Abascal presenta a Olona como “garantía del verdadero cambio en Andalucia”

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha presentado este domingo en Cádiz a la candidata de su partido a la Presidencia de la Junta, Macarena Olona, como “la garantía del verdadero cambio en Andalucía”, donde se celebran elecciones el próximo 19 de junio. Abascal ha acusado al presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), de haber realizado un “cambio descafeinado” y de haber mantenido las políticas del PSOE después de llegar al poder en 2019 gracias a Vox, tras 37 años de gobiernos socialistas en esa comunidad autónoma. “Somos la verdadera alternativa. No queremos un simple relevo. No basta con desalojar a los socialistas, hay que expulsar las políticas de la izquierda del Palacio de San Telmo [sede de la Presidencia andaluza] y lo vamos a hacer. Hemos traído a Macarena Olona para este desafío”, ha proclamado.

Vox ha convertido el mitin del 1 de mayo, que su brazo sindical ha llevado a Cádiz, en el primer acto de precampaña de cara a las próximas elecciones andaluzas. Abascal ha asegurado que su objetivo es ganar pero, si no lo consigue, “que nadie piense que vamos a dar nuestros votos gratis. Quien quiera que se lo regalemos al PP que vote al PP”, ha advertido. Son las mismas palabras que utilizó cuando se convocaron las elecciones en Castilla y León y se tradujeron luego en la amenaza de repetir los comicios si Mañueco no daba entrada a Vox en el Gobierno regional, como finalmente hizo.

La apuesta es arriesgada pues, si el PP consigue sacar más escaños que el resto de la oposición como pretende, la única forma que tendría Vox de presionar a Moreno sería votar con la izquierda en contra de su investidura. En cambio, no entrar en el Ejecutivo andaluz tras haberlo logrado en Valladolid sería un duro revés en la estrategia de Abascal de forzar a Feijóo a aceptarlo como socio imprescindible en un futuro Gobierno de la nación.

Eso explica la decisión de enviar a Olona a Andalucía que, según ha reconocido Abascal, no ha sido fácil, pues hasta ahora Vox había optado por candidatos anodinos fiándolo todo al prestigio de la marca. Olona le ha agradecido la nominación al “jefe”, como ha llamado a Abascal, y al resto del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido. En un tono aún más elevado del ya habitual en sus intervenciones en el Congreso de los diputados, Olona se ha presentado como “la candidata del pueblo” y ha asegurado que el destino de España “se juega” en las próximas elecciones andaluzas.

Contra los sindicatos

La todavía diputada ha arremetido contra los sindicatos de clase, a los que ha acusado de ser “enemigos de la patria”, de haber “prostituido la acción sindical” –el mismo término que empleó contra la presidenta del Congreso, Meritxel Batet— y de haberse convertido, “previo soborno”, en “plataforma personal de una ministra comunista”, en alusión a Yolanda Díaz. También se ha lamentado de que en España, al contrario que en Francia, no se haya convocado una huelga general en los últimos meses.

El secretario general de Solidaridad, Rodrigo Alonso, que ha actuado como telonero de Olona y Abascal pese a ser el teórico convocante del acto, ha exhibido el carné de una supuesta afiliada de Comisiones Obreras que se ha pasado a Vox y ha insultado a los dirigentes de los sindicatos de clase, tachándolos de “corruptos” y “sinvergüenzas”.

Los ataques contra Comisiones Obreras y UGT han sido el eje de la celebración del Primero de Mayo de Vox, en la que han participado varios cientos de personas, que han recorrido a pleno sol poco más de un kilómetro de la avenida que discurre por el exterior de los astilleros gaditanos, con Olona como protagonista indiscutible en el centro de la cabecera de la marcha, flanqueada por Abascal y Alonso, y aclamada con gritos de “¡presidenta!” y “¡presidente!”.

Aunque la avenida amaneció repleta de pintadas contra Vox y se temía un enfrentamiento con la manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios, esta discurrió sin incidentes a pocos metros del lugar del mitin, donde también ondeaba una gran bandera LGTBI izada por el Ayuntamiento. Lo que más incomodó a los dirigentes de ultraderecha fue un pequeño pero ruidoso grupo de militantes antivacunas, que reprocharon a Olona que se hubiera inmunizado contra la covid, lo que Abascal nunca reconoció en público.