He analizado cuatro palos ‘selfie’ con trípode para el teléfono y te cuento mi experiencia

El mejor palo 'selfie' con trípode

El análisis ha dejado un empate técnico entre dos modelos, pero el Pnitri PNQ02MP-W se ha llevado la victoria: alcanza la altura más alta, incluye dos luces LED regulables y, en conjunto, proporciona la experiencia más satisfactoria.

La cámara se ha convertido en uno de los aspectos clave que más se valora al elegir un nuevo teléfono móvil. Para sacarle el mejor partido y conseguir fotos y vídeos más estables, existe un accesorio asequible, fácil de usar y, sobre todo, muy práctico: los palos selfie que también funcionan como trípode.

Estos dispositivos destacan por su amplia compatibilidad, ya que es posible utilizarlos prácticamente con cualquier smartphone. Además, resultan cómodos de llevar gracias a su ligereza y diseño plegable, que permite alternar entre el modo de palo selfie y el modo trípode en apenas unos segundos. Otra ventaja interesante es que la mayoría incluyen un pequeño control remoto por Bluetooth, que se enlaza con el teléfono. De esta forma, es posible tomar fotos o grabar vídeos a distancia con solo pulsar un botón, mientras el móvil permanece fijo y listo para capturar momentos inolvidables.

Así hemos elegido y probado los productos

Los modelos que he analizado están disponibles en Amazon y su precio no supera los 20 euros. Cada uno los he probado a lo largo de varios días, no solo con mi teléfono personal, sino también con el de mi pareja y un par de amigos, para comprobar su compatibilidad y rendimiento con distintos smartphones.

Los aspectos que he valorado en cada análisis han sido los siguientes:

• Calidad de construcción: el tipo de materiales, la sensación al tacto y la durabilidad que transmiten.
• Diseño y manejo: he comprobado si el mecanismo para abrir y cerrar es práctico, si colocar y quitar el móvil resulta sencillo, y qué margen de giro ofrece para ajustar el ángulo.
• Mando a distancia: si la vinculación por Bluetooth es rápida y estable o si, por el contrario, presenta fallos de conexión.
• Uso diario: ¿cumplen con lo que prometen?, ¿aportan una buena estabilidad al tomar fotografías o hacer vídeos?

Palo selfie en diferentes colores: Pnitri PNQ02MP-W

Para quien es: ¡continúa leyendo si lo que buscas es un palo selfie con trípode que incorpore doble iluminación!

Por qué lo hemos elegido: desde el punto de vista de la calidad de fabricación, es uno de los modelos que más me ha gustado ya que transmite solidez y buen acabado. Eso sí, también he notado que tiende a atrapar el polvo con facilidad, así que conviene pasarle un paño de vez en cuando para mantenerlo limpio. Tiene, por otro lado, el aliciente de extender sus siete secciones telescópicas hasta alcanzar los 114 cm, una longitud que supera a la mayoría de sus competidores. Sin embargo, esta extensión implica que la flexión lateral sea evidente: sucede en suelos empedrados porque sobre superficies estables y lisas la firmeza es más que suficiente.

El otro reclamo es que viene con dos luces LED que proporcionan tres tonos —cálido, neutro y frío— para ajustar la iluminación según el entorno y el tipo de foto o vídeo que vayamos a hacer. Este extra marca la diferencia cuando grabas de noche, haces videollamadas o buscas un efecto más favorecedor en los selfies. El control para cambiar entre los modos es sencillo, y aunque no sustituye a un aro de luz profesional, cumple bien su función si quieres mejorar la apariencia de la imagen sin cargar con más accesorios.

Con un mando a distancia que cumple por lo general con su cometido, el soporte para móvil, giratorio 360° y basculante 180°, se adapta sin problemas a la mayoría de las situaciones.

Sus puntos débiles: los módulos que añaden la iluminación LED complementaria se alimentan de una batería que hay que recargar y su autonomía se queda corta. Hubiera preferido un sistema de pilas.

Soporte inclinable de 270º: Anxre ‎ANXST01

Para quién es: se dirige a los usuarios que buscan un palo selfie con tripode pero sin luz de relleno.

Por qué lo hemos elegido: lo que más me ha sorprendido es su diseño telescópico: posee seis tramos que permiten extenderlo hasta 106 cm, ofreciendo así un excelente alcance para capturar selfies de grupo, paisajes más amplios o grabar vídeos con mayor perspectiva. Al mismo tiempo, se pliega hasta quedarse en apenas 19,5 cm.

Durante las pruebas he valorado mucho la libertad que proporciona su soporte, capaz de girar 360° en horizontal y 270° en vertical. Gracias a esta versatilidad, me ha sido más sencillo colocar la cámara justo en el ángulo que quería, sin tener que mover el trípode todo el tiempo. Solo he tenido que inclinarla un poco o girarla suavemente para pasar de grabar de frente a grabar desde arriba, o de grabar un vídeo a hacer una foto en vertical, casi sin complicaciones.

