El padre de la niña que murió por una bala perdida en Plasencia queda en libertad con cargos
El progenitor está acusado de intentar quemar este domingo la casa, con gente dentro, de los familiares de los implicados en el tiroteo en el que murió su hija

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Plasencia ha decretado libertad provisional para el padre de la menor de dos años que murió hace exactamente un mes, tras un tiroteo entre dos clanes de la droga de la zona, al recibir de un balazo en el cráneo. La menor estaba refugiaba en una casa con su madre, en el barrio plasentino de San Lázaro. Junto al progenitor, Iván Montaño, de 20 años, han quedado las otras dos personas que la Policía Nacional había detenido. A los tres se los acusa de intentar quemar una casa con gente dentro. Los hechos tuvieron lugar la madrugada del domingo al lunes, según refiere la prensa local, cuando algunos familiares de los que dispararon a su hija habían regresado al barrio después de que fueran expulsados hace un mes de las inmediaciones. La vivienda que Montaño y los Montaño y un familiar fueron arrestados el lunes, el tercero de los implicados fue capturado el martes.
Al padre de la menor y a los dos arrestados se los interrogó inicialmente en relación con un presunto delito de homicidio en graddo de tentativa, pero finalmente están siendo investigados por daños y amenazas.
Al parecer la vivienda es propiedad del llamado clan de Los Loletes, implicado en el tiroteo, que cuentan con seis encarcelados actualmente como presuntos autores de los disparos en San Lázaro y de la muerte de la niña. Los otros dos detenidos son familiares o cercanos también de la menor.
El juez ha acordado, además, para dos de los detenidos y luego puesto en libertad la prohibición de acercarse a los habitantes de la vivienda a menos de 150 metros y de comunicarse con ellos a través de cualquier medio. Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura las diligencias contra ellos se siguen por los delitos de daños y amenazas.
Las represalias han sido constantes a lo largo del último mes con varios incendios de viviendas en la misma barriada, todas ellas propiedad de las familias implicadas en el tiroteo.
El padre de la niña, su tío y otros familiares se concentraron la pasada semana en la plaza Mayor de Plasencia, donde señalaron que en esa vivienda podrían tener guardadas las armas con las que creen que mataron a su hija y que los encarcelados no habrían entregado a la policía.
San Lázaro es una barrida placentina que no es la primera vez que vive un incendio, ya que tras el tiroteo ardió la casa en la que vivían los principales miembros del clan de San Lázaro, después de que intentaran quemarla en dos ocasiones y, días más tarde, le ocurrió lo mismo a la casa contigua. Hasta ahora, no se había producido ninguna detención en relación con estos incendios.
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