Notas a vainilla

Más que notable es la evolución, añada tras añada, de este tinto con nombre chocante: Doncel de Mataperras. Hace referencia a un pino centenario con más de cuatro metros de perímetro y una altura superior a 23 metros, que sirve de símbolo de la bodega. Nombre y etiqueta aparte, hay que felicitarse por la progresiva mejora de este vino emblemático, máxima expresión de las envidiables condiciones de la zona.

La soberbia calidad de la uva, procedente de las cepas más viejas de la hermosa finca Monte Villalobón, donde las viñas crecen bajo el balsámico influjo de diversas coníferas y la robusta y serena encina, unido a la excelencia de la añada, han permitido que, en 2009, nuestro Doncel alcance su mejor calificación.

El empecinamiento de Pepe Hernández de Mercado por volver a situar la bodega, fundada en 1985, entre las mejores de Ribera del Duero tiene su manifestación más lograda hasta ahora en este vino de refinada nariz, con depuradas notas a vainilla y roble enmarcando la madura, pero fresca, frutosidad silvestre (moras, guindas, grosella), que se adorna con una glosa mentolada y recrea en la profundidad terrosa del pago. Doncel de Mataperras 2009 es un tinto peculiar, sabroso y potente, dotado de una elegante concentración, cuyos jugosos taninos y paladar sedoso le permitirán envejecer bien los próximos veinte años.

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