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PP y ERC se unen en el Senado por el informe Cerdán: “Puso la mano en el fuego y se abrasó”

Los populares continúan con su asedio a los ministros del Ejecutivo, que se defienden atacando con los casos de corrupción del PP

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes del Gobierno de España, Félix Bolaños, este martes en el Senado.
Manuel Viejo

La sonrisa de los senadores del PP es ya muy alargada. Semana a semana. La imagen contrasta con algunas miradas perdidas socialistas. También con lo de algunos socios del Ejecutivo, que temen ser achicharrados. Tratan de marcar distancia, como ERC, que ha hablado de una “mancha” de corrupción que hace “difícil confiar” en los meses venideros. El informe de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE hasta el pasado jueves, ha supuesto otro impulso para la espoleada oposición popular, que controla a los ministros socialistas con su mayoría absoluta en la cámara en cada pleno de los martes. Tanto es así, que los populares han habilitado sesiones en julio —y no descargan agosto— para continuar con su apuesta por desgastar al Gobierno. Este martes, la portavoz de Alberto Núñez Feijóo en la cámara alta, Alicia García, ha ido con todo:

—¡Su Gobierno está acabado!

No ha sido la única. García ha dado por muerto al Ejecutivo. Lo ha comparado con el Titanic. “El capitán [por Sánchez] está tocando el violín. Están tocados y hundidos. Por incompetencia o por connivencia no hay más salida que su dimisión. Puso la mano en el fuego por [Santos] Cerdán y se abrasó. No son víctimas de la corrupción, sino verdugos de la democracia. Dígame, ¿por qué siente indignada?”.

El senador del PP Fernando Martínez Maíllo interviene durante un pleno en el Senado, a 17 de junio de 2025, en Madrid.

Los seis ministros socialistas presentes han tratado de lanzar un mensaje de unidad con su bancada. María Jesús Montero, la vicepresidenta primera del Gobierno, ha acusado al PP de tapar los casos de corrupción. El argumento socialista se basa ahora en comparar la forma en la que los dos principales partidos han afrontado sus casos de mordidas internas. “Este partido”, ha dicho Montero, “cuando hay indicios, indicios, ni siquiera imputaciones y sentencias condenatorias, pide expedientes, que abandone el acta y lo expulsan del partido”, pese a que al exsecretario de organización, José Luis Ábalos, ha sido expulsado este lunes, 16 meses después de la apertura de un expediente sancionador.

Montero ha enumerado también los distintos casos de corrupción que han afectado a los populares en la última década. “Caso Bárcenas. Púnica. Kitchen…”. Dos senadoras del PP han sacado el abanico ante tanta lista. El resto, al unísono, y con cierto retintín, ha soltado:

—Ahhhhh.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, junto a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la sesión del Pleno del Senado celebrada este martes en Madrid.

Otros senadores del PP han pedido que se disuelvan las Cortes ya. Que se convoquen elecciones. De hecho, Vox ha seguido también esta línea. Su portavoz, el extremeño Ángel Pelayo Gordillo, ha añadido un pequeño matiz, advirtiendo en donde pondrán el foco en el caso de unos comicios. “Elecciones libres y limpias. Libres y limpias. Libres y limpias”. Sin embargo, el silencio se ha apoderado de la cámara cuando ha tomado la palabra la senadora de ERC, Sara Bailac. “Ustedes venían a acabar con la corrupción del PP y han quedado manchados. Ocho años sin una medida real para terminar la corrupción. Se hace difícil confiar en el Gobierno. Quedan demasiadas preguntas en el aire. ¿Hasta dónde llega este caso?, ¿los órganos de contratación están ya limpios? Urgen respuestas y medidas de calado. Su Gobierno tiene que hacer limpieza. Es el único camino para que esta legislatura agónica pueda continuar. Adopten medidas o no merecen ese tiempo extra”. La intervención ha sido tan inesperada, que Félix Bolaños ha bebido un vaso de agua. “Me complace su análisis de lo que supone la corrupción para un país”, ha contestado. “Me asquea la corrupción, me repugnan los corruptos. Cuando afectan a mi partido, me avergüenzan”. El PP, al unísono y como un coro perfectamente engrasado, ha cantado:

—Ooooh.

Bolaños, eso sí, ha dicho que la corrupción cero no existe. Y ha pedido a ERC que no generalice. Que él va a dar la cara por los servidores públicos de todos los partidos. Por toda esa gente que se deja su vida por la política. La senadora independentista ha recogido el guante, pero ha insistido en que hay que tomar ya medidas.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.
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