Del poblado íbero de Puente Tablas a las Caras de Bélmez: entre leyendas, rituales y misterios en la provincia de Jaén
El equinoccio en Puente Tablas, la noche de La Tragantía en Cazorla, la leyenda del Lagarto de la Malena y el fenómeno paranormal en Bélmez de la Moraleda son cuatro propuestas para los amantes del turismo más esotérico


La llegada de la primavera —y también del otoño— es la época adecuada para disfrutar de una experiencia única en el oppidum de Puente Tablas, en las cercanías de Jaén. Se trata de la contemplación de un viejo ritual del mundo íbero convertido en un importante reclamo en una provincia donde la oferta turística vinculada a leyendas, rituales y misterios se intenta hacer un hueco entre el omnipresente mar de olivos.
Recogemos aquí cuatro propuestas para los viajeros que buscan los destinos más esotéricos.
Equinoccios en Puente Tablas
Los rituales religiosos del mundo íbero han sido siempre todo un enigma. Rendían culto al sol y la luna. La llegada de la primavera se celebra anualmente en el oppidum de Puente Tablas, reviviendo el ancestral ritual íbero del equinoccio primaveral, una experiencia única para contemplar los mágicos efectos de la luz solar al amanecer sobre la Puerta del Sol, que es el santuario urbano conocido más grande de la cultura íbera. Quien se lo pierda en primavera tiene una nueva oportunidad en otoño y, en cualquier caso, este es un enclave arqueológico que merece siempre una visita.

Se trata de un ritual que propone un encuentro entre dos dioses de la cultura íbera. Por un lado, está la deidad femenina representada en la piedra, y, por otro, la divinidad masculina, el sol, que podría representar un encuentro místico en el que la diosa recibe la fuerza para bajar a los infiernos y resucitar al sol. Las primeras luces del amanecer, atravesando el centro de la Puerta del Sol, son para la diosa, una figura antropomorfa de la misma hallada en 2012 en la que se ve unos brazos esculpidos sobre el vientre con marcas de una tiara y un manto, y que habría sostenido entre las manos un disco solar con el que recibiría la luz. Y cuando esta se ensombrece, la luz llega al interior de una cueva del oppidum, situado a unos 40 metros, en un juego de sombras y luces que, durante 45 minutos, narran un mito relacionado con la fertilidad de la naturaleza, la vida y la muerte, la riqueza y quizás el amor. El Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén (UJA) programa cada año visitas guiadas para recrear e investigar este ritual, y vuelve a repetir la experiencia a finales de septiembre con el equinoccio de otoño.
El santuario de la Puerta del Sol, declarado Bien de Interés Cultural, pertenece al oppidum (ciudad en alto amurallada) de Puente Tablas, un asentamiento de tipo medio, del siglo IV antes de Cristo, situado a unos tres kilómetros al noroeste de la ciudad de Jaén y en el que se conservan restos desde la Edad del Bronce hasta la época islámica. Puente Tablas es una de las paradas del programa Viaje al tiempo de los íberos con el que la Diputación de Jaén promueve visitas a los principales yacimientos arqueológicos que salpican la geografía provincial.
La Tragantía y el río Cerezuelo de Cazorla
Con la llegada del solsticio de verano Cazorla recibe a los viajeros con la representación de la popular leyenda de La Tragantía, un espectáculo de música, teatro, danza y magia cada 23 de junio, en la víspera de la noche de San Juan. Una fiesta donde se revive la leyenda de la aparición de una mujer-serpiente, que habita el resto de los días del año en el castillo de La Yedra, para vengarse de todos los habitantes. Para evitar el maleficio, los visitantes deberán tomar el tradicional té y las pastas y decir el conjuro: “Yo soy la Tragantía, hija del rey moro, el que me oiga cantar no verá la luz del día ni la noche de san Juan”.
La Noche de la Tragantía es una seña de identidad y un reclamo turístico del municipio más conocido del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el de mayor superficie de España. Cazorla es también el destino rural más demandado entre los amantes del turismo de naturaleza. Acudir a la Noche de la Tragantía es también una oportunidad para conocer otros enclaves y espacios naturales de gran riqueza paisajística, histórica y cultural. Uno de ellos es la ruta subterránea por la Bóveda del río Cerezuelo. Diseñada para construir la iglesia de Santa María en el siglo XVI, esta bóveda, de medio cañón muy compacta, se adapta a los desniveles del río en todo el trazado de la emblemática plaza de Santa María. Se trata de una ruta circular de unos cuatro kilómetros de recorrido y unas dos horas y media de duración, con poca dificultad, que transcurre en parte por el patrimonio subterráneo de Cazorla.

