Gobierno y oposición, ni un paso atrás

Negar al otro, no reconocerlo. La oposición conservadora carece de tiempo, de intención y y de actitud, según su estrategia electoral, para hacer distinciones y matices sobre las medidas que propone el oGbierno de coalición. En cinco meses hay elecciones locales y autonómicas y en menos de doce se celebrarán las generales que determinarán el color del Gobierno. No tardó Cuca Gamarra, vicesecretaria general del PP y portavoz parlamentaria, ni diez minutos en comparecer este martes después de que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hubiera terminado su conferencia de prensa en La Moncloa. No necesitaba más tiempo. El sexto paquete de medidas adoptadas para paliar en lo posible las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania son insuficientes, se quedan muy cortas y llegan tarde: esta ha sido la respuesta del PP a los nuevos 10.000 millones de euros destinados al alivio económico del alza de los precios y la ayuda a los más vulnerables, sumados a los 35.000 anteriores. Y habrá más si las circunstancias lo demandan, se ha comprometido Sánchez.

El Gobierno forzará al máximo la capacidad del Estado, hasta el último día de legislatura, para poner recursos públicos a disposición de “las clases medias y trabajadoras”, como repiten todos sus miembros en una expresión encadenada. El PP, desde el otro extremo de la cuerda, no ahorrará recursos dialécticos para quitar todo valor a cualquier acción del Gobierno. Nada es digno de tener en cuenta porque lo que hace Pedro Sánchez es para “mantenerse en el poder” y no merece otras disquisiciones, concluyen en el PP.

Ni un mínimo cambio en las posiciones políticas, por lo que hay que centrarse en las medidas. Algunas tendrán efecto inmediato, mientras que el recorrido de otras deberá ser escudriñado con atención para comprobar que cumplen sus objetivos. La agilidad para que los 200 euros directos lleguen a los más de cuatro millones de familias susceptibles de recibirlos es una de las preocupaciones mayores. No menos el descuento de los veinte céntimos por combustible. Una vez que la medida queda para sectores profesionales falta por constatar que estén todos los que deben recibirlo. El forcejeo por la continuidad de la congelación de los precios de los alquileres entre las dos partes del Gobierno de coalición es un final casi feliz, aunque siempre insuficiente para Unidas Podemos. La rebaja del IVA de alimentos básicos, tan necesario ante la evidencia de que la inflación se desborda en los alimentos en relación al índice medio, suscita de entrada debate entre los economistas. Las dudas se centran en la reacción de los centros comerciales al etiquetar los precios. Una medida de rebaja relevante en todo caso, aunque no obtiene el menor aprecio del primer partido de la oposición.

Por ese lado, el Gobierno no tiene que esperar nada, como comprobará este próximo jueves cuando el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparezca, ya alejado de la intervención de Pedro Sánchez y para alcanzar cierta singularidad. En la presentación de Pedro Sánchez se han reconocido expresiones de Felipe VI en su alocución de la noche del 24 de diciembre. El presidente aludió, como el Monarca, a “la erosión de las instituciones”, que Sánchez atribuyó al PP por la situación de bloqueo sostenido en la renovación del CGPJ y sus derivaciones en el Tribunal Constitucional. Menos de tres horas después, el CGPJ rompió su propio bloqueo con la elección de dos miembros para el tribunal de garantías. Es Sánchez quien erosiona al favorecer a los independentistas catalanes: esa es la respuesta del PP, con absoluta abstracción de los avatares de los órganos judiciales en el deterioro institucional.

No habrá referéndum de autodeterminación por mucho que lo demande el presidente catalán, Pere Aragonés. “Que pidan lo que quieran”, ha sostenido Pedro Sánchez con reiteración y distintas fórmulas de negación. El PP no las tiene en cuenta.