Reto en blanco

Incansable en su afán de innovación, Terras Gauda, la exitosa bodega gallega creada en 1993, fruto del empeño personal de José María Fonseca en asociación con viticultores de Goían y As Eiras, ha creado un nuevo y arriesgado blanco. Para elaborarlo parten de la uva caiño blanco, variedad con todos los atributos para la extinción: escasa producción, sensible a plagas y enfermedades, maduración lenta y tardía con los riesgos que eso conlleva.

Terras Gauda acapara en sus 20 hectáreas el 90% del cultivo de esta variedad, gracias a un proyecto de I+D+i en colaboración con el CSIC. Todo un desafío para viticultores y enólogos. En cambio, la caiño blanco es una cepa de fuerte personalidad, capaz como pocas de expresar el terruño y la añada. Sutilmente expresiva, su carga frutal se ve enriquecida por una paleta aromática rica en matices forales, herbáceos y terrosos. Una larga maceración en frío y el conveniente reposo con sus lías finas tras la fermentación permiten que el vino manifieste todas sus virtudes, particularmente en esta añada de 2010 que favoreció la perfecta maduración de la uva, lo que se evidencia en un aroma complejo, rico en frutas carnosa y tropical, con el toque elegante de flores, hierbas y laurel. Suave, sabroso, la fruta madura se baña de acidez y alarga la experiencia sensorial en la boca agradecida.