Los obispos respaldan un adelanto electoral y Bolaños les acusa de estar en comunión con la ultraderecha

Nueva bronca entre los obispos y el Gobierno, esta vez por las declaraciones del presidente y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) para promover un adelanto electoral. “Es lo que conviene a España por encima de intereses de partidos”, ha dicho el secretario y portavoz de los portavoces, César García Magán, este viernes durante la rueda de prensa, para explicar los trabajos de comisión permanente. Las frases de García Magán eran un apoyo al discurso de los últimos días del arzobispo Luis Argüello, líder de los purpurados españoles, que en el que asegura que “la salida a este bloqueo institucional es dar voz a los ciudadanos”. Pocas horas después de acabar la rueda de prensa, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha enviado una carta a Argüello para quejarse sobre la postura de la Iglesia, a la que acusa de mantener una “comunión espiritual y política” con los partidos de derecha y ultraderecha. “Esta comunión fue tan intensa que imagino que a la Conferencia Episcopal le resultó imposible pronunciarse de algún modo sobre los casos de corrupción que afectaron al partido junto al que se manifestaron”, dice la misiva, en alusión a las marchas convocadas por el PP en contra del aborto y el matrimonio igualitario y que fueron apoyadas por la CEE.

Las palabras de los obispos llegan tras una semana crítica para el Gobierno, después de que se conociera la supuesta implicación del ex secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, en el cobro de mordidas a cambio de amañar licitaciones de obras públicas. Sobre esto, ha girado las declaraciones del secretario general: “La corrupción es uno de los cánceres de la democracia, mina los pilares de la democracia. Hace perder la credibilidad y es una entrada peligrosísima a situaciones de autoritarismo”.

Preguntado por la postura de la CEE ante los otros casos de corrupción que afectan a otros partidos y Gobiernos, el secretario ha respondido con ambigüedad que no es la primera vez. “Si recogen el magisterio de la Iglesia ha habido antes, en momentos especiales de España, ha habido hasta documentos muy sólidos de la Conferencia Episcopal Española que han hecho una reflexión general sobre la situación política”, ha explicado. Lo cierto es que ningún presidente de los obispos pidió la convocatoria de elecciones tras destaparse grandes casos de corrupción como los papeles de Bárcenas, la Gürtel, el caso de los ERE, el caso Púnica, el caso Nóos.

La carta de Bolaños es directa y arremete con acusaciones serias al líder de la Iglesia: “Puedo entender también que la Conferencia Episcopal desee un cambio de Gobierno con el fin de que los debates sobre la reparación a las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia o la tipificación como delito de las llamadas ‘terapias de conversión’ sean más fáciles de abordar para ustedes o no se aborden en absoluto”.

El portavoz de los purpurados ha subrayado, no obstante, que la CEE no tiene de momento una posición oficial ante la crisis política que atraviesa el partido socialista, los ataques a la Guardia Civil y a la Unidad Central Operativa (UCO) o incluso las grabaciones, recientemente incorporadas al caso Koldo, que recogen la conversación entre el exministro José Luis Ábalos y su asesor sobre varias mujeres con las que iban a tener citas. La CEE no suele pronunciarse sobre cuestiones políticas a menos que le afecten directamente, por eso el respaldo a unas elecciones anticipadas supone una llamada inaudita a sus fieles para fijar una postura. “La Constitución prevé distintos instrumentos para el sano ejercicio de política democrática, como la moción de censura o la moción de confianza, pero el elemento principal son las elecciones”, ha dicho el secretario general, que ha añadido: “El bien de la sociedad está por encima de los partidos”.

Tras la exposición, César Magán, haciendo uso de su carácter diplomático, ha pedido que no se haga “un trazo de brocha gorda y juzgar a toda la clase política como corruptos porque eso también entraría en una dinámica peligrosa de populismo”. De ahí, ha incidido de nuevo, la importancia de dar voz a los ciudadanos. El secretario, en este sentido, ha recordado “la no fácil, pero equilibrada función que prevé la Constitución para la Corona y el jefe del Estado”.

El discurso de los últimos días de Argüello ha zarandeado a algunas asociaciones católicas de base, como los socialistas cristianos o la Coordinadora de Comunidades Cristianas Populares (CCP). Luis Ángel Aguilar, secretario de la CCP, acusó a través de un artículo publicado en Religión Digital al presidente de los obispos de extralimitarse y de acercarse a los partidos de ultraderecha. “Denunciamos esta derechización eclesiástica tan contraria a un Evangelio que es mensaje de amor, de tolerancia y de esperanza; y lamentamos esta derechización social fruto de la ignorancia política, de la falta de pensamiento crítico y consecuencia de la manipulación de los medios”, escribió este jueves Aguilar.