
Venezuela, el país que no cierra
La nación petrolera experimenta el mayor colapso económico sucedido en un país sin guerra en al menos 45 años. En medio de la crisis, ocho empresarios y pequeños comerciantes cuentan en sus testimonios las razones por las que se rehúsan a abandonar el país


![Ana Luisa Fermín ha encontrado en la orfebrería, además de una fuente de ingresos para su familia, una oportunidad de generar empleos para otras personas que no sabían cómo atravesar la crisis. “Aposté por el país, en principio, porque no tenía cómo irme a otro lugar. No quería paralizarme y no quería abandonarlo porque su economía estuviera fracasando”. Confiesa que para emprender actualmente en Venezuela se necesita, además del capital, valentía y mucha perseverancia. Desde 2017, el país ha entrado en hiperinflación, con una inflación interanual entonces de 1370%. Para 2020, el Fondo Monetario Internacional estima que esta alcance 500.000%. “Hay más obstáculos que en épocas anteriores. La hiperinflación ha dolarizado el mercado. Para sobrevivir tienes que diseñar constantemente nuevas estrategias que se ajusten a las necesidades de quien te compra”, así explica Ana Luisa la fórmula que ha sostenido su negocio los últimos 20 años y con la que espera seguir construyendo país. “En Venezuela he crecido y me he hecho un nombre en la orfebrería. Sería muy ingrato de mi parte irme con mis "cuatro lochas [moneda de 12 céntimo y medio bolívar]" e invertirlas en otro país”, agrega.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JWTMZQRGMVI3VG4JBH6JXVJ43Q.jpg?auth=4aaa2b2e7e3938a8a844f55ae33fe9f6bc8200f622008a48bfe05ef800d7fc0e&width=414)





