Azcón tarda tres días en visitar las zonas inundadas de Aragón por estar en una boda “a 1.000 kilómetros” y sin “un Falcon”

El presidente de Aragón, el popular Jorge Azcón, tardó tres días en visitar los pueblos aragoneses afectados por las tormentas y las inundaciones registradas el pasado viernes por la tarde porque, ha explicado este martes, se encontraba en una boda “a 1.000 kilómetros de Aragón”.

En una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3 y ante las críticas que ha recibido de vecinos de los municipios afectados por la tardanza en visitar la zona, Azcón ha explicado que las tormentas descargaron el viernes a última hora y que él el fin de semana estaba con su esposa de boda a gran distancia de la región. “Y no tengo un Falcon”, ha ironizado, en referencia al avión que usa el presidente del Gobierno.

Según ha podido saber EL PAÍS, el presidente viajó en coche oficial el mismo viernes, el día de la riada, para asistir a la boda era de un alto cargo de la Xunta de Galicia. Azcón estuvo en esa comunidad hasta el domingo. “No preveías que pudiera ocurrir. Me hubiera encantado poder volver antes. Volví y el lunes a primera hora estaba visitando los municipios”, ha señalado en la entrevista de este martes sobre las inundaciones, en las que no ha habido que lamentar daños personales.

Azcón visitó las localidades de la Almonacid de la Cuba, Villar de los Navarros, Letux y Azuara (537 habitantes), uno de los más afectados por el aluvión de agua, algunos de cuyos vecinos increparon al jefe del Ejecutivo autonómico, le exigieron ayuda entre gritos y al mismo tiempo que le afeaban no haber acudido hasta allí antes. “Esto sobra hoy: el pueblo fue el que nos salvó”, le espetó un vecino.

“Lo que pasó en Valencia es una desgracia en la que mueren más de 200 personas. En Aragón ha habido desperfectos gravísimos, pero gracias a Dios no tenemos que lamentar ninguna vida”, ha zanjado el dirigente autonómico.

“Comparar lo ocurrido en Valencia con lo que ha ocurrido este fin de semana en Aragón es un insulto a los valencianos”, ha afirmado, Azcón, aunque ha reconocido el “derecho a enfadarse” de los vecinos de los pueblos de las provincias de Zaragoza y Teruel afectados por las tormentas.

“Lo que han sufrido estos vecinos es muy grave, porque los daños han sido muy graves, pero no es lo que ocurrió en Valencia. Comparar lo que ocurrió en Valencia con lo que ha ocurrido en Aragón durante este fin de semana es un insulto a los valencianos”, ha señalado el presidente regional.

“Cuando has perdido tu casa o cuando has perdido muchos enseres, tienes derecho a enfadarte. Los políticos lo que tenemos que hacer es dar la cara. No se puede criticar a quien ha perdido muchos de sus recuerdos, mucho de lo que tenía en sus pueblos”, ha comentado Azcón este martes en televisión.

El presidente ha aclarado que las tormentas comenzaron a descargar a última hora del viernes. “No me pilló justo en ese momento en Zaragoza porque estaba a 1.000 kilómetros de Aragón en una boda y me hubiera encantado poder llegar antes, pero, en cuanto fue posible, lo que hice fue ir a dar la cara y no salir corriendo, que es una forma también distinta de la que actuamos unos y otros”.

Otro miembro del Gobierno aragonés, el consejero de Hacienda, Interior y Administración pública, ha explicado este martes que en un primer momento el Ejecutivo pensó que podía hacer frente con medios propios a las inundaciones derivadas de las tormentas que castigaron 12 localidades de Zaragoza y Teruel y ha explicado que ha sido la evaluación de los daños y la “frustración de la gente” la que 72 horas después el Ejecutivo haya declarado el nivel 2 de alerta y a solicitar finalmente el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME), “una herramienta fantástica”, en palabras del consejero Roberto Bermúdez de Castro. La UME ya ha desplegado 118 efectivos este martes. Se suman a un contingente que ahora estará compuesto por 288 personas, entre los militares, personal de Protección Civil, el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales del Gobierno de Aragón (Infoar), la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos de las Diputaciones de Zaragoza y Teruel, el 061 y Cruz Roja.

Los efectivos militares han encontrado este martes un conjunto de parques y caminos cubiertos de fango, en el que la caída de árboles y el arrastre de vegetación habían formado una especie de dique en el camino. Frente a la devastación, los vecinos de esta primera localidad, ordenados en el Centro de la Tercera Edad contiguo al Ayuntamiento, proveen botas de agua, alimentos y agua para soportar las altas temperaturas, con un espíritu de hermandad y acompañamiento.

La ayuda ciudadana se ha convertido en la tónica de estos días y, junto a ella, también han aflorado críticas hacia la administración por la demora en las acciones contra emergencias. “Ha sido la gente de los pueblos la que ha salvado al pueblo, como ocurrió en la dana y en otras catástrofes”, ha lamentado Eric, vecino de la localidad, que vivió de primera mano la parte más cruda de la riada.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha expresado en televisión que el Consejo de Gobierno aprobará un paquete de ayudas “millonario” para “no solo hacernos cargo de aquellas cuantías que no vayan a cubrir los seguros, sino que vamos a ayudar a los ayuntamientos a reparar una parte muy importante de los destrozos que hayan podido tener en sus calles y, por supuesto, las carreteras que dependen del Gobierno de Aragón, y los consultorios [médicos]”.