Cuevas y pozas en Granada

La actriz Anna Alarcón nos descubre dos de sus rincones favoritos: el pueblo de Bácor y sus Cuevas de la Luz

Mercedes Cebrián

14 ago 2020 - 00:04CEST

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Anna Alarcón hará doblete como actriz en el Festival de Málaga de este año (del 21 al 30 de agosto): allí estrena La ofrenda, dirigida por Ventura Durall y donde tiene un papel protagonista, y la veremos en A este lado del mundo, de David Trueba. Es precisamente en Andalucía donde para ella se encuentra uno de los lugares más idílicos de la tierra: el pueblo de Bácor y sus Cuevas de la Luz.

Sitúeme Bácor en el mapa.

Está en la provincia de Granada y pertenece a Guadix. Se encuentra dentro del geoparque de Granada (geoparquedegranada.com), que el pasado mes de julio fue declarado geoparque mundial por la Unesco.

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Cuando va por allí, ¿dónde se aloja?

En las Cuevas de la Luz (cuevasdelaluz.com). Es un lugar único: seis cuevas excavadas en la montaña con su baño privado, muy bien diseñadas. No son oscuras, además, porque aprovechan grietas y cualquier entrada de luz natural. También hay zonas comunes para estar, aparte de tu propia cueva. Y la comida que sirven es toda de procedencia local. Es una apuesta de turismo slow y ecológico maravillosa.

Nada de claustrofobia…

No, al revés. Te limpia mucho dormir en las entrañas de la tierra. Se descansa superbién.

Hábleme de los alrededores.

Una excursión de tarde estupenda es ir a Los Colorados, unas montañas del entorno del desierto de Gorafe. Son de muchos tonos: anaranjados, amarillos, rojos… Después de tanta naturaleza también me gusta ir a tomarme una caña a Bácor, que tiene su bar, y charlar con el camarero. En Guadix ya hay más restaurantes y bares y hasta se puede cenar a base de pedir cañas, porque las tapas que te sirven con ellas son muy ricas y abundantes.

¿Y para darse un bañito?

Hay un embalse muy cerca, el del Negratín. Lo maravilloso es que, en función del día que hace, las aguas cambian de color y los contrastes son espectaculares. Y están las aguas termales de Zújar, que tiene pozas frías y calientes, y los baños de Alicún de las Torres, donde hay una acequia que ha ido formando un acueducto natural.

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