Las patas del trípode poseen un buen diámetro y puntas de goma antideslizante que refuerzan su estabilidad. Por su parte, el mando a distancia Bluetooth también me ha convencido: se extrae con facilidad del mango, se empareja en cuestión de segundos y tiene un alcance de hasta 10 metros. En las pruebas que realicé la señal no falló ni una sola vez, algo que no siempre ocurre en modelos de esta gama.

Sus puntos débiles: puede resultar complicado colocar móviles muy grandes, ya que el anclaje queda demasiado ajustado.

Palo selfie con 6 opciones de temperatura de color: Qirita C01S

Para quién es: a tener en cuenta especialmente si planeas grabar o hacer fotos tanto de día como en condiciones de poca luz

Por qué lo hemos elegido: de este modelo existen dos versiones: una ‘normal’ y otra que incorpora una luz LED de relleno, que es la que he podido probar. Dicha luz viene en un módulo desmontable y ofrece seis niveles de brillo distribuidos en tres tonos distintos (cálido, blanco y natural), recargables mediante USB. En mis pruebas, especialmente grabando de noche, me llamó la atención cómo ayudaba a suavizar sombras y a definir mejor los rostros sin que la imagen perdiera demasiada naturalidad.

Como el resto, se siente ligero y plegado ocupa poco espacio. Mientras, su diseño telescópico incluye siete secciones que permiten extenderlo hasta aproximadamente 107 cm: este caso, desistí en el intento de colocarlo sobre una superficie que fuese ligeramente regular, porque aun siendo lisa tuve algún que otro problema para que el trípode se estabilizase.

En cuanto a su diseño, a primera vista transmite solidez: cuerpo de aluminio, detalles en plástico ABS bien ensamblados y recubrimiento literalmente acolchado en la zona donde colocas el teléfono móvil.

Sus puntos débiles: el agarre del mango es el menos cómodo de todos y he tenido alguna que otra dificultad al encajar y hacer girar el teléfono móvil y la cabeza del soporte del palo selfie que permite inclinación de unos 225°. La rotación de inclinación no es perfectamente suave y puede requerir reajuste tras varios ángulos seguidos.

Con luz extra: KzomKzoo C01

Para quién es: es una alternativa interesante si priorizas la funcionalidad frente a la calidad de acabados, ya que en conjunto ofrece una experiencia satisfactoria.

Por qué lo hemos elegido: una característica destacada es que incluye una luz LED o ‘fill light’. En concreto, es posible escoger entre tres tonos de luz (cálida, natural y blanca) que en condiciones de baja iluminación nos sacan de más de un apuro.

Como me ha sucedido con el resto, desde el primer momento me llamó la atención su perfil esbelto y el tacto del mango, que permite sujetarlo con firmeza. Por su parte, el clip para el teléfono móvil —pieza clave en la experiencia— cumple en líneas generales con su función de sujeción.

El mando remoto Bluetooth va integrado en el propio mango y funciona como un botón multifunción que resulta difícil de perder, ya que queda fijado mediante un imán. Solo hay que extraerlo ligeramente para disparar la cámara a distancia. En mis pruebas al aire libre, el alcance real rondó los diez metros sin cortes en la señal excepto un par de veces, más que suficiente para hacer selfies de grupo o grabarte solo desde distintas posiciones. Como había previsto, el trípode se despliega sin dificultades. En superficies lisas no tuve ningún problema, pero, por ejemplo, sobre baldosas algo irregulares bastaba con que alguien lo rozara para que una de las patas perdiera firmeza y el conjunto se tambaleara.

Sus puntos débiles: el detalle de algunos acabados es mejorable. Asimismo, si tu móvil posee cierto groso y llevas una funda voluminosa, es preferible retirarla. Al extender el palo por completo, la pinza que sujeta el móvil tiende a abrirse ligeramente, lo que provoca que el teléfono se mueva un poco y la imagen tiemble al mover el palo.

Otros modelo de palo selfie interesante

Si buscas un palo selfie para una cámara de acción

El dispositivo Vkesen incorpora una empuñadura flotante de 18,5 cm de longitud, un peso de 90 gr y es compatible, entre otras, con las cámaras de acción GoPro.

Preguntas frecuentes sobre palos selfie con trípode

¿Cuánto se pueden abrir?

Varía según el modelo, pero la mayoría se extiende entre unos 60 y 100 centímetros, lo que resulta útil para fotos grupales o capturas de planos más amplios.

¿Hace falta descargar una aplicación especial?

Por lo general no. Basta con vincular el mando por Bluetooth y usar la cámara que viene instalada en el smartphone.

¿Cuál es su peso aproximado?

Son accesorios bastante ligeros, con un peso que suele rondar entre los 120 y los 250 gramos, por lo que se pueden llevar sin problema en la mochila o el bolso.

¿Necesitan recargarse o llevan pilas?

El palo en sí no requiere batería; lo que funciona con pila es el mando remoto. En algunos modelos más avanzados, el mando sí puede llevar una batería recargable.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 31 de agosto de 2025.

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