Assekrem, el fin del mundo en Argelia

¿Alguna vez soñaste con viajar a África? Argelia es uno de sus países más desconocidos y fascinantes, además del más grande de todos. Su geografía, dividida en dos zonas, permite disfrutar de una variedad de paisajes y destinos en uno mismo. La más al norte es un estrecho espacio de costa, entre el mar Mediterráneo y las montañas del Atlas, donde se asentaron las culturas antiguas, medievales y modernas. Todas dejaron espectaculares huellas, como los mausoleos de los primitivos reyes de Numidia, las ciudades romanas de Timgad, Djemila y Tipaza, o las cashbas y mezquitas en tiempos islámicos entre las que destaca la de Argel. El resto del país, más del 90%, lo ocupa el desierto del Sáhara, un paisaje fascinante que también merece ser conocido.

En su zona sur se encuentra Tamanrasset y el sistema montañoso de Hoggar, lugar donde residen los tuaregs, una de las etnias más interesantes del África sahariana por su modo de vida nómada y sus famosas costumbres y leyendas. Más al este, encontramos el parque nacional cultural del Tassili N’Ajjer, uno de los sitios con grabados y pinturas rupestres más importantes del Sáhara. Son lugares de difícil acceso, pero de una belleza indescriptible, y únicamente se pueden visitar haciendo noches en vivac, lo que convierte la experiencia en una aventura única.

Es aquí donde está el altiplano volcánico de Assekrem, conocido como el “fin del mundo” en lengua tamasheq. Este macizo, que es el motivo principal de nuestro viaje, se eleva a 2.800 metros y está ubicado a 80 kilómetros de la ciudad de Tamanrasset. Este paisaje lunar, con montañas erosionadas, flujos de lava y acantilados de basalto, fue elegido por Charles de Foucauld como su ermita en 1911. El misticismo del lugar es palpable, especialmente al atardecer, cuando el sol ilumina el Atakor y el pico Tahat.

¿Cómo visitarlo? Muchos visitantes deciden hacer senderismo; una caminata de una hora lleva a la ermita, aún habitada por monjes que celebran misa cada mañana, ofrece una experiencia única de conexión con la historia y la espiritualidad.

La región montañosa de Hoggar, hogar de los nobles tuareg (Kel Ahaggar), es conocida por sus picos plateados, gueltas (cuenca de agua natural) y manantiales escondidos en el valle. Los tuaregs, con su distintivo taguelmoust (turbante), son los señores indiscutibles de este rincón del Sáhara. Esta tierra desolada y mágica, refugio de los “hombres azules” de origen bereber, ofrece una fascinante mezcla de naturaleza y cultura, ideal para los viajeros que buscan una experiencia auténtica y enriquecedora en el corazón del desierto.

Si estás pensando en visitarlo, recuerda que los vehículos tienen acceso hasta cierto punto para preservar la tranquilidad de los monjes y preservar el lugar. El resto del trayecto ha de hacerse a pie, por ello se recomienda llevar suficiente agua y provisiones necesarias. ¡Estás en el desierto! Los increíbles paisajes del desierto te recompensarán. Una de las aventuras más inolvidables que puedes vivir aquí es pasar la noche, para ello nada como uno de los viajes de EL PAÍS Viajes que se realizará el 6 de febrero de 2026. El guía que acompañará esta aventura es todo un experto en Argelia. El arqueólogo, escritor y fotógrafo de viajes, Álvaro Planchuelo, conoce el país como la palma de su mano. Es fundador y presidente de la ONG Campamentos Solidarios que actúa principalmente en Senegal, compagina su trabajo en cooperación con la realización de proyectos profesionales en Europa, África Occidental, Centroamérica y Oriente Medio. Además, también es miembro de la Sociedad Española de Ornitología, de la Sociedad Geográfica Española y, desde 2016 es prescriptor de EL PAÍS Viajes realizando numerosos viajes culturales y de exploración por todo el mundo y abriendo nuevos destinos como Iraq, Mauritania o Mesopotamia Turca. ¿Te gustaría unirte a este viaje de 11 días por Argelia? Puedes hacerlo en este enlace.

Qué ver en los alrededores de Assekrem

Tomando como referencias el altiplano volcánico, el viaje continúa. Hay mucho por ver en el sur de Argelia. Desde aquí, en dirección a la provincia de Djanet, nos topamos con las tallas rupestres de Tin-Tagher, el Erg Admer, una zona de dunas o erg, de 20 kilómetros de ancho y aproximadamente 100 kilómetros de largo y el oasis de Iherir, situado en un impresionante bosque de piedra con asombrosos desfiladeros y cañones laberínticos. Alberga una colección de casas ubicadas en el fondo de un cañón, a 1.100-1.400 metros sobre el nivel del mar, por lo que se recomienda en cualquier viaje por esta zona.

Además, el valle de Tassili Adjer, en Iherir, está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1982 y es reserva de la Biosfera desde 1986. Reconocido como un humedal de importancia global bajo la Convención Ramsar (2001), es un reino de paisajes extraordinarios, rica vegetación y fauna variada, algunas de las cuales son endémicas. Los wadis permanentes en esta región son el último refugio para los peces en el Sáhara. También es un centro de arte rupestre protobereber. Esta región de meseta proporciona frescura en verano y asegura diferencias moderadas de temperatura en invierno. Cerca de Iherir y de las gueltas verdes, se puede descubrir un pueblo, ahora abandonado, que fue durante años el pueblo de verano de los habitantes de Iherir.

Issendilen, un impresionante oasis situado en el parque cultural del Tassili n’Ajjer

¿Te has quedado con ganas de más? Espera porque la provincia de Djanet, cuya capital es la principal ciudad del sureste del Sáhara, tiene mucho más por mostrar. Issendilen (o Essendilène) es otro de ellos. Este magnífico lugar alberga valles, dunas, rocas de formas diversas, estrechas gargantas y profundos cañones, y es famoso por sus numerosas pinturas rupestres que datan de entre 7.000 y 8.000 años de antigüedad. Durante la época colonial, se construyó un fuerte militar en la entrada del cañón, que aún existe y añade un toque bucólico al lugar. Este oasis ofrece una experiencia única de inmersión en la naturaleza y la historia del Sáhara argelino.

Se puede seguir explorando el territorio en Tikobaouen, un laberinto de pilares de piedra de diversas formas. En una tarde sin viento, no escucharás nada más que tus propios pensamientos. El Erg Admer, una vasta extensión de arena de unos 100 kilómetros de largo y 20 kilómetros de ancho, situada en la wilaya de Illizi, en el sureste de Argelia, comienza en el centro del Tassili n’Ajjer, cerca de Essendilène, y se extiende hacia el sur para unirse al Ténéré en la frontera con Níger. Al este del Erg Admer se encuentra el uadi Tigharghart que alberga los magníficos grabados rupestres de la “vaca que llora”.

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