Bronca en la Asamblea extremeña en el debut de Gallardo: “Le han pillado, pero bienvenido al templo de la palabra”
El líder de los socialistas se estrena como diputado: “He venido a plantar cara. Las denuncias falsas pagadas con dinero público no nos van a apartar”.

María Guardiola llega sonriente a su asiento blanco en la Asamblea de Extremadura. Saluda a los suyos como si no los hubiera visto desde hacía años. De pronto, Miguel Ángel Gallardo, el líder socialista regional investigado por tráfico de influencias y prevaricación por un supuesto caso de enchufe laboral al hermano de Pedro Sánchez en 2016 durante su etapa al frente de la Diputación de Badajoz tras una denuncia de Vox y la organización ultra Hazte Oír el año pasado, se acerca hacia la presidenta extremeña. Guardiola, consciente de la expectación, decide saludar a otros diputados populares. Hace esperar al líder socialista a la vista de todos. Gallardo, rodeado de cámaras, busca la imagen del saludo institucional en el día de su toma de posesión del acta de diputado, que ha pedido ahora, meses después de liderar el partido y solo unas horas antes de que la jueza le abra juicio oral por el caso judicial en el que está inmerso, un movimiento interno que ha recibido muchas críticas socialistas porque implica el aforamiento para ser juzgado por el tribunal superior de la región en lugar de los ordinarios –como este caso– debido a su función pública o cargo. Para colmo, Gallardo, tras aforarse ahora como diputado —ha tenido que renunciar un compañero y cuatro que iban en la lista—, ha propuesto a Guardiola que retire los aforamientos de todos los diputados de Extremadura. Gallardo, sonriente, algo nervioso —casi se equivoca de puerta al entrar en la Asamblea—, ha extendido al fin la mano a Guardiola tras esperar unos segundos:
–Buenos días, presidenta.
–Buenos días, Miguel Ángel.
El saludo, frío, serio, acorde a los tiempos que atraviesa la política extremeña, ha sido el anticipo del primer cara a cara entre las dos figuras más importantes del panorama político de Cáceres y Badajoz. “Se acostó siendo el cuestionado secretario regional”, ha dicho Guardiola, “y este jueves se levanta como Martin Luther King. No es víctima de nada. Le han pillado. No es lo más honroso, pero bienvenido al templo de la palabra. Está aquí como aforado express. No me pida que entre de su mano en el delirio que tiene montado. Excusas, sinvergonzonería, ¿cuándo fue la última vez que dijo la verdad?”.
La política extremeña no está acostumbrada a ocupar los telediarios. Gallardo ha provocado que el foco nacional político se instale en Mérida. Tanto es así, que el Parlamento ha tenido que habilitar otra sala para los medios. “He venido para quedarme, para dar la batalla”, ha dicho el líder socialista en su primera intervención. “Las denuncias falsas pagadas con dinero público no nos van a apartar”. El discurso, leído, solo ha sido aplaudido una vez por los suyos, y sin mucha efusividad. Gallardo ha agotado su tiempo en su primera intervención y no ha tenido turno de réplica.

El movimiento de Gallardo ha generado muchas críticas internas en el PSOE extremeño. Su salto a la cámara se produce por una petición expresa del partido, según cuentan varios de ellos. “Todos le dijimos que diera la cara”, cuenta por teléfono el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, una de las personas más fieles a Gallardo en la región. “Veíamos que el caso judicial se dilataba… Puede sonar rara, en el sentido que dijo una cosa y ha hecho otra. Pero los tiempos del PSOE no son los tiempos de la justicia”.
La realidad es que Gallardo también dijo que no iba a acudir a la Asamblea para aforarse y, ahora, ha hecho lo contrario. El movimiento ha generado críticas internas, pero muy pocos quieren expresarlas con nombre y apellidos. “Ciertamente, estoy preocupado”, cuenta el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales. “Espero que perdure el sentido común”. Morales se enteró por la prensa del movimiento de Gallardo. Tanto Morales como el alcalde Osuna han acudido este jueves al Parlamento para escuchar las voces de su líder. Es más, hasta el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha salido a defender a Gallardo con un artículo en su blog hace solo unos días: “¿Fraude de ley?”.
Este jueves, si existe una ley no escrita en todo parlamento, se ha roto en Extremadura. Cuando un diputado recoge el acta, el resto, independientemente del color político, aplaude, como una especie símbolo democrático. A fin de cuentas es, simplemente, eso. Hoy, no. Los cuatro diputados de Vox se han levantado de sus asientos a la orden de su portavoz y líder, Ángel Pelayo Gordillo: “Vámonos”. Y se han marchado unos minutos del hemiciclo. Los 28 diputados del PP han estado en silencio, sentados. Y los 28 del PSOE han aplaudido en pie, pero tampoco con mucho esmero.
Hoy, con la presencia de Gallardo, se cumplen dos años del nuevo ciclo político en Extremadura. Sobre todo para Guardiola, que saltó a la política nacional por criticar a Vox e integrarlo inmediatamente después. “Yo no voy a regalar consejerías. [...] Iremos a elecciones, si hay que ir. [...] Yo no puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI”. Ningún miembro del PP, ni autonómico ni nacional, se había mostrado con tanta fiereza contra Vox. Guardiola estaba convencida. Duró siete días.
Aún retumba en la Asamblea su discurso de investidura donde, sabedora de que había incumplido su palabra, citó de soslayo una frase del periodista Manuel Chaves Nogales en su libro sobre el matador de toros Juan Belmonte: “En las grandes ocasiones siempre digo algo inconveniente”. Y cuando juró el cargo como presidenta, el día más importante de su carrera política, soltó: “Mis principios son los mismos”. Ahora, sin el consejero de Vox en el Gobierno –no acató la orden de Santiago Abascal de salirse de todos los gobiernos autonómicos y Guardiola lo mantuvo– el PP gobierna en solitario con la muleta de Vox. De hecho, aunque no cuenta con Presupuestos, este jueves se derogará la ley de memoria democrática.
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