¿Qué árbol crece bajo tu ventana?

¿Te ha pasado alguna vez que te has preguntado cómo se llama ese magnífico árbol que cruzas cada día camino del trabajo? Solemos relacionarnos con la masa forestal urbana las más de las veces como si se tratara de mobiliario. No les concedemos una segunda mirada. Los árboles son a nuestros ojos objetos que decoran, que embellecen; nos dan sombra en verano y cobijo cuando cae un chaparrón. Ah, y no olvidemos que los estimamos ahora útiles porque sabemos que además nos ayudan a combatir el cambio climático.

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El confinamiento ha desvelado un nuevo interés en general por toda esa flora y fauna urbana, las más de las veces desatendidas cuando no ignoradas. A falta de paseo por el bosque, viva el árbol que crece bajo mi ventana. Pilar Sampietro escribió en este mismo blog sobre las varias app colaborativas que proponían durante el confinamiento el recuento de la flora y fauna urbana desde el alféizar de la ventana de casa.

También escribimos aquí un post que explicaba el ciclo virtual que organizó La Casa Encendida sobre la buena (y no mala) hierba que ha crecido libre en pleno confinamiento. Ciclo organizado con la voluntad de modificar la mirada del ciudadano sobre la vegetación silvestre, que sin cortapisas ni cortacéspedes ha conquistado muros, aceras y bancos.

En el Londres confinado, decenas de miles de ciudadanos utilizan desde el aislamiento la aplicación TreeTalk, que existe solo en versión para Android. Fue pensada en un principio como un mapa que geolocaliza los árboles de la capital británica. No está de más destacar que Londres tiene la mayor masa forestal urbana del planeta. Un estudio realizado en el 2015 sobre el valor de ese bosque urbano puso de relieve que absorben 2.261 toneladas de polución del aire al año y que el beneficio medioambiental se estima en más de 132 millones de libras esterlinas también anuales.

Los árboles londinenses provienen de muchos lugares del mundo… Como sus conciudadanos humanos

TreeTalk tiene inventariados a día de hoy más de 700.000 árboles. Se puede también generar una ruta a partir de una dirección de la capital y la app informa sobre todos los árboles que el ciudadano se encontrará durante su trayecto. También se puede generar una ruta de árboles a partir de un árbol escogido en el mapa forestal de la aplicación. La web propone, por último, paseos ya preestablecidoas en algunos barrios como The Haggerston Hop o Chiswick Chase.

Los árboles londinenses provienen de muchos lugares del mundo… Como sus conciudadanos humanos. La mayoría son especies comunes, pero la web distingue algunos especímenes más especiales según tres categorías: bronce (cuando la ciudad dispone de menos de 400 unidades), plata (75 unidades o menos) y oro (10 unidades o menos).

TreeTalk fue creado por tres londinenses que aman explorar su ciudad: Steve Pocock, Paul Wood y Rob Tustain. Sus creadores quieren invitar a los londinenses a descubrir nuevas maneras de disfrutar de su ciudad. Que la naturaleza no sea solo el decorado, sino el objeto de interés (¿cómo una obra de arte?) que merezca el paseo, y la pausa y la mirada atenta y admirativa. Según se lee en su web, es tan importante el trayecto como el destino hacia donde se viaja.

¿Llegará algún día la buena iniciativa de revalorizar los árboles ciudadanos por nuestros lares? ¿Veremos a oficinistas, a estudiantes y a familias recorrer nuestras ciudades a la búsqueda de las especies de árboles más raras y quizá, quien sabe, incluso hacerse una selfie ante un árbol merecedor del galardón de oro? Ojalá que algún día cambie nuestra mirada y, por ende, nuestra actitud ante la verdura que nos rodea.