a Sánchez.
Para la oposición la única salida son elecciones y las exigirán hasta la extenuación. No tiene por qué; no lo hará, se repite en su entorno. No son sentencias firmes. Hasta el comité federal del PSOE del sábado, el líder socialista tiene unos días para analizar todos los escenarios.
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