El Lagarto de la Malena
Cuando el viajero se aproxima a Jaén puede observar desde la distancia una silueta de la ciudad que se asemeja al gesto corporal de un lagarto posado sobre la ladera del castillo de Santa Catalina. Quizás sea una mera casualidad, pero lo cierto es que la leyenda del Lagarto de la Malena está muy enraizada en las señas de identidad de los jiennenses, que la consideran uno de sus principales símbolos. Tanto es así que la acepción lagartos es más popular que el gentilicio jiennense, y en la ciudad hubo hasta una cerveza con ese nombre.
De esta leyenda, que se remonta al siglo XVII, hay varias versiones, pero la más extendida habla de que había un enorme reptil junto al raudal de La Magdalena que tenía atemorizados y se comía a todos los que se acercaban a coger agua. Tuvo que ser un preso condenado a muerte el que, a cambio de su libertad, acabó con esa fiera engañándolo con un saco de pólvora, que se lo comió y reventó. Desde entonces, esa leyenda da origen a un dicho popular muy extendido entre los lugareños que dice “así revientes como el lagarto de Jaén”, o también “vas a reventar como el lagarto de Jaén”, para advertir que se está comiendo en exceso.

Tanto arraigo tiene esa leyenda en el acervo cultural de los jiennenses que el 2 de julio de 2009 fue elegida como uno de los 10 Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España por el Bureau Internacional de Capitales Culturales. Por ese motivo, el Ayuntamiento declaró el 2 de julio como Día Oficial del Lagarto de la Magdalena, que se festeja por todo lo alto y donde no faltan las escenificaciones teatrales en torno al lagarto más famoso de la península Ibérica. Y hasta se ha patentado una bebida que se toma durante las celebraciones, Sangre de Lagarto, una poción preparada con vino tinto, clavos, canela, azúcar, cáscara de limón o naranja y anís, que se puede degustar tanto fría como caliente. Mientras se prepara, los lugareños recitan el conjuro del lagarto, manteniendo viva la tradición.
Este relato ha dejado una huella profunda en la cultura popular de los lagartos. En el barrio de la Magdalena existe una estatua sobre la fuente que conmemora al mítico reptil. Y muy cerca de allí, en pleno casco antiguo, se puede aprovechar para visitar el Centro Cultural Baños Árabes de Jaén, que acoge los baños visitables más antiguos del país.
Las Caras de Bélmez
Un 23 de agosto de 1971, en una humilde vivienda del pueblo jiennense de Bélmez de la Moraleda dio comienzo uno de los fenómenos paranormales más longevos de la historia reciente de España. Protagonizado por una mujer, la ya fallecida María Gómez Cámara, y unas caras que aparecen y desaparecen en el suelo, este misterio sigue atrayendo, más de medio siglo después de su aparición, a toda clase de curiosos y expertos en lo parapsicológico.

Estos rostros fantasmagóricos que aparecieron en el fogón de la cocina de la casa de María Gómez, muy cercana a la iglesia del pueblo, aún no ha recibido una explicación científica convincente. Mientras tanto, son muchos los visitantes que cada año acuden en busca de poder descifrar este misterio a este pueblo del parque natural de Sierra Mágina.
El municipio cuenta con el centro de interpretación de las Caras de Bélmez (calle Alonso Vega, 2; información y reservas para visitar este centro: 654 55 98 14), que guía al visitante mediante diferentes soportes audiovisuales y gráficos a través de los acontecimientos históricos que han ido rodeando este fenómeno paranormal desde su aparición en los años setenta hasta la actualidad. Muestra documentación sobre su repercusión mediática a lo largo de los años, las publicaciones dedicadas a este hecho, así como una referencia a las diferentes teorías e hipótesis elaboradas sobre esta cuestión.
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